Estrellas de azúcar

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Espero que lo disfruten y recuerden....son solo niños XD

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Balanceando los pies mientras tomaba el zumo de zanahoria, Arthur miraba por decima vez, la foto del niño que había desaparecido. Su nombre era Matthew y a pesar de ya haber trascurrido una semana de que se desconociera su paradero, su foto seguía recordándole a los adultos que se debía tener cuidado; por otra parte, Arthur no podía evitar compararlo con el chico rubio con el que se había topado en los baños de la escuela.

-¿Por qué estás viendo eso? -Preguntó Scott tomando el control del televisor y sintonizando otro canal donde trasmitían dibujos animados.-Esto es mejor.-Decía sirviéndose cereal y un grito de enojo cruzó la sala. Ninguno de los dos le pusieron atención, porqué sabían que se trataba de su madre enfadada, gritándole a alguien por teléfono, tal vez del trabajo.-Vamos, bébelo todo Conejo.

Le dijo Scott a Arthur, acercándole el vaso. Por qué tenía que beber el zumo a su pesar, era porque estaba adicionado con esas amargas ampolletas de vitaminas que su madre estaba empeñada a que tomara por su salud.

-¡Es una locura! -Gritó su madre entrando a la cocina siendo una furia. Sus mejillas estaban coloradas como sus orejas y andaba de aquí allá en la cocina murmurando malas palabras.-Lo siento mucho niños, pero en verdad necesito salir a la oficina.

-¿Y la niñera? -Se aventuró a preguntar Scott y mamá bufó.

La madre de Arthur y Scott era de un temperamento de temer, pero ella era también amable y cariñosa a la vez con sus hijos. Otro rasgo que compartían Scott y ella, era el color de sus cabellos, Arthur pensaba de vez en cuando que, tenían el color indicado, rojo furia.

-¡No hay ni una sola! .-Contestó.-Definitivamente no los dejare con algún desconocido...-Dijo esto último para si.

Por lo que tenía entendido Arthur (Y por lo que había mencionado su madre) desde que el niño había desaparecido todas las niñeras confiables habían inflado sus precios de forma exagerada y eran más solicitadas que nunca. Arthur no sabía que tantos padres necesitaban a alguien para pasar tiempo con sus hijos.

-Bien. Haremos lo siguiente, de una forma u otra saldré más temprano del trabajo, estaré aquí para media noche. Scott, estas a cargo, Arthur, duérmete temprano y...-Su madre le vio unos segundos y luego solo lo besó en la frente.-Solo escucha a tu hermano ¿Si?

Arthur frotó la lengua contra el paladar aun saboreando las vitaminas del zumo y arrugando de nueva cuenta la nariz. Su madre solo le sonrió con cariño y volviéndose a Scott, le plantó un beso en la nuca.

-No dudes en llamarme si algo te parece extraño, cerrare las puertas con llave.

-Estaremos bien maaa.-Contestó Scott alargando la última palabra.

-Ok. Iré a alistarme.

Su madre salió de la cocina y Arthur volvió a beber el jugo amargo, dándole un último trago, terminándolo por fin, Arthur tomó a Scott de la manga de su ramera y señaló la alacena.

-Bien.-Dijo él comprendiendo que también quería cereal.-¿Manzana canela o Chocolate?

Solo pasó un rato desde que su madre se había marchado al trabajo, dándole de nuevo instrucciones a Scott sobre qué hacer ante una emergencia y con la advertencia de que debían asearse y hacer la tarea para ir a la cama temprano. Los dos lo sabíamos. Era la rutina de siempre.

Después de que su madre se fuera, Arthur se quedó con Scott un rato más en la cocina, viendo los dibujos animados y comiendo cereal, hasta que llegó la hora del baño. Arthur no se quejó, solo recogió sus platos y los llevó al fregadero.

BogeymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora