Bogeyman

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Sueños bizarros de la autora:

Soñé que una niña de cabello oscuro, me seguía por una especie de estacionamiento, ya que la desgraciada quería cortarme el cabello para su colección. Y para esconderme de ella, entraba a un cuartito de limpieza donde un hombre gordo y sin ojos me comía....Sentir como me masticaba no fue para nada agradable. Lo cuento muy superficial porque los detalles de mi muerte fueron...yuck...

Nota de la autora: la autora debe de dejar las drogas XD

Gracias por leer >w<

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Transcurría la última hora de clases de Caligrafía y el profesor, había aprovechado esta, para que sus alumnos practicaran su escritura cursiva; relatando un cuento, con frases al azar, o simplemente escribiendo los nombres de sus familiares o amigos.

Arthur, se había enfrascado en la práctica. Teniendo mucho cuidado con la forma y limpieza de las palabras y letras. Había escrito, el nombre de su madre, el de su hermano y el suyo. Una y otra vez, haciéndolo mejor cada vez mientras los minutos pasaban, hasta que solo quedo un espacio en la hoja de su cuadernillo.

Los ojos de Arthur se posaron en ese espacio, pensando con que nombre debía de terminar su práctica. Entonces, colocando la punta del grafito sobre la hoja, comenzó a deletrear un nombre diferente. Uno que su mente no había pensado, pero su mano había adivinado.

El grafito subió y bajo lento, cerró espacios y unió letras. Hasta que terminó.

Arthur mordió sus labios y frunció el cejo al leer lo que había escrito casi inconscientemente. El nombre de aquel niño que lo había llamado amigo.

-Muy bien chicos, comiencen a guardar sus útiles. -Dijo el profesor al escucharse la chicharra sonar.-No olviden hacer sus deberes y no se desvíen del camino a su casa ¿Entendieron?

Un puñado de niños ansiosos por salir de aula respondieron y el revuelo hizo que Arthur solo cerrara su cuaderno; quedándose quieto por unos segundos mientras la mayoría de sus compañeros salían.

-¿Arthur? ¿Está todo bien?

Preguntó el profesor sustituto. Poniéndole atención por primera vez. Su profesor llevaba una barba poco tupida, cabello largo y rubio que era recogido con una coleta baja. Un aspecto muy diferente a los profesores que rondaban la escuela. Era mas jovial a pesar de su edad y amable con todo mundo.

-¿Arthur? -Insistió el profesor y Arthur frunció el cejo sin querer cuando sintió una brisa fría sobre el cuello.-¿Pasa algo malo?

Preguntó y Arthur negó rápidamente, dándose cuenta que había permanecido callado.

-¡ARTHUR!

El profesor como Arthur miraron hacia la puerta cuando una tercera voz se hizo escuchar en la entrada del aula.

-¡¿Qué haces?! ¡Te estaba esperando en la salida! Oh, hola profesor.

Arthur parpadeó un par de veces al ver al escandaloso Alfred que había saludado sin cuidado al profesor bajo el marco de la puerta.

-¿O acaso estas castigado? ¡¿Tu?!

El profesor miró al chico y luego Arthur y sonrió.

-Vamos Arthur, no hagas esperar a tu amigo.