Bogeyman

Ella

Solo quiero advertir que esta vez tratare un tema que por desgracia está sonando mucho en México (de donde soy originaria) por esta razón pido discreción. Mi intención no es ofender ni nada de esa mierda. Solo contar esta pequeña historia que por desgracia roza la realidad.

La realidad supera la ficción.

pd: cancion que me base para...bueno léanlo y se darán cuenta.

...

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<<Puedo escuchar una canción. Cantan >>

Arthur la veía de espaldas. Cepillaba el cabello rubio, una y otra vez de una niña mientras tarareaba, con cuidado, deshaciendo los nudos de su largo cabello.

La habitación era de colores pasteles y perfectamente ordenada, estaba decorada con papel tapiz de flores y juguetes que toda niña que le encantaran las muñecas le gustaría.

<< ¿Quién es? >> Arthur vio con recelo la escena. Como si se tratase de una puesta. Frente a él, esa persona cepillaba el cabello de una pequeña niña, pero, él sentía que esa puesta perfecta, no lo era.

Las manos de Arthur sintieron frio e inconsciente, sus hombros se contrajeron como sus dedos.

Había algo malo. Pasando saliva, Arthur se atrevió a mirar un poco el alrededor y apenas apartó la vista de aquella niña que era cepillada con cuidado, todo cambió de repente.

-¡MAMI!

La niña gritó y Arthur se sobresaltó al ver como la niña se había parado de golpe del banquito blanco donde estaba sentada y se había ido a refugiar a una esquina de la habitación.

-¡MAMII!

Volvió a gritar la niña quien había sido ocultada de la vista de Arthur tras una casa de muñecas.

Congelado, Arthur miró a esa persona quien había dejado con calma el cepillo de cerdas de madera en el tocador y con un suspiró, sonrió.

La niña escondida ahogó un grito y el alma de Arthur se le cayó a los pies al ver esa sonrisa.

<<¿Por qué esta tan asustada? ¿Por qué le tiene miedo?>>

Los orbes de Arthur contemplaron la figura delgada de esa persona andar, su cabello se movió vaporoso y una sombra se sirniò en su rostro.

-Mi pequeña, sabes que te amo ¿verdad? Me esfuerzo tanto por ti. Trabajo duro todos los días, me aseguro que nada te haga falta. Velo por tu felicidad y bienestar... ¿No es así?.-Preguntó pero el silencio fue lo único que consiguió.

-Lo hice todo por ti y ...yo solo quería un poco de tu amor...pero...al parecer no lo conseguí. -Reprochó con tono triste.

Un sollozo bajo comenzó a llenar la habitación mientras con paso corto, la persona se acercó llevándose una mano a la espalda, Arthur palideció al ver un destello frio.

-Tu, no eres mi hija.

Arrastró la mujer con tono helado y con un gritó que aterrorizó a Arthur de aquella niña, este se agachó de inmediato cubriendo sus oídos y cerrando con fuerza sus ojos.

Su estómago dio vueltas y con rostro aperlado y respiración agitada, Arthur despertó.

La habitación oscura de una madrugada tardía le recibió. Aturdido aun por la pesadilla, una tibieza comenzó a brotar de sus ojos. Llorando con cortos gemidos tristes y angustiados. Imágenes frescas de un terrible e imperdonable acto lo sacaron de la cama a tropezones. Aquella niña que en realidad estaba congelada de miedo mientras le cepillaban el cabello, sus gritos llamando a su madre, su llanto al momento que...esa mujer le arrebato sin pensarlo.