Asi lo conocí

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Espero que lo disfruten. Empecemos con algo tranqui XD

Nota:los personajes ni la imagen me pertenece, solo esta historia loca. De una fan con amor, para mis queridos lectores.
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Abrí de golpe los ojos cuando la habitación se iluminó con la luz plata de los relámpagos, estos acompañaban la tormenta que había iniciado como una simple llovizna y de inmediato, revolví mis cabellos contra la almohada mientras volvía a cerrar los ojos para intentar dormir de nuevo.

El constante golpeteo de las gotas gordas y furiosas de lluvia se estrellaban contra el ventanal, el viento frio de exterior hacia temblar los marcos y una idea que por desgracia se me cruzó por la cabeza me hizo abrir de nuevo los ojos.

<<¿Y si la ventana se abría?>>

Mordí mis labios y a regañadientes me quite la sabana de la cabeza y le eche un vistazo al ventanal.

Las cortinas estaban corridas, haciendo que el exterior oscuro al balcón estuviera despejado. Mamá, había olvidado cerrarlas. Hice un mohín y con otro relámpago y luz momentánea, alcance a ver a mi hermano profundamente dormido a mi lado, a Scott no le importaba la tormenta, los rayos o los relámpagos, ni siquiera el zumbido que venía del marco que producía el viento feroz.

<<¡Como quisiera poder dormir de esa forma!>> Como hubiera deseado, no volver a mirar la ventana.

Recuerdo que, deje de respirar un segundo cuando note la silueta oscura detrás del cristal, mi cuerpo se paralizó y no despegue la mirada de aquella figura. Un nuevo relámpago iluminó el interior y para mi horror, note algo más en esa figura. Eso, me sonreía.

Mi corazón comenzó a acelerarse, el miedo pronto me tomó y aun paralizado, me quede viendo la sombra. Aquella era corta de estatura, como un niño, un niño afuera, en la tormenta que me sonreía desde el balcón.

Trate de moverme, pero no podía sentir mis brazos ni mis piernas. Quise gritar cuando un último relámpago plata iluminó la figura extendiendo su brazo hacia el picaporte de la ventana.

¡Iba a entrar! ¡Eso quería entrar a la habitación!

Quise gritar, pero mi voz se había perdido, entonces, en el momento que el miedo llegó a mi garganta, pude reaccionar.

Escondiéndome de vuelta en mis sabanas, tome del brazo a Scott con todas mis fuerzas mientras cerraba los ojos asustado.

No importaba lo que escuchara, no importaba lo que imaginara, no iba a abrir los ojos, no me iba a mover ni un milímetro en toda la noche hasta que el sol saliera. Mi miedo no me lo permitiría.

Esa noche caí dormido quien sabe después de cuantas horas que me parecieron eternas.

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-Aquí tienes cariño.

Dijo mamá colocando huevo frito, salchicha y jugo frente a mí. Trate de sonreír, pero en vez de eso, un largo bostezo salió de mi boca.

-¿La tormenta no te dejo dormir?

Preguntó tocando mi cabello. Su mano era cálida y protectora, como la de todas las mamás cariñosas.

-Ten. Como estos. No quiero que me llamen de la escuela porque te has desmayado en clases o algo así.-Dijo Scott mientras se llevaba a la boca un bocado de huevo.

Scott le había dado un par de scon dulces con mantequilla.

Solo asentí un poco desanimado. Pensé que mamá volvería a insistirme en que comiera algo, pero su atención se centró en la pequeña televisión de la barra de la cocina. El aparato amarillo y antiguo, había sido de mi abuela. Una reliquia que seguíamos conservando como muchas cosas de la casa.

BogeymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora