No hay más explicación que lo que ves
La radio anunciaba un concurso donde se premiaba a las tres personas que acertaran el acertijo con entradas para ver al dúo de raperos "más amado de Corea". O eso podía suponer YoonGi, quien oía sólo fragmentos de las canciones de estos dos chicos a los que nunca vio. Sabía de ellos gracias a que la radio se los ofrecía.
En ese momento se lamentó tantas cosas pero entre todas las posibles quejas que tenía sobre su situación, la que más pesaba era la de no poder cambiar de frecuencia. No es que ese tal J Hope y el tal RM le parecían malos. Al contrario, podía hasta declararse fan con las pocas piezas que había escuchado de esos dos. Simplemente ocurría que estaba celoso. Y los celos, o la envidia -da igual-, lo hacían sentir minúsculo dentro del auto azul.
Lo que pasó con el chiquillo rubio también, verlo alejarse en el atardecer sin saber si volvería a verlo le recordó lo limitada que era su existencia y su humor se agrió tanto que deseó poder abrir la puerta y lanzarse a... okay, la cosa de al fin el fin del fin.
Sin embargo, por cobarde, descartó tal locura y se quedó sentadito y expectante de que iniciara el programa de noticias para actualizarse y tratar de ver qué era del mundo en esos días. No le sorprendió saber que cierto equipo de fútbol perdió y se alegró de que su equipo haya vencido; le dio una rabia enorme escuchar el análisis sobre las enfermedades mentales que tan poco se valoran; lamentó las muertes de mujeres asesinadas por un imbécil que se creía más que el resto y por último, se intrigó por los preparativos para una muestra artística de la ciudad.
Suspiró y pensó que él podría haber mostrado una de sus muchas pistas grabadas. O improvisar incluso.
—¿Hola?
Alguien habló en voz baja y si YoonGi no hubiera puesto en un volúmen mínimo se lo habría perdido. Pero lo oyó y algo en su interior vibró con una emoción que hacía rato no sentía.
—¿Hola?
También se encontró diciendo; esperanzado de no ser ignorado.
—Oh diablos, entonces fue verdad —masculló la voz del mismo chico rubio que YoonGi había visto salir como alma que lleva el diablo el otro día.
"El otro día", sonrió con melancolía por no saber con exactitud cuánto tiempo había transcurrido realmente.
—Espera, no te veo desde lejos pero sí... Oh, ahí estás —el rostro bonito del muchacho rubio se asomó por la ventanilla y YoonGi se quedó quietecito ante el escrutinio— no entiendo ¿por qué te escondes? Okay, tiene cierto sentido. Este lugar está abandonado pero sigue siendo propiedad privada. Y no te juzgo porque sería muy hipócrita de mi parte hacerlo cuando vine para esconderme también... eh, lo siento, pero ¿puedo entrar?
Se debatió en qué decir y aunque deseaba decirle que sí, no iba a ser un idiota.
—Será mejor que te vayas, no querrás tenerme cerca... —advirtió pero no surtió efecto.
Notó cómo, obstinado, el rubio buscó abrir la puerta por lo que hizo un truquito interesante que aprendió en medio de su eterno aburrimiento.
Sonrió y se apareció en los asientos traseros. Este pase, como siempre, lo hizo marear pero no lo demostró, en cambio, le guiñó un ojo al muchachito.
No pasó ni un minuto cuando YoonGi vio -por segunda vez- al chico huir como alma que lleva el diablo.
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Auto Azul [YoonMin]
Fanfiction《Al fin el fin del fin》 Min YoonGi puede filosofar o puede amar a Park JiMin. O ambas. De todos modos, debe permanecer en el auto azul hasta el final. | Portada hecha por mí, no es mucho, pero es trabajo honesto, you know? | AU + Angst + Drama | "Hi...