Un día que no es cualquier otro
YoonGi no sabía cuánto llevaba sujetando la puerta, pero estaba seguro de que si abría los ojos vería sus nudillos pálidos por la fuerza que ejercía. Además, el frío era tal que sus dientes se apretaban en un intento de no castañear.
Reflexionó sobre si soltar y desistir de bajarse del coche o intentarlo nuevamente. Las últimas veces que lo hizo fue horrible. ¡Espantoso! Se vio cayendo a un vacío tan oscuro que si la sombra del diablo se animara a espiar temblaría ante tal opacidad de la inexistencia.
Es que, francamente, era la nada misma. Al fin el fin del fin. Y antes de que se le juzgara de haber perdido la cabeza por completo, YoonGi pensó mucho sobre cómo llamarle a ese lugar y la frase absurda pero llena de sentido que pudo construir fue esa: al fin el fin del fin.
Un juego de palabras que si lograbas descifrar te daba una perspectiva triste de la realidad universal. Al menos, eso pensaba él y nadie podía contradecirlo realmente.
YoonGi bajó entonces sus hombros derrotado y dejó ir la puerta sintiendo agarrotados los dedos que se lleva cerca de la boca para soplar y que entren en calor. Gesto típico del invierno, de hecho, hasta podía ver por el espejo retrovisor a un chico haciendo exactamente lo mismo que él y sintió envidia al ver las sonrojadas mejillas del otro.
El aliento que se filtró de sus labios no fue tibio y no fue helado. No fue. Sencillamente, porque no había dentro suyo espacio para el oxígeno y, a la vez, porque estaba vacío.
Aunque no pudo pensar mucho sobre la contradicción. Con espanto descubrió al chico acercarse hasta su coche y, para más inri, ponerse del lado del conductor -donde estaba él- e intentar forzar la puerta que hasta hace minutos debatía en abrir.
Se quedó de piedra, mudo, porque el terror que le trepó por la espalda se igualó a un latigazo de hielo. Si ese chico de cabellos claros lograba abrir la puerta YoonGi podría irse despidiendo de su paz y tranquilidad.
De vuelta "al fin el fin del fin".
Vio, como espectador impotente, la lucha del chico rubio que se tornó aún más sonrojado por el esfuerzo hasta que el cacharro de la puerta cedió. YoonGi apenas alcanzó a moverse al otro asiento antes de que el extraño lo aplastara.
—¿Qué haces mocoso, acaso te has vuelto loco? —gruñó en voz fiera y alta, sabiendo que era imposible que éste lo oyera.
Pero, no sabía Min YoonGi que su castigo, o lo que él consideraba como tal, estaba llegando a su final.
"Al fin el fin del fin".
—Loco no. Hace demasiado frío como para dormir a la intemperie... —respondió de mal gesto el rubio.
Y si YoonGi no hubiera visto el instante preciso en que el otro cayó en la cuenta de que no estaba solo como imaginaba, hubiera pensado que era casualidad tal respuesta.
Mas los rasgos del jovencito que invadió el coche de YoonGi se desfiguraron ante un grito agudo de miedo puro.
Y ese fue el torpe "inicio del fin del fin".
Nota:
Amén a las historietitas cortas.
Y amén a que iré a sacar las entradas para el concierto de BTS... en cine, claro está jajaja
Bye :)
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Auto Azul [YoonMin]
Fanfictie《Al fin el fin del fin》 Min YoonGi puede filosofar o puede amar a Park JiMin. O ambas. De todos modos, debe permanecer en el auto azul hasta el final. | Portada hecha por mí, no es mucho, pero es trabajo honesto, you know? | AU + Angst + Drama | "Hi...