Auto Azul [YoonMin]

Domingo 5

Por mucho que lo intentes

YoonGi no soportó ese vacío en el que se convirtió al desaparecerse y supuso que el chico, JiMin, se habría ido ya cuando volviera. No fue así. Retornó a su auto encontrando al mismo rubio en el mismo asiento que ocupaba antes de que él huyera.

Le pareció un poco gracioso que ahora el que huyó como alma que lleva el diablo haya sido él. No hacía mucho que descubrió que lo bueno de morirse era, justamente, dejar de temerle a la muerte.

Así, en esta inexistencia, ya no le preocupa lo que puede pasarle y la posibilidad de irse a un infierno; tampoco le molesta en la conciencia saber que será olvidado y que el mundo seguirá su curso sin pensar que hubo una vez un chico llamado Min YoonGi que vivió pocos años y murió antes de cumplir sus sueños.

Tampoco le asusta la soledad, la está conociendo y se llevan bastante bien.

—¿Qué... ? —JiMin, el chico al que YoonGi sigue sin entender, murmuró—: estoy vivo... ¡Gracias al cielo estoy vivo!

—¿Por qué morirías? ¿O sigues con eso de que devoro almas humanas? —inquirió de mal humor.

—Dios... —volvió a decir JiMin invocando a lo que YoonGi descubrió, malamente, nunca obedece ruegos.

—Si vas a ponerte en plan religioso, de la fe que sea, te suplico que te vayas por donde viniste y no regreses por acá —sisea de mal gesto, incluso gruñe un poco para dar énfasis en su enfado, arrugando el rostro ferozmente...

Y, entonces, JiMin ríe.

Y fue con esa risotada, en medio de un desarmadero de autos abandonado, dentro de un auto azul, junto a un fantasma berrinchudo, que el destino le sonríe a una historia bonita y triste.

"Al fin el fin del fin" ¿no?

Nota:

Qué terrible es el miedo a ser olvidados, amén porque lo aceptemos.

Bye :)