Five Rules ©

•Capítulo 17•

Taehyung;

martes, 6:30 AM.

-¡Rico!- mi hermana exclamó cuando le dió un mordisco al panqueque que yo mismo le prepare esta mañana

La pelinegra está sentada sobre mi regazo mientras come su desayuno, yo solo me entretengo plantandole besitos y abrazándola

Los dos somos tan dulces como la miel

-deberias dedicarte a hacer panqueques- ella asegura, Rei

-Solo tú tienes el placer de probar mis panqueques-.
MinKi me miró con los ojos brillando, es tan tierna

-¡Osea que soy la chica más afortunada del planeta tierra!- aplaudió, asentí -Aay Tae, te amo tanto- beso mi mejilla y siguió comiendo

Dejé escapar de mi cara una sonrisa cuadrada y apoye mi mejilla sobre su espalda, sintiendo su calorcito.

Pero un momento tono de llamada interrumpió nuestro momento, ya que mi madre me grito que por favor atendiera

-hazle caso a mami- MinKi se bajó de mi regazo

-a la orden- hice un gesto de soldado y ella rió

Caminé sin muchas ganas hasta la cocina donde se encuentra el teléfono de la casa, esos celulares viejos que ya nadie usa.

Atendí. -Buenos días-. Dije

-Oh.. Hola TaeHyung, ¿Como estás?- una voz femenina se escucho muy feliz al reconocer mi voz

Mi piel se erizó y me quedé estático

-So..Sook- tartamudee, sentí mis piernas temblar

No.. no.. no..

-¿No estás feliz al escucharme? La última vez que hablamos fue el año pasado ¡Hace como nueve años ya no podemos ir a visitar a tu familia! Una llamada por año debería de alegrarte- siendo tan amable y carismatica dijo.
-Tú tío habla mucho de ti- aseguró

Comenzé a sentir mis ojos picar

No.. él no..

Ese maldito y asqueroso monstruo

Sentí una corriente eléctrica chocar contra todo mi cuerpo y dejé caer el celular al piso, deje caer unas cuentas lágrimas y retrocedí hasta golpearme contra la heladera

Aún recuerdo sus putrefactas manos sobre mi inocente piel..

Abrazé mi cuerpo al instante, y escuche como la dulce esposa de mi tío llama por mi nombre para saber si estaba ahí

-¿Quien era campeon?- mi padre ya vestido para ir al trabajo entro a la cocina.

Al mirarme llorando y abrazándome buscando protección y distinguir aquella voz se apresuró en agarrar el celular

-Hola Sook, soy Hyeon-. El saludo mirándome fijamente, con preocupación y pena.

Intercambiaron un par de palabras hasta que mi padre dicidio colgar -Tae..- se acercó a mí

Conecte mis ojos con los del hombre que me dio la vida, ya mi cuerpo está temblando -Me.. me prometiste que ellos no iban a volver a llamar-

-tú tío insiste con venir a visitarnos hace cinco años..- mi padre comentó, trate de retroceder más pero me fue imposible
-Pero no el no vendra TaeHyung, te protegeremos, mi hermano nunca más volvera a siquiera mirarte-

-Es todo tu culpa- lo mire con odio, Hyeon tragó saliva -Es tu maldita culpa, pudieron haberlo encerrado hace nueve años pero... Decidieron que su hijo se pudra en la depresión-