°Capítulo 96°

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Taehyung:

martes, 06:30 AM.

Miré el sol que provenía de la ventana, la cortina gris impedia el paso cegante de sus rayos, mi hermana duerme a mi lado, un sueño que desconozco pero debe ser reconfortante por la pequeña pero sincera sonrisa que llevaba en su rostro. No quiero despertarla, quiero que duerma toda esta mañana, que duerma el doble, que duerma por mí.

Sin embargo el rostro de mi madre me dijo que debo levantarme, abrió la puerta, mirándome preocupada al verme despierto, sabiendo que ningún despertador me levantó.

Se acercó en silencio para no despertar a la bella durmiente, mirando más de cerca mis ojeras -¿no dormiste?- murmuró

-me parece que entre las dos y las cinco pude dormir...- quise tranquilizar, pero tres horas no es suficiente.

-les prepararé el desayuno, tú despiertala- asentí,
Hana se dirigió hasta la cortina y la abrió alumbrando mi habitación, haciendo que los suaves rayos de la mañana golpeen el rostro de la menor, provocando un quejido adormilado.

Cuando se fue de la habitación mire las largas pestañas de Minki que brillaban al igual que las partículas que volaban en el aire, moví suavemente su cuerpo, haciendo que se despierte

-que flojera- murmuró contra la almohada, reí ligeramente, de hecho las seis y media de la mañana es un buen horario para despertarse, Namjoon debe levantarse a las cinco y media para llegar puntal, pobre desafortunado.

Nam...

Suspiré cansado de extrañar. Volví a moverla -debes cambiarte, rápido-.

Cuando se sentó me dio mucha gracia su cabello despeinado, los tiernos rulos eran resortes que se cubririan con una trenza, me miró muy cansada -¿cómo dormiste?-.

-bien... ahora ve- besé su mejilla, con flojera se levantó y se fue de mi habitación. Me levanté de mi cama para también cambiarme, evitando cualquier recuerdo doloroso o nombres que me hacen llorar, traté de no pensar en nada, aunque la nada misma me da un vacio existencial.

Me coloqué la remera y el pantalón, pero en el momento de agarrar el cinturón lo miré con pena, recordando que anoche casi le quito un hermano a una niña, un hijo a dos adultos y una existencia al mundo.

aún valgo, capaz para mi casi nadie valga algo pero yo si valgo, merezco vivir.

Sin embargo quería ser un fantasma, quería que mi alma esperara al lado de mi fallecido cuerpo, ver como lo retiran y lo ponen en un ataúd, gozar de las lagrimas de Jungkook, que solloce un "perdón" a mi cuerpo sabiendo que esa palabra no podría revivirme, quise ver como se mata en vida, como vive llorando y como duerme arrepentido, como muere adolorido y me habla enamorado.

quiero ver su dolor.

Sequé rápidamente la lágrima que se me escapó, me coloqué el cinturón en el pantalón para que éste no se me caiga; no estoy tan flaco, sin embargo doy por seguro que algo bajé en estos dias de no comer, después de todo un simple mixto no me llena.

Sintiéndome apagado y frío caminé hasta la ventana, la abrí, sintiendo la luz que me consuela, aunque el sol esté a 149,6 millones de kilometros lejos mío trató de acariciarme con sus rayos, iluminando mi blanca piel necesitada de color.

al menos la naturaleza me queda, la naturaleza y una hermana menor.








06:50 AM

La ansiedad me quema, la ansiedad me come, la ansiedad me mata.

Estoy sentado en mi nuevo asiento, al lado de Thien el cual amigablemente me habla, aceptando mi compañía con pura bondad, sin embargo no lo escucho, miro hacia donde estaba Namjoon y Yoongi sentados, aún un poco decaidos, aún arrepentidos.

Five Rules ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora