°Capítulo 108°

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Woon:

Viernes, 06:05 AM.

Ante una puerta cerrarse ruidosamente me desperté.
Adormilado me senté en la cama de mantas gruesas, viendo a mi alrededor intentando ubicar en donde estoy; la casa de Cong.

Anoche me obligaron a irme del hospital, la doctora dijo que Jungkook debía descansar y sólo se permitía que se quede un pariente a pasar la noche, fue Kyeon quién tomó la decisión de quedarse, ordenandome venir a la casa de mi padastro para dormir comodamente.

No pude dormir bien, en la madrugada apenas podía cerrar los ojos en el cuarto desconocido donde me estaba quedando, tenía tanto miedo que arrastré mis pies hasta el cuarto de Cong, durmiendo acompañado de mi padrastro; él si sabe abrazarme hasta dormir.

Su habitación es sumamente cálida, incluso aunque las paredes sean lisas y grises, o sus estantes con libros perfectamente ordenados, el delicioso olor a limpio o la ventana que da a su balcón, dejando entrar la luz decaída del clima lluvioso... es cálido, su casa es costosamente cálida.

En pijama me bajé de la cama, mi cuerpo tiembla del frío, ni siquiera mis medias me protegen del piso congelado. Tomé una campera del mayor saliendo del cuarto.
Las habitaciones están en el tercer piso de la casa, en total hay tres cuartos y cinco baños, todos perfectamente limpios y decorados. Una casa muy grande sólo para Cong, ahora entiendo porqué siempre se quedaba en nuestra pequeña casa; era más familiar, no era tristemente solitario.

Caminé encorvado por el pasillo, topandome con las primeras escaleras, relucientes como el suelo marrón liso, las paredes en cambio tienen texturas de ladrillos para darle matiz a la casa; se nota que el lugar fue diseñado por Cong, es muy su estilo tranquilo.

El segundo piso es una sala de estar, con sillones marrones claros esponjosos, una alfombra y una tele, cuadros colgados por las paredes y un pequeño bar; debe ser para cuando vienen socios muy importantes, es muy necesario para él quedar bien.

Me asomé a las barandas transparentes, desde aquí arriba puedo ver la otra sala de estar. Bajé, viendo los blindetx gigantes que muestran el patio y la piscina, miré a mi izquierda, encontrandome detrás de los sillones una mesa larga donde se come, un poco más atrás de allí estaba la cocina con su respectiva mesada, donde Cong desayunaba.

Camine sobre el suelo grisáceo, llegando hasta allí. El pelinegro se sorprendió al verme despierto -son las seis de la mañana, ¿qué haces despierto?-.

Agarré la leche, sirviendomela en un vaso -me desperté cuando cerraste la puerta-.

-oh... lo siento-.

Ojee como se veía, en traje y con su cabello mojado. -¿trabajo?- me senté en frente de él, comiendo las galletas que estaban sobre la mesa, asintió -¿cuándo te vas?-.

-en media hora, pero volveré antes del almuerzo, puedes pedirle a Lisa que te haga compañía- ideó, como siempre sonriendome aunque ninguno de los dos podía.

Estamos preocupados por Jungkook, estamos preocupados por mí. La falta de cigarrillo en mi día comienza a afectarme cada vez más, recordar lo destrozado que se veía mi hermano empeora mi estabilidad emocional.

estoy simplemente deprimido.

-¿me puedes llevar al hospital? de camino al trabajo, Lisa tiene escuela-.

-Kook debe seguir durmiendo, ¿seguro qué quieres ir? la doctora pidió dejarlo descansar-.

-no lo despertaré, sólo necesito tenerlo cerca- expliqué. Asintió haciendome el favor -gracias-.

Five Rules ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora