La manada del norte se despertaba temprano por la mañana estirándose mientras todos se reúnen para dar inicio a los combates que decidirían el nuevo alfa de la manada pero en realidad la mayoría de los integrantes solo querían conseguir a nozomi como pareja dado que era una joven lycan de gran belleza. Todos se preparaban mientras nozomi se despertaba alistándose sacudiéndose su cabello plateado brillante, camina hacia donde se encuentra el resto de la manda, los lycans más experimentados estaban ya en su forma de lobo esperando que ella llegara y diera inicio a los combates, los más jóvenes de la manada también tenían intenciones de participar en la pelea pero debían respetar la jerarquía de la manda y esperar hasta que los lobos más experimentados terminaran su combate, sin embargo esto también lo permitían para ver como seria la pelea y ver si de alguna manera habría forma de vencerla ya sea por agotarla o exponer un punto débil que les diera la ventaja.
Nozomi -Bien parece que todos están aquí, iniciemos de una buena vez, den lo mejor de si en los combates, sin ningún tipo de trampa.-
Todos dan un paso al frente decididos aganar pese lo que tengan que hacer, aun si esto llegara a lastimarla gravemente y dejarla fuera de la cacería por tiempo indefinido.
Nozomi -los combates serán uno contra uno el vencedor será quien siga de pie quien no pueda seguir de pie será el perdedor, al igual si el contrincante parece no rendirse pero tampoco se puede mover contara como derrota y continuaremos con el siguiente combate. Dicho esto veo que ya decidieron el orden.... bien.-
El amigo del antiguo alfa se sentaba a mirar los enfrentamientos dado que sabía que no tendría sentido participar con su pierna derecha lastimando, piensa ... -Hmm.... no creo que exista un oponente capaz de vencerla... es casi igual de fuerte que su padre pero ella es más ágil.... eso sin contar su sobresaliente talento como guerrera y cazadora.... serán divertidas las palizas que recibirán, mas los jóvenes de la manada.-
Tose un poco cubriendo su boca, mientras los combates iniciaban. Los principales guardianes de la manada empezaban a pelear contra nozomi la cual se transforma en una loba blanca la cual a pesar de ser una hembra es más grande que los machos de la manda alcanzado los 1.70 metros de alto en su forma de loba, un macho promedio en su forma de lobo media los 1.68 a 1.70 de alto.
Ambos lobos sacaban sus garras de sus patas dispuestos a pelear enserio sin contenerse en lo más mínimo caminando en círculos analizando los movimientos de su adversario detenidamente, buscando cualquier mínima señal de apertura, un silencio se apoderaba del lugar, el viento nevado de las montañas interrumpía el silencio breves segundos mientras todos miraban atentos cada uno de los movimientos que hacían, parecía una danza pero en lugar de hermosa esta era amenazante.
Dai y daiki decían animados -¡animo nozomi da lo mejor!, ¡tu puedes eres la mas fuerte!.-
Ella solo sonríe para sí misma abalanzándose hacia su contrincante mientras gruñía a la vez que su pelaje se esponjaba y brillaba con la luz del sol que se seguía elevando por los cielos, parecía que su pelaje ahora tenia las estrellas brillantes del cielo nocturno por los destellos que este daba al moverse por el viento y los movimientos que hacían.
Dai pensaba preocupada mientras juntaba sus manos llevándolas a su pecho: -hermana por favor cuídate mucho no te vayas a lastimar por favor.-
Los gruñidos se escuchaban cada vez más feroces con cada envestida y mordida que soltaba un con otro, el lobo logra arañarla en la mejilla sacándole un poco de sangre lo cual enfada a nozomi la cual le mira molesta a la vez que la herida sana cerrándose dejando solo una gota de sangre en su mejilla, esta se abalanza sobre este tomándolo del cuello con sus mandíbulas levantándolo del suelo y arrojándolo contra un árbol el cual se rompe y lo deja inconsciente todos guardan silencio después de haber exclamado sorprendidos por tal acción que acaban de presenciar esto sin duda dejo claro la fuerza de la hija del alfa la princesa del invierno que resplandecía con su hermoso pelaje blanco, muchos de los lobos que estaban dispuestos a enfrentarse a ella se empezaban a arrepentir y se retractaban de lo que anoche habían decidido empezándose a alejar quedándose atrás de la manada.