NUEVO AMANECER LA BONDAD DE UN HUMANO

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El campamento de Masumi se resguardaba mientras que los adultos vigilaban el alrededor con sus armas cargadas y alertados por saber que hay lobos cercas mientras Masumi estaba con su madre en una de las tiendas del campamento abrazadas puesto que tuvieron que huir de su aldea tras haber sido atacada por los vampiros y buscaban refugio en la aldea vecina que estaba a poas horas de donde acampaban.

Mientras los dos lobo se acorrucan en el suelo del bosque heridos y sangrando un poco la oscuridad se apoderaba del bosque ocultando a los dos lobos de pelaje negro, el cielo se llenaba de estrellas al mismo tiempo que la luna se alza iluminando levemente el campamento de los humanos.

Masumi era arropada por su madre mientras ella cerraba los ojos para dormir mientras sonreía dulcemente haciendo a su madre sonreír por su lindura. Las horas pasan y la luna cae por el horizonte al mismo tiempo las estrellas del lado opuesto de donde la luna desapareció las estrellas empiezan a desaparecer mientras un resplandor anaranjado, el sol empieza a salir del horizonte.

Okami y el cachorro quedan dormidos aun acurrucados en el mismo lugar. Masumi se levanta temprano y sale en camino al bosque para recoger agua del rio y algo de comida pero al estar en camino de regreso s encuentra con estos dos lobos y al principio los mira con terror pero al verlos de mejor manera y se acerca lentamente dejando los cubos con agua y una sesta con manzanas en el suelo mira al cachorro acurrucado en el centro y logra apreciar sus heridas.

Masumi -oh no pobrecillo-

Con cuidado toma al cachorro y lo saca alejándolo de Okami, lo cubre con el mandil que llevaba y se aleja buscando unas plantas al ver que su patita se había roto.

Remuele las hojas de las plantas medicinales en su mano hasta hacer una pasta verdosa la cual coloca sobre la herida del cachorro haciéndolo despertar por el dolor.

Masumi -tranquilo pequeño solo quiero ayudarte-

Rompe parte de su ropa para vendar la herida del cachorro que patalea y sollozaba pero al poco tiempo de ser vendada su patita el dolor disminuye. Masumi sonríe al ver como el cachorro mueve su colita feliz al sentirse mejor y lo baja dejándolo en el césped pero los ruidos que hizo el cachorro despertó a Okami el cual empezó a gruñirle a la chica la cual se asusta pero el cachorro se acerca caminando lentamente cojeando y al estar suficientemente cercas muerde con todas sus fuerzas a Okami de la orejita protegiendo a la humana.

Masumi pese al miedo que sentía al ver la acción del cachorro y como aquel lobo se calma ella suspira aliviada. Masumi -lobo tú también estas herido déjame curarte-

Okami la mira por unos segundos fijamente a sus ojos al igual Masumi le mira fijamente a los ojos decididas y haciendo un leve puchero.

Masumi -¡Hhhmmm!-

Okami baja sus orejitas y se extiende estirándose en el suelo dejando ver sus heridas y mira en dirección opuesta a la que esta la chica. Masumi suspira aliviada y se acerca feliz, coloca un poco de esa misma pasta verdosa de las plantas medicinales en las heridas de Okami el cual cierra fermente al sentir un gran ardor en sus heridas pero este dolor disminuye al sentir como lo vendan.

Después de que la chica venda al lobo y ve como se calma al igual el cachorro se acerca ella y frota su cabeza en una de las piernas de la chica a lo cual ella sonríe dulcemente y acaricia la cabeza del cachorro al igual que el lomo de Okami dándoles a ambos una gran paz y calidez en su pecho. A lo lejos se escucha como la madre de la chica la llamaba. -¡ Masumi!....¡ Masumi! –

La chica se levanta y deja a los lobos tomando de nuevo los baldes con agua y la cesta con manzanas, Masumi -adiós lobos cuídense mucho-. La chica empieza a alejarse de ellos caminando de regreso al campamento.

Masumi -aquí estoy mamá, solo fui por agua y comida-

La chica le muestra lo que llevaba en sus manos, a lo cual la mamá le ayuda con los baldes de agua. -esta bien hija, ahorra ayúdame con unas plantas medicinales-

Masumi asiente y deja la cesta con manzanas en la tienda que era de ellas dos para después salir y caminar de regreso al bosque a buscar las plantas medicinales, camina tranquilamente con una sonrisa alegre entre los arboles del bosque con una cesta más pequeña hecha a mano, las ardillas corrían con sus nueces entre los árboles, los concejos saltaban entre los arbustos huyendo al escuchar los pasos de la chica sobre en césped y las ramas de los arbole.

A ella le gustaba mucho la tranquilidad del bosque y los animales que lo habitaban, desde que era una niña le gustaban mucho los animales y le gustaba ayudar con la ganadería en sus tiempos libres después de ayudar a su madre con los pacientes y heridos.

Masumi -bien un poco de esto ...hhmmm...esto para el dolor...eso ayuda con el sangrado....creo que es todo espero no olvidar nada-

La chica se levanta acomodando su cabello y tomando la cesta para caminar de regreso al campamento pero su camino es interrumpido al ver a una cría de un oso estar sollozando en el suelo tras ser herido por un lobo, su pelaje se moja en sangre y la chica se acerca al oso intentando ayudarlo pero el oso se asusta y aleja erráticamente y rasga el brazo de la chica haciéndolo sangrar un poco.

Masumi -¡duele!...ahh.. tranquilo pequeño solo quiero ayudarte-

Saca un poco de la pasta verdosa que uso con el lobo y se la pone al pequeño oso esquivando los arañazos y mordidas del oso, al lograrlo el oso se acerca a ella con su cabeza baja y Masumi acaricia su cabeza. Masumi -ya estarás mejor pequeño, anda y regresa con tu madre-

Pero ese bello momento es interrumpido por el fuerte crujir de una rama. Un gran oso se acerca a ellos saliendo de entre los arboles molesto.

Masumi -oh creo que es tu madre y creo que debo irme-

Se levanta y aleja un poco tomando sus cosas mientras ve como el pequeño oso se acerca al otro quien lo olfatea pero no reconoce su aroma y lo asesina sin vacilar rompiendo su cráneo con su hocico dejando caer el cadáver del pequeño oso al suelo.

Masumi miraba aterrada aquella escena retrocediendo lentamente abrazando la cesta fuertemente, mientras aquel oso se acerca lentamente a ella con su hocico goteando sangre del pequeño oso. Masumi retrocede lentamente asustada mientras las lagrimas se acumulan en sus ojos y el miedo crecía en ella al ver que el oso araña fuertemente su pierna haciéndola caer. El arañazo deja su pierna rasgada con una herida enorme capaz de ver el hueso de la pierna llenando el suelo de sangre cambiando el verde brillante del césped a rojo carmesí de la sangre de ella.

Masumi -¡¡ahhh....noo....ahh!!-

El oso se acerca mas y abre su hocico para atacarla.

OkamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora