Años atrás habría dado brincos en la cama eufórica, habría escuchado todas las canciones románticas de Taylor Swift bailando frente al espejo. Luego llamaría a mamá, a todas mis amigas para que chillaramos juntas, se lo habría gritado al mundo entero. Es más, la emoción habría sido tal que acabaría llorando de felicidad.
Soñé con ese momentos tantas veces que sabría con exactitud lo que iba a hacer, lo anciaba y añoraba más que a nada. Era mi sueño adolescente que acabó transformándose en una pesadilla.Ahora que finalmente logré mi objetivo el sentimiento es totalmente diferente. Di brincos, si. Escuché, baile y canté I Did Something Bad con una botella de vino tinto en la mano hasta que me dieron los pies. Llamé a las chicas, para reírnos, para burlarnos. Y se lo gritaría al mundo, oh claro que lo haré. Puedo imaginarme las portadas con el título:
"Siara, la estilista que le robó el corazón a Jung Hoseok"
Su novia. Dos palabras que a la antigua yo le provocaría cosquillas en el estómago de solo pronunciar esas palabras en su mente. No obstante, todo rastro de alegría e incluso fueron reemplazados por la indiferencia. Sentía un gusto agrio en la boca, como si me tuviera que chupar un limón cada vez que digo que soy su novia.
Pero la adrenalina que corría por mis venas valía la pena, mi plan estaba en marcha al fin, pondría en marcha todo para cobrarle una por una las que me hizo. La adrenalina es el motor que me impulsa a seguir, lo que me ayudará a aguantar lo que ser su pareja implica. Para aguantar lo que tendré que hacer.
— ¿Estás lista?
Su aliento en mi cuello sumado a la chillona y excesivamente alegre voz talandrandome los oídos fueron más que suficientes para sacarme de mis pensamientos. Volteé regalándole una de mis más falsas sonrisas, pero me alejé cuando intentó besarme. Hizo un puchero, tuve que excusarme rápidamente.
— Nos pueden ver — golpeo su pecho levemente con fingida inocencia, mire en todas las direcciones para darle más credibilidad.
— ¿Y qué? Pronto todos lo sabrán.
— No perdamos más tiempo entonces así que tendremos que escondernos más — le guiñé un ojo y me encamine hacia la puerta.
Sentí una punzada en pecho debido a los nervios que incrementaron al girar el pomo y abrir la puerta, todas las miradas se posaron en nuestra dirección.
Allá vamos Siara, que comience la acción.
— ¡Si, si, si! — Kook fue el primero en hablar, o más bien chillar, se paró y comenzó a dar saltitos como niño pequeño. Los demás sonreían también.
— ¡Ya dejen el suspenso y confirmenlo! — gritó Yoongi poniéndose de pie también.
Estaba a punto de tomar la palabra cuando fui interrumpida por unos brazos rodeando mi cintura y un montón se apoyó en mi cabeza. Las sonrisas de los presentes se agradaron aún más.
— Que puedo decir — habló Hoseok a mis espaldas. — Soy un hombre encantador.
¿Que acaso no puedes dejar de ser tan engreído?
Los gritos y aplausos no se hicieron esperar. Tanto los chicos como los miembros del staff se acercaron para abrazar a Hoseok y golpearle la espalda, típico de machos. Las chicas por su parte se acercaron para gritar rebosantes de felicidad la cual fingí a la perfección, me preparé para ello. Mi sonrisa fue algo sincera para los chicos, no pude evitarlo ya que es un hecho innegable que les he tomado cariño, incluso a Yoongi.
Tras varios minutos de felicitaciones y abrazos forzados algunos regresaron a lo suyo pero otros nos quedamos sentados en los sofás de aquella habitación.
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The Stylist ✨ Hoseok
Fanfiction❝Nuestra estilista, Siara, la chica que engañaste Hoseok.❞