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—¡¿Qué mierda te pasa?! ¡Era mi novia! —pujó, molesto—. Genial, ahora voy a tener que comprarle un montón de chocolates y vestidos para que me perdone, no solo por no invitarle y decirle de la boda de Sarada, sino también por colgarle la llamada. Muchas gracias, eh.
Sin más, le arrebató el celular de las manos y se fue de ahí, furibundo.
Shikadai parpadeó.
¿Qué acaba de pasar? Espera... ¿Había dicho "novia"?
Frunció el ceño.
A ver, él sabía de la rubia, Yuki, ¿quién no sabría de ella? Era una de las porristas más famosas de su colegio. Sabía que era una de esas conquistas del varón Uchiha, siempre cambiaba de chica desde aquella persona. Para él ya no era raro. Incluso los había visto coquetear en el partido anterior, pero de ahí a ser la novia del Uchiha... había una gran diferencia.
Y Sora se lo había ocultado todo.
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Iruka Umino conoció a Kakashi Hatake cuando tenía diecisiete años, Kakashi tenía veintidos. Quizá no fueron exactamente las mejores condiciones, pues que cuando ellos se conocieron, Kakashi trabajaba para Minato siendo su pupilo en la fuerza, y él era un acogido de esta pareja.
Iruka aprendió a valerse por sí mismo a a muy temprana edad debido al trabajo que poseían sus padres, de quienes no sabía mucho. Antes de conocer a la familia Namikaze él solo sabía que era Iruka Umino y que sus padres habían muerto en un enfrentamiento a mano armada. Fue puesto en un orfanato hasta que lo echaron por ser un chico problemático -un doncel muy poco dócil-, por lo que alrededor de los once años tuvo que empezar a valerse por él mismo pues no tenía más familia, pero cuando diecisiete años se topó con Kushina Uzumaki, quien le tendió una mano, a su vez, Minato lo hizo igual.
—Hola, cariño. ¿Cómo te llamas? —era un día lluvioso, él estaba sentado a un lado de un árbol con el cabello y la ropa empado, lo habían echado de donde trabajaba y ya no tenía donde ir.
—I-Iruka, oyou-sama.
—¿No tienes donde ir? Hace frío, no deberías estar aquí —quiso saber Kushina, la mujer de apenas 23 años, al verlo en aquel estado. El pobre tiritaba de frío y se notaba que estaba haciendo esfuerzo porque ella no escuchaba como castañeaban sus dientes del frío. Ella se acercó un poco más con su paraguas, pero él se apartó, asustado. Aquello tocó una hebra en el corazón de la mayor—. ¿No tienes? —volvió a preguntar—. No te haré daño, tranquilo.
—Yo... No, señora. Me echaron de donde trabajaba para vivir —respondió él, por alguna razón aquella mujer lucía como un ángel para él. A él no le sorprendió que llevara cosas de bebés entre sus manos -pañales y baberos-, pero sí que fuera tan joven. No le ponía más de veintidos años.
—Oh, entiendo —Kushina observó como Minato se acercaba a ella y le hizo una seña para que se acercara más—. ¿Y qué era lo que hacías? Si puedo saber.
Iruka se sorbió la nariz y la miró, aunque las gotas de agua en su cara le dificultaba verla bien.
—Bultos —respondió. Sí, un doncel teniendo que llevarse la vida de aquella laboriosa forma. Pero claro, por eso mismo lo habían echado de su trabajo, porque era un doncel—, cargo bultos para recibir unos cuantos pesos, suficientes para comer y dormir... bueno, eso hacía pero... ya no. Me... me despidieron así que no puedo costearme nada, lo último que tenía me lo gasté hace dos noches.
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El esposo de un abogado |Sasunaru|
FanficNaruto se casó algo joven con el abogado Sasuke Uchiha, aunque considerando que se conocen desde que él tenía cinco años no habría nada de raro, ahora con 44 años su vida parece estar en la "mejor etapa". Tiene siete hermosos hijos y un esposo fantá...