Capítulo 38; La floristería Yamanaka.

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Amnesia:

¡Es viernes 13 de Septiembre del 2019!

Literalmente mi día favorito, mi número favorito y mi mes favorito. Así que he decidido ser piadosa y darles un nuevo capítulo que espero disfruten. Por cierto, no se agüiten en la última parte. Pronto las respuestas que tanto esperan irán saliendo a la luz.

Psdt: ¿No está linda la imagen? Algún día mis dibujos quedarán así de lindos :):. 

Espero que tengan un lindo fin de semana. 

Amnesia, fuera.

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—Lo tuve así de cerca, y lo perdí —se lamentó, mientras sus cabellos negros ocultaban su rostro.

Shikamaru solo bajó la mirada. Sentía lo que había sucedido, realmente veía a Sora casi como su hijo, y sabía que el sentimiento con el menor era recíproco. Ver a Sasuke frente a su hijo, con éste mirándole como si hubieran fracasado, le dolía. Shikadai quería a Sora, aunque siempre tuvieran el tipo de relación amistad-rivalidad que parecía verse cómico en todo momento, sabía que aquello lo estaba destrozando. 

Especialmente al ser consciente de que compartían sangre. 

—Lo encontraremos —aseguró entonces Shikadai, reacio a rendirse tan pronto—. Y lo traeremos a casa. Vamos, padre, no vamos a rendirnos. 

Sasuke levantó la mirada a Shikadai unos segundos y luego asintió, sin mirarlos. Neji y Kisame solo se quedaban en silencio, respetando que el momento era demasiado emotivo. Al menos, Sasuke había dejado de pensar en París.

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Ino Yamanaka, esposa de Sai, decide finalmente dejar de ser la secretaria del abogado Sasuke Uchiha y personificar nuevamente a aquella mujer que fue en la juventud cuando trabajaba con su padre Inoichi en la floristería Yamanaka, por ahora, se dedicará a su hijo Inojin y a la floristería, aunque tras la desaparición de su padre, la floristería no se siente igual.

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-Un mes más tarde-


—Muy bien, Namikaze. Estoy lista para oírte hablar —Kaguya puso sus tacones justo frente a la cara del rubio de ojos azules—. ¿Qué es lo que tienes para decirme?

—Pú...púdrete —escupió sus zapatos. 

Kaguya alzó los ojos al techo mientras inspiraba con fuerza y luego miró nuevamente al ojiazul.

—He vivido media vida torturando e interrogando personas, Kaguya —el rubio alzó sus ojos a ella con una pequeña sonrisa de medio lado—. Y creéme cuando te digo, que deberías considerar cambiar de personal, porque no escucharás una sola palabra al respecto de mi boca.

El esposo de un abogado |Sasunaru|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora