Cap. 3 - ¡No seas tonto, Lucas!

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Inglaterra, 11:23am.

El día no iba ni por mitades, pues apenas habían terminado de comer por el buffet, los gemelos habían tenido un encuentro con el azabache, quien había resultado llamarse Ness, y en éste preciso momento estaba dispuesto en darle un recorrido al rubio y el pelinaranja.

A medida que el trío de chicos salía del buffet, el gemelo mayor, Claus notó que su hermano miraba con bastante atención a Ness, aunque le parecía extraño, supuso que se trataba sólo por ser alguien que acababa de conocer. Por lo que se limitó a seguir paso al azabache, quien casualmente en ocasiones también volteaba a ver a Lucas.

— A ver, eh... ¿Qué partes del resort no conocen aún? — Ness tomó la palabra.

— Uh, sólo conocemos el buffet, y nuestra habitación. — Respondió Claus con ironía, a lo que el azabache le dirigió una mirada, la cuál resultó imposible para Claus descifrar que trataba de expresar con dicha.

— Bua...Y mira que el resort es grande, ¿Les parece si vamos primero a las piscinas? — Agregó Ness, quien sonreía una vez terminadas sus palabras.

Claus por su parte, únicamente asintió, notándose en su expresión algo similar a indiferencia, Lucas miró con confusión a ambos, y al igual que su hermano, asintió con la cabeza, sin decir una sola palabra, pues aún era difícil para él hablar con el de profundos ojos violetas.

De éste modo; Ness explicaba con sencillez algunas de las partes por las que pasaban mientras se dirigían a las piscinas, ubicaciones algo irrelevantes como el vestíbulo, la zona recreativa, la enfermería interna, e incluso el como estaban repartidas algunas habitaciones por los pisos, el recorrido realmente duró entre diez y quince minutos, pues como ya los tres sabían, éste era inmenso. Aún así, eso no fué obstáculo para Ness, quien intentó hacerle plática al rubio.

— ¿Eres algo tímido, cierto? —Preguntó el azabache sin previo aviso, provacando que Lucas se sobresaltara.

— Algo así, uhm..— Fué lo único que respondió el güerito, con un tono de voz suave, mismo que Ness encontraba lindo.

— Ya entiendo, ¿Te molesta si pregunto por qué? — Siguió cuestionando.

— Desde chico siempre ha sido un llorica, que no te sorprenda. — Claus se integró a la conversación.

— ¡C-Claus! — Exclamó Lucas a su hermano, disgustado por el comentario, pues no deseaba causar mala impresión.

— Sí, noté desde el inicio que tu hermano era más frágil y lindo que tú. — Comentó Ness, defiendo indirectamente al rubio, cosa que Claus respondió con una carcajada amarga, comenzaba a pensar que el pelinegro no veía a su hermano como lo veía a él sino que veía al menor con más "cariño", aunque claro, era un pensamiento estúpido, acababan de conocerse. Aún así éste decidió no bajar la guardia a partir de ése momento.

Lucas simplemente desvió la mirada de ambos chicos, pues sus mejillas fueron completamente empapadas de un sútil tono rojo, producto de su reacción ante aquel comentario, ¿Acaso él cree que soy lindo? Pensó el chico. Quien fingió no haber escuchado dicho comentario.
Del mismo modo, Claus intentó ignorar aquello, y siguió la conversación con Ness de camino a las piscinas, conversación en la que Lucas también se incluyó, con opiniones cortas, pero de igual modo lo hizo. Así los tres chicos hablaron de camino al lugar, de cualquier ocurrencia, con intención de conocerse, aunque no duró mucho, pues ya habían llegado al punto anteriormente mencionado.

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