Destino

6.5K 739 87
                                    

Dos semanas. Fue el tiempo que necesite para volver a la escuela.

Tras recibir mi marca sufrí una terrible crisis, Jarvis entró en mi habitación cuando grite como loco y detuvo mi mano al notar la piel de mi brazo muy irritada, yo estaba tratando de desaparecer las letras restregando intensamente mi dermis con agua y jabón. Luego, cuando mi respiración volvió a ser la habitual,  insistió en que debíamos ir donde el médico familiar para confirmar lo que era ya un hecho para mi. Steve era mi destinado, mi alma gemela.

Desesperado por huir de la situación armé mis maletas y cogí el primer vuelo con destino a Londres, tenía un buen amigo que me acogería con gusto un par de semanas o hasta que me tranquilice, por lo menos.

- Tony, amigo mío - conocí a Charles Xavier en uno de los viajes de negocios donde mi padre solía presentarme como su orgullo aunque no tenía ni idea de mi edad, habíamos forjado un lazo de amistad gracias a nuestras increíbles mentes y alguna que otra vez decidimos cooperar en proyectos que beneficiarían los negocios familiares, a pesar de que el joven inglés me llevaba unos cuantos años de más fui recibido con los brazos abiertos sin cuestionamientos cuando le llame de improvisto para que me recogiera del aeropuerto - Bienvenido a mi humilde hogar.

Me reí por la irónica palabra utilizada, Charles era el actual dueño de una Escuela para Jóvenes con habilidades especiales, chicas y chicos con mentes brillantes o cuerpos excepcionales. El lugar era literal una mansión, muy al estilo del siglo XIX, que había heredado de sus padres cuando fallecieron en un trágico accidente, además de la increíble fortuna que dejaron a su único hijo.

- Gracias por recibirme. Necesito despejar un poco la mente.

- Jarvis me informó de la situación por teléfono. Por cierto, felicidades por tu marca - el castaño tanteo terreno con una mirada de reojo.

- Sería feliz si no fuera por el nombre que porta la dichosa marca.

- Oh, un rival - se mofó y yo solo fruncí el ceño - Son las mejores historias de amor.

Sin oportunidad a refutarle me indicó la habitación que acondicionó para mi estadía. Deje mis maletas dentro del antiguo ropero, antiguo solo en modelo ya que Charles había restaurado la mansión por completo manteniendo el estilo por puro amor al arte. Opté por darme un baño de burbujas, largo y tendido con unas de esas sales relajantes que Loki me regalo por mi cumpleaños de hace un año. Tras varias horas remojando mi cuerpo mientras leía una revista de chismes propias de mi país, decidí que era hora de buscar la cena. Charles expresó su deseo de presentarme a alguien muy especial, así que me aliste lo mejor que pude y salí rumbo el gran comedor.

- Tony, toma asiento. Te presento a Erik Lehnsherr, mi prometido - a penas ingresé al lugar me fije en un hombre con semblante serio y cabellos cobrizos, tenía una barba un poco desaliñada lo que causaba un aura de personaje malvado como Jafar, así de terrorífico. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y cuando estaba por saludar apareció mi salvación. Sin embargo, mi temor empeoró al escuchar la presentación que había dado mi amigo, ¿cómo Charles, quien era un pan del cielo y la persona con más clase en todo Londres, se fijó en ese hombre serio, simplón y con la sonrisa del tiburón de Nemo?

Ok, paremos con las referencias a películas de Disney.

- H-hola, soy Tony Stark - el cobrizo miro mi mano y luego me vio directo para recién decidirse a estrecharla. La cena fue un tanto incomoda y silenciosa, pero Charles por alguna razón parecía estar disfrutando, era como un aura que les rodeaba. Un momento noté como en un descuido a Charles se le quedó un poco de salsa sobre la mejilla y ese hombre llamado Erik sonrió, no una sonrisa forzada como cuando me saludó sino una sonrisa sincera como las que me dedicaba Steve, cogió una servilleta y limpió la macha. Ello me animó a hacer la pregunta del millón.

Soulmates | StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora