Juego de Cuatro.

Tayson 1 - Amer 0

Hay cosas en la vida que ocurren sin darte cuenta, es como si en un mundo paralelo hubiera alguien conspirando contra nosotros, decidiendo apretar botones destructivos y jodiendo nuestro destino. Pues bien, en mi caso han sido cuatro personas las que han conspirado contra mi hermana. Jamás creí que algo así ocurriría, ellas llegaron hasta el final, pasando todas las barreras, apretando el botón final. Y aquí estoy yo, encargándome de arruinar sus vidas ahora.

No me consideraba mala persona, antes de esto mi vida giraba entorno al deporte, notas y amistades. Ni si quiera era popular, me gustaba tener un grupo cerrado de amigos con los que poder contar con su fiel amistad. Y eso me hacía feliz, era feliz. Hasta que la vi, vi el rostro de mi hermana y entendí que la familia puede cambiarte, y en mi caso, ese momento lo cambió todo.

A día de hoy, sigo sin superar todo lo que ellas le hicieron. Y eso es lo que hace querer vengarte, motivos suficientes e imposibles de borrar, grabados con lágrimas de quien más quieres.

Recorro los pocos pasos que me quedan para llegar hasta la puerta roja de los Red, es fácil percibir el dinero de la familia, gastado con dedicación en cada rincón de la fachada de su hogar. No es de extrañar, padre empresario de una gran cadena de tiendas y madre diseñadora de joyas. Alguien como su única hija debe llevar el apellido con honor, y no defraudarles.

Holly lo ha estado haciendo muy bien, hasta ahora.

Me detengo frente a la puerta, cojo aire, adopto mi postura y toco.

Pasan pocos segundos hasta que Holly decide abrirme. Lleva su pelo brillante perfectamente peinado como si estar por casa fuese para ella un desfile constante. Viste con ropa de calle, nada cómoda, subida a sus tacones.

Esboza una sonrisa al verme, intentando esconder la emoción que le produce mi presencia.

Sonrío a modo de saludo.

-Examen de Filosofía-. Digo alzando el libro en mi mano derecha.

Esa es mi mejor excusa para presentarme en su casa sin levantar sospechas. Han pasado pocos días desde que la conozco y no quiero que deje de perder el interés por mí.

-¿Sólo vienes a estudiar?-. Pregunta ella con un tono dulce y provocador.

La recorro con la mirada, intentando que parezca que la veo atractiva, algo lejos de la realidad. Soy más de morenas y de las que saben lo que significa la palabra humildad.

-Si-. Respondo sonriendo de lado. -A que me ayudes-.

Y como si le hubiera dicho la contraseña, accede a dejarme pasar.

Un olor a nuevo golpea mis fosas nasales. El blanco deslumbra mis ojos, y es que el interior de la casa es como estar en el cielo; mármol blanco en el suelo, paredes deslumbrantes, muebles de roble blanco ... No podría vivir aquí, acabaría sintiendo que he muerto y he acabado en el lugar equivocado, después de todo mi sitio está en el infierno. Y arrastraré conmigo a quien haga falta.

-Vaya, que bonito-. Miento, aún que el asombro me sale sincero.

-Te he visto en el entrenamiento-.

Holly desvía el tema a lo que le interesa realmente, pasando por encima de mis palabras. Malos modales,  ególatra, interesada y narcisista. Lo tienes todo. Todo para ganarte mi odio.

-Lo sé-. Contesto, haciéndole saber que la he estado observando durante la prueba, dejando que se sienta el centro del universo. -También estaba Skyler, ¿cierto?-.

Sus labios forman una línea recta, no quiere escuchar otro nombre que no sea el suyo. Eso le quita el protagonismo por el que tanto pelea.

Asiente con la cabeza.