Mientras mi nuevo cómplice O'Brian sigue sin reaccionar a mí respuesta, yo me limito a agarrar los libros para la siguiente clase.-Pero...-. Su boca se abre para cuestionar las miles de dudas que debe de estar acogiendo en su cabeza. -¿Por qué te quieres vengar?-.
Frunce el ceño esperando a que conteste.
Una sonrisa irónica se me escapa.
-¿Y por qué no?-.
Él parece asombrado por mi respuesta.
Es bastante evidente que no pienso contarle la verdad sobre mi odio hacia ellas, o lo que esconde mi venganza.
-¡Por que son ellas!-. Exclama con obviedad, alzando sus cejas.
-¿Les tienes miedo?-. Pregunto divertido al ver su cara de horror cada vez que habla sobre una de esas chicas.
-¿Ves a toda esta gente?-. Señala a las personas que pasan por su lado. -Pues todos saben quienes son y a qué se enfrentan si se les ocurre mirarlas-.
Suelto una risa burlona.
Todo este asunto de sembrar el caos en los pasillos de Driftwood con tan solo la presencia de una de ellas, me sigue pareciendo de película mala.
-¿Y entonces por qué sigo vivo?-. Cuestiono encogiéndome de hombros.
Él parece detenerse a pensar en la pregunta que he lanzado.
Resoplo mientras los dos nos dirigimos hacia nuestra clase de Química.
Brian es el típico chico que se mantiene al margen de lo que es el círculo de popularidad, alguien que pasa desapercibido y que se limita a seguir así. Cualidades que le hacen perfecto para ayudarme en todos mis objetivos.
Esta vez no llego tarde, por lo que los dos tomamos asiento en una de las filas de en medio.
Tras hacer entrada el profesor Dawner, ocultándose bajo unas gafas algo viejas y pidiendo ser retiradas ya, toma asiento detrás de su mesa y comienza a sacar las cosas de su desgastada cartera.
-¿Acaso no les llega el sueldo para renovar el material?-. Pregunto al recordar que el director también debía de renovar sus gafas.
No obtengo respuesta por parte de mi compañero, ya que está bastante entretenido viendo la puerta.
-Ahí están-. Comenta para después agachar la cabeza.
Con descaro, fijo la mirada en la aparición de las cuatro.
Encabeza la manada Amer. Ella es la única de las cuatro que más desconcierto me causa, parece no tener ningún tipo de sentimiento, su mirada es como la de alguien que está vacía por dentro y que al mirarte lo único que hace es que te sientas insignificante. Le sigue Skyler dejando atrás una mirada que se le escapa y consigo rescatar. Kate no se detiene en nada más que su teléfono móvil, algo que le reprende el profesor y a lo que hace caso omiso.
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Juego de Cuatro.
Fiksi RemajaCuatro chicas. Una regla. Ellas mandan. No puedes pretender cambiar las reglas y mucho menos cambiarlas a ellas, y Jess lo sabe por experiencia. Nueva, ingenua y sedienta de poder, planea dar un golpe de estado y hacerse con el control, pero no tie...