Desobedeciendo a Amer.

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Annie Wilson. No la veía desde que me cambié de instituto, coincidíamos en alguna clase, incluso hemos llegado a pertenecer al mismo grupo de amigos. Lo único que me indica su presencia es la amenaza de problemas si llegará a hablar sobre mi pasado. Su cara de confusión me pone en alerta, no puedo dejar que hable. 

-Lo siento, tenemos prisa-. Espeto de mal humor.

En otro momento me habría encantado saludar a alguien conocido y más cuando todo lo que me rodea es una jungla de personas movidas por el interés y la codicia. Pero Holly sostiene mi mano, y me hace recordar por qué me muevo yo ahora, venganza.

La pelirroja nos mira a ambos en el poco tiempo que tardo en concluir con una conversación que nada bueno me iba a traer. Da media vuelta, y sigue mis pasos.

-¿Por qué te ha dicho Price si tú apellido es Blade?-. Pregunta ceñuda.

-Me solían llamar por el apellido de mi madre en mi antiguo instituto-. Respondo con simpleza. 

Mi interés en que no sepan mi apellido es que puedan relacionarme con mi hermana, Jess Price.

Holly asiente con la cabeza sin darle importancia, no tendría sentido que le diera vueltas a una cosa tan insignificante, además ambos tenemos asuntos más importantes de los que preocuparnos.

-¿No vas a despedirte de tus amigas?-.

Ella lo medita durante un instante, supongo que la cosa entre ellas no está tan bien como para tan si quiera mediar palabra, y menos si hace su aparición conmigo de la mano.

-Buscaré a Skyler-. Termina por decir.

Fiel Skyler, veremos si sois tan amigas cuando os acabéis matando unas a otras.

Sonrío a modo de aprobación.

Me pregunto si sabrá el contenido de la grabación, y si es ella quien guarda todas las pruebas mientras se amenazan unas a otras con sacarlas a la luz. Las une el infierno por el que han descendido. ¿Verdad, Lucifer?

Todavía me cuesta saborear lo bien que están saliendo mis planes, ni si quiera he terminado con el Objetivo 1 y ya parece que todo empieza a desestructurarse. Quizás por qué los cimientos no son lo bastante fuertes como para aguantar todo lo que se le viene encima.

Tardamos algo más de diez minutos en dar con Skyler, pero para nuestra sorpresa no la encontramos sola. Esta sentada en un sofá junto al resto, con la presencia de Alek Deidrick y Adler, novio de Katie, incluyendo a un par de jugadores más.

Mirarla es como ver una pieza que no encaja en el puzzle. No es su ambiente aún que haya tenido que adaptarse a el durante años, simplemente desconecta y se deja llevar a otros mundos que seguramente sean mejor que este. Holly tampoco es como Amer y Katie, sólo hay que ver el miedo que reflejan sus ojos cuando mira a su líder. Ahora mismo debe estar arrepentida de haberme hecho caso y haber acabado aquí, no esperaba encontrarse con el resto del grupo.

Los ojos destilando veneno de Amer se clavan en mí nada más llegar hasta ellos, y no miento cuando digo que puedo sentir como me escuece la retina al mantener su mirada.

El agarre de Holly en mi mano es más firme, se siente segura y quiere reflejárselo. Duelo de intenciones.

-¿Te vas, Holly?-. La voz de Skyler interrumpe la incomodidad que se ha formado.

Su tono suena incluso como una súplica para que la pelirroja no la deje sola.

Todas las miradas se han unido para posarse en nosotros como único centro de atención, y eso no es bueno para mí.

Juego de Cuatro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora