—Saca ese cuchillo de mi cuello, Suzy.
—Está bien, pero me quedaré con esto— arroja ambos cuchillos hacia las escaleras del sótano.
—Quítate de encima de mí.
—¿Por qué? ¿Realmente quieres que me salga? — frota su cuerpo contra el mío y trago saliva—. No me convences, Caden.
—Mi mujer está ahí fuera, ¿podrías comportarte?
—¿Lo dices cuando estás así de excitado?
—Es una reacción obvia y más si te estás moviendo como si estuvieras montando un toro.
—No un toro, pero sí una bestia— me encara—. Me gusta como eres, Caden. Tienes unos ojos muy claros, pero se oscurecen cuando te llenas de rabia. Cuando frunces el entrecejo, luces como un demonio y eso me encanta de ti.
—¿Podemos tener esta conversación de pie?
—No, déjame quedar así por unos instantes. Se siente bien montarte mientras tu novia está allá arriba amarrada.
—No sabía que eras tan pervertida, yo que creí que eras muy estúpida.
—Eso debo decir yo. Digamos que tienes un imán para atraer a las personas. Tienes esta única expresión de chico tímido y tonto, pero en realidad eres un demonio muy malo y despiadado. Somos tan parecidos, que no puedo evitar excitarme.
—Puedo darme cuenta.
A través de su camisa puedo ver sus pezones erectos y desvío la mirada. Yo solo tengo ojos para Noah.
—Tú también tienes una cara de chica tímida y tonta, pero eres una pervertida y de las peores.
—Por eso estamos hechos el uno para el otro. Quédate conmigo, Caden.
—No digas tonterías, yo solo amo a Noah.
—No me hagas reír. Esa mujer se nota que no te quiere, que ni cerca de ti quiere estar, por algo la tienes amarrada, ¿no?
—Cállate, Suzy.
—No te molestes. Yo no huiría de ti nunca. Si tienes la fantasía de amarrar, puedo aceptarlo mientras venga de ti. Puedo hacerme pasar por ella y ser tu única mujer. No te haría pasar disgustos y te ayudaría a encontrar comida y a esconder la evidencia, así como hace un momento.
—Es realmente una buena oferta, pero no me gustas. Amo a mi mujer.
—Eso hiere mis sentimientos. Eres muy cruel, pero me gusta eso de ti. Haré que seas mío y te des cuenta de que valgo más que esa muñeca de trapo que tienes ahí arriba— frota sus senos en mi pecho y sonríe antes de levantarse de encima de mí—. ¿Esos huesos son de Daniel? — mira hacia ellos.
—Sí.
—Eres el mejor, Caden. Sé mío — sonríe, mientras tuerce el cuello hacia mí dirección.
—Eres muy insistente.
—Cuando me gusta algo sí. Ya me voy.
—No te puedo dejar ir.
—No diré nada, no me conviene y no quiero hacerlo— sube las escaleras.
Subo luego de recoger los cuchillos y veo a Suzy decirle algo al oído a Noah. No sé lo que dijo, pero Noah se ve asustada.
—Buenas noches— Suzy se despide y sale de la casa.
No sé si haya sido buena idea dejarla ir.
—¿Qué te dijo, Noah? — le quito la cinta de la boca.
—Tú no vas a matarme, ¿verdad?
—Jamás lo haría, a no ser que me hagas enojar.
—¿Quién es ella?
—¿Tienes celos?
—¿Quién es, Caden?
—Una compañera del trabajo, resulta que me ayudó mucho hoy y por eso la traje.
—Está loca.
—Ahora dime, ¿estás celosa de ella?
—¿Por qué habría de estar celosa?
—Porque es una mujer y porque estaba a solas conmigo allá abajo. ¿No es normal sentir celos de alguien que se acerque a la persona que te gusta?
—Caden, yo...
—¿Tú qué? ¿No sientes nada? ¿Eso dirás?
—No es eso.
—Entonces, ¿qué es?
—No quiero que la vuelvas a traer aquí.
—¿Estás celosa por mí?
—No dejes que se acerque a esta casa y no te comuniques con ella.
—Tus deseos son órdenes, hermosa.
Preparo la cena y le sirvo, pero hace la misma expresión de siempre. No quiero prestarle atención, pues no estoy de humor para discutir. Aunque no puedo negar que Noah poco a poco muestra más interés por mí; supongo que de algo sirvió la visita de Suzy. Después de cenar y bañarnos, nos acostamos en la cama. Ver sus piernas descubiertas me trae recuerdos de lo que antes hacíamos, pero que ya nada de nada. Las acaricio, pero las mueve.
—Mi amor, ¿cuándo estaremos juntos?
—No tengo ganas, Caden.
—Han pasado largos meses y me haces falta.
—Ahora no.
—Siempre das la misma excusa. ¿Acaso me desprecias? Creí que los celos de hoy iban a acercarnos, pero cada día te siento más lejos.
Las palabras de Suzy se cruzan por mi cabeza, no sé por qué estoy pensando en eso, pero de alguna manera hace lógica. Me duele su desprecio y su rechazo, es agotador y desesperante escuchar siempre lo mismo. ¿Cuánto tiempo más debo esperar? Es cierto que Noah no me recuerda y que nuestra convivencia no ha sido la mejor, quizá la he presionado demasiado y por eso me desprecia tanto. Incluso es normal que luego de lo que hice la última vez no quiera tenerme cerca, pero eso duele mucho porque la amo. He sido paciente, pero con ella nada funciona. ¿Realmente quiero esto para siempre?
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Parte Dos: Caden ✓ [PRONTO SERÁ RETIRADA]
HorrorLuego de haber pasado tanto en su niñez y en su desarrollo, Caden busca la manera de cambiar ciertos aspectos de su vida en un esfuerzo de unirse al resto de la sociedad. El ser humano posee innatamente el instinto de querer progresar y ser feliz en...