Capítulo Dieciséis

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Cuando Niall despertó, estaba sorprendido de saber que ya no era más un adolescente. Niall había cumplía veinte años y las cosas estaban mejorando lentamente para él. Intentaba muy fuertemente enfrentarse al hecho de que Zayn murió y su relación con Harry progresaba poco a poco de forma ininterrumpida. Ese día estaba feliz por primera vez en un rato.

Cuando Harry despertó, recordó enseguida el vigésimo cumpleaños de Niall y le envió un mensaje rápido. Bostezando con pesadez, se quitó las sábanas de encima y bajó. Harry hizo panqueques para Rosie y sándwiches de Nutella para Jake y Ella antes de despertarlos y alistarlos para la escuela. Hoy era su primer día de regreso a clases y no podían llegar tarde.

Mientras esperaba que los chicos terminaran su desayuno, Harry envió un mensaje de difusión a Liam, Josh y Louis. Adquirió sus números de teléfono cuando estuvo en el hospital hace semanas. Esta sería la primera fiesta de cumpleaños que Niall pasara con Harry y quería hacerle algo especial. Por supuesto, los amigos de Niall querrían salir con él durante el día, pero Harry tenía planeado algo un poco diferente.

Había estado pensando en esto ya hace un rato y había llegado a la conclusión de que ahora podía ser un buen momento para invitar a Niall a salir en su primera cita. Habían sido grandes amigos por un rato ya, y se necesitaba algo especial. El texto que envió decía:

«¡Hola, chicos! Como saben, Niall cumple veinte años hoy, y quiero hacerle algo especial. ¿Me darían una mano?»

Con suerte, los tres chicos aceptarían y su plan sería exitoso. No buscaba forzar a Niall a estar en una relación con él. Buscaba conocer un poco más al irlandés, más de lo que ya lo conocía, y viceversa. Afortunadamente, recibió respuesta muy rápidamente.

Josh«Ayudaré.»

Louis: «Por supuesto.»

Liam: «Seguro :) »

Harry sonrió, sabiendo que invitaría a Niall a salir esta noche. Harry decidió cambiarse y ponerse ropa de diario. Envió otro mensaje a los chicos diciéndoles que se reunieran con él en el local de Starbucks en veinte minutos. Todos estuvieron de acuerdo y Harry partió hacia el café.

En cuanto llegó, fue bienvenido por el dulce olor del café y el chocolate caliente. Ordenó este último y se sentó en la parte trasera. En efecto, veinte minutos después los tres chicos entraron al café y se hicieron camino a la mesa de Harry.

—Hubiera ordenado algo para ustedes, chicos, pero no sabía que querían. —Liam sonrió y respondió—: Está bien. No tengo ganas de tomar nada. ¿Ustedes quieren algo? —inquirió, a lo cual los chicos negaron con sus cabezas.

—Entonces, ¿qué sucede, Hazza? —Louis había adoptado de alguna manera este sobrenombre para él.

—Bueno, obviamente saben que quiero hacer algo para el cumpleaños de Niall. Así que estaba preguntándome si podrían ayudarme. Ya saben, hacer que se aliste y traerlo al lugar.

—Entonces ¿lo vas a llevar a una cita? —sugirió Josh, frunciendo el ceño.

—Técnicamente, sí —Los chicos resollaron—, pero no estamos saliendo aún. Éste soy yo más bien diciéndole que quiero algo más que su amistad. No ahora, por supuesto. Con el tiempo, cuando él esté listo. Es sólo el primer paso. De esa forma, sabré si tendremos un futuro como una pareja o no. —Harry estaba honestamente un poco asustado de cuáles serían sus reacciones. Niall era su mejor amigo y sabía que no quería ponerse en el lado equivocado.

Cuando vio sus reacciones, dejó escapar un suspiro que no sabía que retenía. Le sonrieron ampliamente y él correspondió la sonrisa.

—Gracias a Dios que apareciste, Harold. —Otro apodo que Louis había adoptado para él—. Necesita a alguien como tú. Necesita a alguien que cuide de él después de... —Josh golpeó a Louis en el brazo.

—No, no, está bien. Sé sobre Zayn. Así fue como nos conocimos.

—¿Ustedes... se conocieron por Zayn?

—Sí, bueno, nos conocimos en el cumpleaños de Zayn. En el cementerio. —Eso calló a los chicos hasta que Louis volvió a su usual ser alegre.

—Está bien, bueno, ¿a qué hora y dónde?

—Espera, ¿lo harán? ¿Todos ustedes? —Liam y Josh también asintieron y Harry sonrió más ampliamente—. Está bien, llévenlo a la Ciudad Fortuna, a las siete.

—¿Código de vestimenta?

—Casual pero elegante. No un traje, pero elegante.

—Está bien. Los veo a las siete. —Harry les sonrió a los chicos mientras se despedían y salían. Harry terminó su chocolate caliente y salió de Starbucks, dirigiéndose directo a su casa para alistarse. Eran las cuatro en punto ahora, y todavía debía reservar el restaurante.

Cuando las luces mueren -Ziall/NarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora