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f r e e d o m

—¿Y qué pasó con él?—

Su corazón nuevamente se encoge haciéndolo temblar y logra aferrarse aún más fuerte al cuerpo ajeno. HoSeok lo abraza y le brinda calidad, amor. No duda en llorar sin pudor dejando salir por completo cada sentimiento reprimido. Sabe que Hoseok no lo juzgará, en cambio le dará todo lo que necesite si es necesario.

—Se fue, para siempre.—Aquellas palabras lo desgarran por completo dejándolo vulnerable, suena tan irreal y se siente como una mentira. Pero por primera vez en mucho tiempo puede decir con seguridad que nunca más volverá a ver al bastardo. —Esta preso Hoseok, no puedo creerlo.—

Hoseok lo besa una vez más y el beso es ligeramente salado al probar sus propias lágrimas. —Jamás podré perdonarme, cause tanto daño en ti y en Minhyuk. Ustedes no merecían nada de esto.—

—Hyungwon, ni siquiera tú merecías esto. Cariño, deja de culparte.—

Se siente desgastado, roto y con un vacío gigante. Sus piernas tiemblan pero los brazos de Hoseok lo toman de la cintura con la fuerza suficiente para no dejarlo caer. —Te amo.—

Cree estar loco pero los besos de su amante se sienten como el mismo cielo, sus labios son suaves y la forma en la que su lengua se desliza sobre la suya es tan embriagante que Hyungwon lo asimila a la sensación que causa el algodón de azúcar al estar en contacto con la saliva.

Deja de sentir los labios ajenos sobre los suyos para comenzar a experimentar una nueva fase al borde de lo pecaminoso, Hoseok está besando su cuello, degustando cada parte de él desde su mandíbula hasta sus hombros, mordiendo de manera obscena sus clavículas.

Se siente extremadamente avergonzado cuando un sonoro gemido se le escapa pero todo aquello es nuevo para él.—Detente Hoseok.— Aparta de forma defensiva al contrario, la expresión de sorpresa y arrepentimiento se plasma en el semblante del mayor. —¿Te hice daño? Discúlpame Hyungwon.— Hyungwon se apresura a negar antes de que ocurra un malentendido.—No es por ti, es por mi.—

¿Una erección? Se sentía como un adolescente. ¿Cuándo fue la última vez que tuvo una? En realidad no hace mucho. Hoseok solía ejercitarse en casa cuando no le quedaba tiempo para ir al gimnasio ocasionándole una que otra a Hyungwon, pero la única diferencia es que el mayor jamás se enteraba. Ahora mismo las circunstancias eran diferentes, Hyungwon tenía un gran problema ahí y no quería ser tan evidente.

—No debes tener pena conmigo, ¿estás consiente de eso? Dime que lo quieres y me encargaré de todo. — Hyungwon asiente y espera de forma ansiosa los labios contrarios.

Y llegan, el beso nuevamente se vuelve intenso y cargado de una cantidad peligrosa de emociones que logran estremecerlo. Es cargado por Hoseok pero está demasiado concentrado en lo bien que se siente toda la situación para caer en cuenta de que ahora esta sobre la cama, un lugar que fue testigo de la mayoría de sus pesadillas desde abusos, lágrimas y malos momentos. —¿Por qué se siente tan bien?—Pregunta de forma inconsciente y un escalofrío le eriza la piel en el momento que su camisa es arrebatada.

Hoseok marca una línea continua de besos desde su pecho hasta el borde de sus pantalones —Hazlo ya— No quiere ser estricto y probablemente si no estuviera sobre excitado no sería capaz de decir algo como aquello pero sus palabras son suaves asimilándose a un gemido, mas como una súplica.

El mayor no lo hace esperar cuando le quita los zapatos, toma su bóxer y pantalón quitándoselos juntos, dejando la erección a todo su esplendor. Hoseok toma el glande entre sus labios y comienza a dar húmedas lamidas sobre su uretra.

Hyungwon no recuerda haber vivido algo como aquello, cada vez Hoseok se hunde más en su erección, succiona, la toma por completo dejándolo exhausto y tembloroso. Abre más sus piernas con la necesidad de sentir mayor contacto, cualquier tipo de contacto. —Te necesito— Vuelve a suplicar, se siente ansioso cuando ve a Hoseok separándose de su cuerpo y escucha como las prendas ajenas son tiradas en alguna parte del suelo.

El mayor se encarga de lubricarlo con cuidado y paciencia, Hyungwon no es virgen pero siente que por alguna razón aquella experiencia es lo suficientemente buena como para ser su primera y tal vez única vez.

Por primera vez siente que es tocado con amor, con consentimiento y es completamente diferente a cualquier otro. —Prometo ser cuidadoso.—

—N-no debes decirlo, confío en ti.—

Hoseok le hace el amor, se ensancha dentro de él y Hyungwon no puede evitar lloriquear cuando siente el orgasmo cerca. —Oh dios—gime y se aferra con fuerza a la espalda ajena —Justo ahí se s-siente bien.— El mayor da estocadas profundas y continuas sobre su próstata y Hyungwon jadea su nombre cada vez que se siente al borde.

—Te amo.—






Sinceramente no sé qué pensar de esta actualización, probablemente la cambie en unos días pero en realidad no sé nada, no sé.

the truth untold-2wonメDonde viven las historias. Descúbrelo ahora