Gillien Lake era un pueblo pequeño; era tan pequeño que todos los habitantes se conocían entre sí, había un sólo supermercado, el cual solo era una marca del pueblo y no extranjera o internacional y uno que otro centro de autoservicio. Tenía una sola escuela, la cual daba desde nivel preescolar a nivel preparatorio, y una sola Universidad. Todos los niños se conocían entre sí y habían crecido juntos, exceptuando, claro está, a los que venían de ciudades vecinas.
El sol estaba saliendo y la gente también, para esa hora del día todos estaban despiertos y ya haciendo su respectivas actividades, la escuela, el trabajo, o poner carteles de desaparecidos por donde alcanzara la vista. Gillien Lake podía considerarse normal si se veía a los ojos de un turista, todo ésa invención de muertes y desapariciones misteriosas era sólo una atracción más, pero para los habitantes era diferente.
Desde hace meses, dos, para ser exactos, la gente empezó a desaparecer, muy pocos de ellos aparecían, y todos se hallaban sin vida. Mientras tanto, aquellos que se veían como gente que no le haría daño a una mosca comenzaban a comportarse de una forma agresiva inexplicablemente.
Desde que Aaron Crowley desapareció, el pueblo se había quedado sin bondad y confianza.
Todos culparon a los Crowley en su momento, creían que todo se había desatado cuándo Aaron se desvaneció, y los tiempos de caza de brujas habían vuelto repentinamente; todos buscaban a quien culpar, fuera amigo o familiar, no importaba, todos se veían sospechosos a ojos ajenos. Y aunque fueras una simple estudiante y víctima de la desaparición de alguien cercano, eso no te sacaba de la mira de los demás.
Eso pensaba Skylar, mientras organizaba las cajas de jugos en el centro de autoservicio; no era exactamente su trabajo, más bien era de Aaron, pero desde que se fue sin dejar rastro Skylar lo había tomado. No se quejaba, le había distraído por esos dos meses que pasó sin ganas de vivir y la señora Higgins le pagaba bien, así que estaba cómoda mientras tomaba descansos entre turnos o cubría a otros empleados, no era tan difícil para ella a menos que hubiera una caja muy alta que alcanzar o un cliente molesto preguntando que gafas de sol le quedaban mejor. No le quedaba mucho tiempo en ese trabajo, el entrar a la escuela de nuevo le quitaría tiempo para trabajar en la mañana y solo lo haría en la tarde, no creía que su paga bajara, pero le preocupaba que fuera demasiada presión para ella. Miró el reloj y se dio cuenta que hora era; se quitó su delantal del uniforme y lo colgó en el perchero que tenían los empleados, saliendo apresuradamente del negocio mientras se despedía de Johan, el chico que atendía la caja, y se dirigía a la secundaria corriendo
¤¤¤¤¤
{7:10 a.m.}
El timbre de la escuela sonó y los pasos que se escuchaban chapotear en los charcos se oyeron más y más veloces, Skylar estaba a casi un metro de la escuela cuándo vio que el cielo se tornaba de un color otoñal a cenizas; ella sólo apresuró el paso y entro al edificio lo más rápido que pudo antes de que empezara a llover. Estaba algo mojada pero no demasiado como para que sus ropas gotearan. Miró los letreros de los salones y ninguno le parecía conocido, "¿Enserio olvidé en qué grado estoy?", pensó. La suerte no le sonreía a la joven hoy. Entró por una puerta que tenía un 10th y una C colgados en una esquina, deseando que su memoria no le fallara. El salón estaba en medio de una plática acalorada cuándo entró, y de repente todos guardaron silencio al instante; Una sola mano se agitaba en el aire mientras los demás mostraban miradas de disgusto y se sentaban en sus respectivos lugares. Cuando al fin pudo verlo, Skylar sonrío por segunda vez en el día, mientras el chico castaño le sonreía, alegre de verla.
-Eres un idiota por relacionarte conmigo.-dijo Skylar mientras se sentaba en su pupitre.
-Buenos días, yo también te extrañe, Sky - respondió Wander Neblin, quien sonreía a la niña burlonamente
-Tu vida social se va a arruinar, ¿lo sabes verdad?
-Pues que se arruine. Ya lo estaba mucho antes de conocerte Skylar Crowley.-Respondió el muchacho, agitando su melena castaña. La joven iba a responder, pero el profesor entró al aula y todo volvió a sumirse en silencio.
-Bien alumnos, una antigua estudiante se une de nuevo con nosotros después de un descanso a causa de un pequeño...- el profesor dudó durante un momento y miró a Skylar, esperando pacientemente una señal; la chica asintió, dejando que el profesor continuara con su explicación-...erm, percance; así que confío en que todos dejemos el estrés y rechazo de lado y aceptemos a la señorita Crowley otra vez. Sin más que decir empecemos la clase.
¤¤¤¤¤
"Fenómeno", "Bruja", "Maldita demonio", "Púdrete en el infierno Crowley", etc., etc. Todos los papeles arrugados que los alumnos tiraban a Skylar llevaban todo tipo de insultos y maldiciones. Ella entendía el porqué. Pero no entendía el por qué no la molestaban sólo a ella. Había un grupo de gente, o más bien, un grupo de adolescentes. Se hacían llamar "Los Wells", y formaban parte de la lista de clubes de la escuela, siendo el único club de investigación en todo el pueblo de Gillien Lake. No eran un grupo muy común que digamos. Estaba conformado por Jeannette Drew, Wander Neblin, Chara Brown, el vicepresidente Collin Fitzgerald, y... El líder, Aaron Crowley. Ese hecho era incómodo para Skylar, pero era mucho más incómodo que mientras rebuscaba distraídamente entre el montículo de papeles, hubiera hallado una pequeña nota con caligrafía apretada que le avisaba de una reunión a las 4:00 p.m, en la biblioteca, esa tarde en la escuela. Las dudas de la joven sobre el pequeño recado se disiparon cuando su teléfono celular vibró, notificando en la brillante pantalla un mensaje de texto de Collin:
"Queremos que seas nuestra líder sucesora, Sky."
El club la buscaba para que se uniera al grupo, más específicamente que se convirtiera en la líder sucesora.
Tomar el puesto de líder.
Tomar el puesto de su hermano. . . .
Vrrr
"Por favor"
Vaya que su día estaba yendo de mal en peor.
ESTÁS LEYENDO
Bittersweet Tragedy [ACTUALIZACIONES LENTAS]
Mystery / ThrillerAaron Crowley desapareció, Gillien Lake se sumió en una gran oscuridad en la que los muertos, la violencia y los desaparecidos no tardaron en aparecer en el pequeño pueblo, y Skylar Crowley ya está harta de toda la locura. Junto con el equipo de in...