Hipótesis: ¿Qué pasaría si...?

¿Verdad o atrevimiento?

El resto de la tarde ha transcurrido con el constante acoso por parte de mis amigas sobre lo ocurrido con los chicos del parque.

Sinceramente, no creo que haya mucha información que quede por aportar. A pesar de eso, en cuanto cruzamos el umbral de mi casa, comienza de nuevo el interrogatorio.

La primera en disparar es Vic. "Que gran sorpresa", pienso para mis adentros con gran ironía.

— Bueno, entonces... ¿No tenéis absolutamente ninguna forma de comunicaros con ellos? — Ella en su línea.

Podría parecer un comentario inocente, si no conoces a Vic. Esta chica es... ¿cómo decirlo sin insultar a ninguna raza de animales de cuatro patas...? Una completa ¿fresca? Sí, supongo que es lo más suave que puedo decir de ella. Victoria es la novia de mi mejor amigo (Gorka) y desde que empezaron, más o menos, le lleva siendo infiel. No es que Gorka le sea siempre fiel, pero al menos no va presumiendo de ello.

El caso es que como buena mejor amiga estoy al tanto de cada detalle de su tormentosa y poco sincera relación. Él, claramente, no la quiere y ella finge que sí, pero lo dudo mucho. Por otro lado, yo tengo que fingir que no me entero de lo que hace ella, ni de lo que me cuenta él, es decir que en realidad tampoco soy quién para juzgar la sinceridad ajena.

— Ya te dijimos que no.— Respondo con aparente aburrimiento. Después, cojo una de las bolsas que hemos comprado para picotear y la secuestro entre mis piernas.— No sabemos su número, ni como localizarlos en ninguna red social. Lo siento, chica, otra vez será.

Ella me mira, intentando contener la cara de asco. Acto seguido sonríe en mi dirección y añade:

— No, si no es por mí. Yo estoy estupendamente con mi Gorki.

Nada más decirlo, levanto las cejas. Lo que yo decía. No se si se autoengaña o está tan acostumbrada a mentir que ya se lo cree. Ruedo los ojos, abandonando cualquier resto de sorpresa que quedase alojado en mi cara.

— Bueno, pués no hace falta que te preocupes por nosotras, cielo.— Le digo, intentando fingir simpatía.

Marta suelta una pequeña risa al darse cuenta de lo que he dicho. Ella es como mi hermana, y por tanto, sabe perfectamente que para mí "cielo" es un sinónimo de "gilipollas", pero queda más fino. De todos modos, parece que nadie más lo ha notado.

— ¿Y no tenéis nada con lo que buscar? ¿Apellidos? ¿Amistades en común? ¿Colegio? ¿Nada? — Dice Sandra, quien parece no estar pillando la situación.

Negamos las tres a coro. Ya con desesperación como tono subyacente en nuestras voces.

Durante los siguientes dos minutos, nadie dice nada. Supongo que intentando buscar una nueva vía de acoso sin explotar. Nada. Al final terminan dándose por vencidas.

— Bueno, y... ¿Qué hacemos?— Dice tímidamente Miranda. Bendigo mentalmente a mi amiga por cambiar de tema.

— Vemos una peli ¿no?— Dice Sandra reincorporándose a la conversación. Tras el momento tenso que acababa de pasar.

— El mismo dilema de siempre, Angie no quiere ver ninguna de terror, Vic pasa de dramas, a casi ninguna os gustan las de acción...— Dice Marta.— Así es imposible chicas.

Otro minuto de silencio por la guerra perdida contra las sesiones de cine en grupo, o eso parece.

— ¿Y "Verdad o Reto"?— Dice Carolina rompiendo nuestro momento de reflexión. Supongo que ella tampoco quiere dar pie a que nadie más vuelva a pensar en nada de esta tarde.

— Sinceramente, no me apetece mucho jugar. — Comenta Vir.

Casi no puedo evitar soltar una carcajada ante su contestación. Con lo espabilada que está para unas cosas, y otras es tan inocente...