Capítulo 3: Mentiras Piadosas

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El sol nos da la vida y nos condena.

Riku se encontraba preocupado por el estado de su amigo, pero tampoco podía evitar sentirse algo enfadado con él. No quería decirlo en voz alta, pero le provocaba una rabia inmensa el haber perdido un día de su vida, el cual podía haber aprovechado para acabar su proyecto, porque a su querido amigo de la infancia, Sora, se le había ocurrido quedarse otra vez dormido en la arena. 

Sin embargo, sabía que no podía ni debía decir aquello en voz alta; sería muy egoísta por su parte, pero era verdad. ¿Cómo le miraría Kairi u el resto de compañeros si descubrían en qué pensaba aquel chico albino? ¿Cómo se le podía siquiera pasar por la cabeza el enfadarse con su amigo, que ahora se encontraba inconsciente en una camilla de hospital? Sacudió la cabeza resignado, comenzando a sentirse mal por aquello; pero él siempre había sido alguien muy propio, no era algo que cambiase en el carácter de una persona con tanta facilidad.

Kairi se había marchado a su casa hacía rato. Decía querer acabar sus deberes de verano, aquellos que los profesores daban pero luego nunca pedían, para luego poder distraerse tranquilamente con sus amigos, al día siguiente, cuando Sora se encontrase mejor. Riku sonreía algo divertido, recordando el trayecto de vuelta a la isla en bote. Sabía que no era correcto por su parte reírse del estado de su amigo, pero le parecía hasta tierno el ver cómo se asomaba al agua mientras Kairi y él remaban, y tocaba las olas como si estuviese acariciando a alguien. No, no debía reírse, pero era imposible olvidar al chico de revoltosos cabellos castaños llegar a la orilla, saltar al mar y caer de cara mientras sus amigos acababan de aparcar aquella barca blanca en la arena. 

Prácticamente tuvieron que cargarlo al hospital, Sora deliraba y comenzaba a perder el conocimiento justo cuando llegaron a la clínica, se quejaba constantemente de que le dolía todo, de que le "habían arrancado el corazón". Riku mantenía una sonrisa ahora, recordando también el interrogatorio del Doctor Sánchez, el médico de guardia que les había atendido, mientras Sora yacía en una camilla de enfermería.

"Habéis llegado a tiempo, por suerte no es un golpe de calor." Aclaró el doctor, a lo que ambos Kairi y Riku soltaron el aire de sus pulmones al unísono, descargando la tensión. "Pero no debería haberse metido al agua de golpe, la temperatura corporal no se regula tan rápidamente."

"Yo le puse mi camiseta húmeda en la cabeza, mientras veníamos hacia aquí... Así evitaba el contacto con el sol." Aclaró Kairi, que llevaba una chaqueta veraniega, color amarillo taxi con dos franjas azul marino atravesando el dorso y torso de esta; la chaqueta era de Riku, ya que ella se había quitado y mojado su camiseta, que debido al calor ya estaría seca. Básicamente se negaba a ir por el pueblo en sujetador, por mucho que más de una vez los tres cruzaron aquellas mismas calles en bañador.

"Yo... Remaba." Comentó Riku, encogiéndose de hombros, e intentando aportar algo a la conversación.

"Entonces, ¿Qué le ha pasado a vuestro amigo?" Finalmente preguntó. Aquel hombre robusto, de barba negra y ojos verdes se inclinó inquisitivamente sobre su escritorio, interrogando a ambos niños. "¿Habéis consumido alguna.. Sustancia?"

Riku y Kairi intercambiaron miradas. Ambos negaron a la vez, en confusión.

"¿Nada? ¿Ni alcohol?"

"Solo jugábamos en la playa. Tenemos catorce años, señor..." Aclaró Kairi.

"Yo a vuestra edad me iba a tomar cerveza con mis compañeros de universidad." Comenta, entre risas.

"Señor, tenemos catorce años." Volvió a puntualizar Kairi.

Atrás de los chicos y el doctor, varios enfermeros de guardia se encargaban de cuidar de Sora. Mientras Kairi intentaba hacer entender al señor Sánchez que no habían ingerido nada, Riku desviaba la mirada, por detrás del escritorio, hacia donde yacía Sora, descansando como si no hubiese ocurrido nada. Veía a una mujer de cabellos dorados muy largos, recogidos en una cola, tomarle la presión, mientras que otro chico, de complexión ancha y piel morena, apuntaba algo desconocido para el adolescente albino en un portafolios.

La caída de los sueños ( Kingdom Hearts )Where stories live. Discover now