Capítulo 21

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—¿A dónde me llevan? —pregunta Lesley, con mucha curiosidad.

—Cálmate, me estás desesperando—le responde Sophy, riendo.

—Lo siento.

—¡Llegamos! —digo emocionada, mientras Alex me envuelve con sus brazos.

Es de noche y hemos decidido ir al parque justo a la laguna donde Lesley cayó hace un par de días. Es un hermoso sábado y quisimos darle una sorpresa.

Lesley permanece con los ojos vendados, aquí están sus padres, pero ella no lo sabe, también están los padres de Sam y los míos. Ellos sostienen un globo de helio color rojo y amarrado en él hay un papel escrito con buenos deseos para Lesley.

—¿Qué es todo esto? —pregunta mi amiga al momento que la dejamos ver lo que habíamos preparado.

Sam se acerca a ella.

—Esto es una muestra de agradecimiento ante todo lo que ha ocurrido, porque no solo recuperaste la vista, también aprendimos a valorar la promesa que un día nos hicimos—le dice Sam.

Tomo un globo y en él amarro el papel que tiene mis más grandes agradecimientos porque Lesley está bien.

—Me alegro mucho que todo haya mejorado, que a pesar de todo estemos aquí unidos, me alegro tanto de que estés bien, gracias por no guardarme rencor y convencerme de que nadie tiene la culpa por todo lo que pasó. Te quiero muchísimo y agradezco a Dios que te haya devuelto la felicidad. —Termino de hablar y suelto el globo. Acto seguido por todos, miramos hacia el cielo y estos se chocan entre sí a medida que siguen subiendo. Sam abraza a Lesley y después de las palabras de sus padres, le damos a mi amiga un abrazo grupal.

Realmente me siento muy feliz de que todo entre ellos dos haya mejorado, y haber planeado esto fue lo mejor que se me ocurrió, a pesar de haberme sentido culpable, ellos dos jamás me reprocharon lo sucedido.

Antes de ir a casa decidimos ir a cenar todos juntos. La pasamos increíble.

(...)

—Ha sido una noche maravillosa—me dice Alex. Estamos fuera de mi casa. Mis padres y Luke ya han entrado.

—Pues sí, me siento muy feliz de haber pasado esta noche con nuestros padres.

—Annia, ¿Ocurre algo?

Suspiro. –Bueno, he estado pensando y sabes... tú conoces a mis padres y te has ganado la confianza de ellos, pero yo...

—No conoces a los míos—termina la frase.

—Exacto.

—Amor, te prometo que haré todo lo posible porque se conozcan, sé que mis padres te amarán.

—¿Sí? —pregunto, enarco una ceja.

—Sí, estoy muy seguro de eso. —Me abraza y esconde su rostro en mi cuello. —Te amo, Annia.

(...)

—Hola mamá—saludo a mi madre que está junto a papá en el mueble, eligiendo un lugar para visitar juntos el próximo fin de semana. Le doy un sonoro beso a mi padre y él sonríe.

—Hija he escuchado a Luke quejarse toda la tarde, dice que tu amiga ha planeado ir al centro comercial y que tendrá que ir. —Papá empieza reír.

—Sí papá, hemos quedado en ir al centro comercial y llevar a los chicos—le respondo, riendo.

Sé que a ellos no les agrada pasar horas y horas viendo qué compramos y que no.

Naciste para míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora