𝙲𝚊𝚝 𝙱𝚘𝚢 [En Pausa]

01 Mañana

Frunció su ceño al sentir una molesta luz punzando sus ojos. Pesadamente trataba de abrirlos al notar que su sueño estaba siendo interrumpido por pasos ruidosos de alguien más. Se removió en la cama con un quejido sonoro mientras estiraba sus brazos junto con las sábanas.

―¿Oh? ¿Te desperté? Lo siento.

Con una mueca tierna miró al dueño de la voz y con nubes en los ojos logró darse cuenta que estaba tratando de acomodarse la corbata. Se incorporó en la cálida cama y empezó a mirar a su alrededor, tratando de acordarse si quiera que día era. Bostezó tallándose los ojos con sus cabellos despeinados y parados. Una vista linda para el hombre de la corbata.

Suga estaba comenzando a planear su día, porque si bien, él sabía que la mañana estaba comenzando cuando el mayor se iba al trabajo. Dándole un beso de despedida en su sien y acariciando su mejilla. Esa era su alarma para comenzar el día.

―¿Vas tarde hoy? ―preguntó con voz baja y ronca. Rascándose el pecho.

―Algo ―contestó dudoso.

Suga asintió parpadeando varias veces, tratando de entender lo que significaba ese "algo". Tal vez no era su hora habitual de despertarse, o tal vez tenía que llegar mas temprano que de costumbre, o tal vez se había levantado a buena hora pero tenía que pasar a buscar algo, y por ello no había calculado bien el tiempo. Un debate estaba surgiendo en su cabeza a altas horas de la mañana. No sabía con exactitud que significaba ese "algo". Pero bueno, al final daba igual, porque NamJoon era tan genial que no importaba si se equivocaba, siempre veía la forma de resolverlo y aún así seguir viéndose cool.

Según desde la perspectiva de Suga.

―Suga ―llamó NamJoon su atención, desviando los pensamientos divagantes que el menor tenía―, recuerda que hoy salgo temprano e iremos a ver al doctor ―dijo normalmente mientras se veía en el espejo con intención de verse elegante.

El menor agrandó sus ojos levemente, mientras soltaba un bajo "¿Eh?" tratando de procesar la información que entraba en su oído izquierdo, y al parecer, salía por el derecho.

―¿Ya se te había olvidado? ―sonriendo preguntó el moreno con un tono ligeramente acusador― Lo agendamos desde la semana pasada.

Se dirigió hacía la cama para estar más cerca de Suga y tratar de hacerle entender lo importante que era ir al doctor para una revisión médica.

―Pero no quiero ir ―le dijo con un tono quejoso y molesto.

El mayor suspiró mostrando paciencia.

―Ya hablamos de esto antes. ¿Sabes lo importante qué es? Es tu primera vez yendo al doctor en años, necesito saber como estás.

―¡Estoy bien! ¡Estoy sano! ―tratando de convencerlo hizo uso de su voz animada, para mostrar que solo estaba "exagerando".

―No vamos a discutirlo más, Suga. La cita ya está hecha ―se levantó de la orilla de la cama para dirigirse hacia la puerta.

―¡Pero NamJoon...!

El mencionado volteó a verlo con su ceño levemente fruncido, mostrando que no iba a seguir con la controversia. Pero Suga no hizo caso de la mirada de advertencia.

―¡NamJonnie es muy cruel! ¡NamJonnie me odia, no me quiere! ―comenzó a hacer berrinches fingiendo llorar mientras daba vueltas en la cama, como si fuera un niño pequeño.

―Mejor levántate y acompáñame a la puerta.

YoonGi hizo su último puchero y se levantó de la cama siguiendo el camino de NamJoon, sintiendo el frío del piso chocando contra sus pies.

Al llegar a la sala, NamJoon tomó su maletín junto con las llaves del coche.

―Me estoy yendo ―besó la frente de Suga―. Cuando regrese tienes que estar bañado y vestido.

El dedo pulgar de NamJoon acariciaba la mejilla con dulzura y amor, queriendo reflejar lo mucho que lo quería, aunque el menor no se diera cuenta.

―Está bien ―asintió con la mirada abajo― ¿A qué hora volverás?

―Cerca de las 4:00 ―abrió la puerta de madera― Dejé tu desayuno preparado sobre la mesa, está tapado, así que comes ¿Okay?

Suga volvió a asentir un poco más relajado, mientras NamJoon volvía a besar su frente revolviendo su cabello con cariño.

―¡Nos vemos al rato! ―gritó encaminado al coche.

El menor vió como poco a poco se iba alejando el auto, observando las maniobras que hacia Nam para dar la vuelta y salir de la residencia.

Suga cerró con llave la puerta, recordando las palabras que siempre le decía NamJoon al regresar del trabajo:

"Cada vez que me vaya, tienes que asegurar la puerta, alguien podría meterse y hacerte daño"

Suga no quería eso, no quería causar problemas ni preocuparlo. Nada de eso, asi que mejor obedecía a las indicaciones del mayor.

Fue directo a la mesa donde estaba su desayuno, destapandolo y olfateando el delicioso olor que emitía la comida. Sin duda, NamJoon sabía hacer de todo; puesto que él cocinaba, él lavaba, trabajaba, hacía las tareas del hogar -aunque lo ayudara de vez en cuando-, e incluso se ejercitaba. Tenía conocimiento de distintos temas, y era un gran poeta y filósofo. Suga lo veía de esa forma, Suga le admiraba, y con ello, también lo respetaba.

Se dispuso a comer saboreando los ingredientes y lo cálida que todavía estaba la comida, cerrando sus ojos y sintiendo el amor que NamJoon se empeñaba en ponerle. Con sus dos manos agarró el vaso de cristal donde tenía jugo de naranja natural y comenzó a beberlo. El sabor no era ni muy dulce ni muy simple, tampoco estaba agrio. Simplemente estaba perfecto. Como a él le gustaba.

Suga seguía comiendo normalmente, con la luz entrando por las puertas traseras y las ventanas abiertas, el canto de los pájaros a lo lejos sonaba en sus oídos, y entre su cabeza divagante, un pensamiento le surgió.

No se había cepillado los dientes.

NamJoon siempre le decía que tenía que hacerlo cuando se despertaba, después de comer y antes de ir a dormir. Pero al parecer se le había olvidado.

Bueno, ¿qué más daba? Él no lo iba saber de todos modos, ni tampoco se daría cuenta. No si no le decía. Así que de esa forma comenzaba la primera mentirita del día. No era tan grave si lo pensaba detenidamente.

Regresando su atención a la comida, empezó a comer de manera más rápida pensando en lo que haría el resto del día. Aunque bueno, no había mucho por hacer.

Sólo tenía que esperar hasta que NamJoon regresara.

Sólo tenía que hacer eso.

Sólo eso.

Y nada más que eso.