13 Enfermo

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Sabía que aún era temprano, pero no era la hora exacta en la que se solía levantar. Su cuerpo se sentía caliente y exhalaba aire cálido a través de sus fosas nasales. Lentamente abrió los ojos con dificultad y sintió los huesos levemente entumecidos, distinguió el dolor punzante que yacía en su cabeza, y estiró su brazo para observar la hora en el teléfono.

5: 54 a.m.

Faltaban 6 minutos antes de que sonara la alarma que indicaba la hora en que empezaba su día. Sin embargo, no tenía las suficientes fuerzas para hacerlo, su cuerpo se sentía cansado, enfermo, por lo que comenzó a debatirse si debía ir a trabajar o no. Sabía que auto recetarse estaba mal, Jin se lo había dicho millones de veces, aunque el mayor se especializara más en los híbridos, también tenía que hacerlo en los humanos, puesto que no habían tantas diferencias entre estas dos especies.

Al final decidió tomarse un par de pastillas para la fiebre, y se levantó dispuesto a ir al trabajo, se dijo a sí mismo que si su fiebre empeoraba, entonces volvería a casa, tampoco quería auto exigirse. Se alistó como de costumbre, siguiendo su rutina aunque con poco rendimiento, tomo una taza de café, y solo por esta vez, le debía el desayuno a Suga, realmente no tenía tantas energías para ser muy activo.

Escuchó a a su compañero entrar a la cocina tallándose sus ojos.

-¿Vas tarde al trabajo?

-Si... me siento un poco enfermo.

Cuando Suga observó a NamJoon claramente, se dio cuenta del semblante que poseía, se veía cansado y adolorido.

-¿Un poco? ¿No será mejor si descansas?

-Los chicos ya perdieron un día de clases, no puedo atrasarme más.

-Te ves muy mal.

-Mmm.

NamJoon tomó las llaves de su auto, y se dirigió a Suga besando su frente.

-Te debo el desayuno por hoy, ¿puedes prepararlo por ti mismo?

-Si, puedo desayunar cereal.

-Come algo más que cereal -revolvió su cabello sonriendo.

Suga observó al moreno dirigrse al auto con el rostro cansado y enfermo, a pesar de que lo intentara ocultar con una sonrisa, se desvanecía casi al instante mostrando debilidad. Se preocupó de que su compañero no la pasara tan bien dando las clases, y quiso ir a rogarle una vez más para que no se sobre exigiera, pero fue inútil. Sabía que NamJoon era un terco responsable, así que no tenía muchas opciones.

Suga continuó su mañana un poco preocupado, pensando en lo cansado y agotado que estaría NamJoon. Preparó su desayuno de la forma más sencilla, friendo dos salchichas que le había dado forma de pulpo, junto con dos huevos fritos, acompañado de jugo natural. NamJoon ocasionalmente se encargaba de que Suga bebiera y se alimentara de manera sana, preparando jugos de frutas naturales.

No duró mucho viendo la televisión, aunque quisiera, no podía quedarse tranquilo, porque pensaba que cuando NamJoon llegara estaría más cansado de lo usual, y no tendría las suficiente fuerzas para hacer las cosas rutinarias de la casa. Decidió hacerlas por él, porque pensaba que era la única forma de ayudarlo. Mientras hacía el aseo (que no era mucho) pensó en prepararle algo de comer, algo como sopa de pollo o similar, pero no sabía cocinar.

Suga no sabía cocinar porque nunca aprendió a hacerlo, desde que NamJoon lo había acogido, era él quien siempre se había encargado de alimentarlo ¿Así que, que debía de hacer? ¿Improvisar? Tenía una vaga idea de cómo se hacía una sopa de fideos, pero en realidad no estaba tan seguro de sus recuerdos.

Horas después, el felino escuchó el auto estacionarse, justo y como NamJoon había predicho, volvió antes de su salida habitual.

-Bienvenido a casa... - -abrió Suga la puerta.

--Gracias, iré a acostarme.

El menor asintió mientras ayudaba a NamJoon con su maletín y lo guiaba hacia la habitación del moreno. Lo ayudó a quitarse los zapatos de punta y le dejó los calcetines puestos.

-¿Quieres comer?

NamJoon lo miró curioso, mientras se quitaba la playera de mangas largas y quedaba en una camiseta de tirantes delgada.

-¿Cocinaste tú solo?

-Si... algo así -contestó apenado -¿Quieres o no?

-Por favor.

Suga salió de la habitación apresurado y a la vez emocionado. En realidad no sabía si la sopa había quedado comestible, pero para asegurarse la probó una vez más y asintió confiando en su instinto. A su parecer, no sabía tan mala. Lo sirvió en un tazón mediano y lo puso sobre una bandeja, acompañado de un té.

Cuando entró de nuevo a la habitación NamJoon ya se encontraba recostado con su teléfono en mano, al parecer enviando mensajes. Cuando observó a Suga entrar, lo dejó de lado y se acomodó en una posición confortable, sonriendo.

-Aquí tienes -Suga esperó a que el mayor probara la sopa, ansiando por su reacción, porque al final, era la única que le importaba.

NamJoon se llevó la primera cucharada a la boca, saboreando el sabor de la comida, y la única mueca que pudo hacer, fue mostrar sus dientes en un intento de sonrisa, para al final sonreír ampliamente cerrando sus ojos y arqueado sus cejas.

-Sabe bien, ya puedes cocinar para ti mismo.

Suga entrecerró sus ojos debatiendo si confiar en sus palabras o no, pero al final cedió y las creyó. Si NamJoon lo decía, entonces era cierto, y eso era suficiente para él.

-Come y descansa -fue lo que se limitó a decir el minino.

-Gracias.

Suga salió de la habitación para ir directo a la sala. Prendió la televisión en su canal favorito, y dejó a su mente descansar, por lo menos un par de minutos. Suga comenzaba a pensar que tal vez no estaba siendo de mucha ayuda. Si tan solo supiera cosas de la salud como Jin, o saber cocinar como NamJoon, probablemente pudiera apoyarlo en otra forma y no tan solo con una simple sopa de fideos.

Decidió que una vez que NamJoon se recuperara, le pediría que le enseñara a cocinar, y así, al menos podría preparar las comidas por las tardes o al menos el desayuno.

Él quería ser de ayuda también.

𝙲𝚊𝚝 𝙱𝚘𝚢 [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora