11 HoSeok

158 28 0
                                    

Cuando la mañana llegó, NamJoon decidió levantarse un poco más tarde de lo usual, ya que no tenía la necesidad de ir a trabajar a la Universidad donde impartía clases. Sus alumnos le habían pedido permiso -casi rogando- que les diera el día libre para una excursión que los jóvenes habían planeado, y NamJoon, como buen profesor amigable, les cedió el permiso. Por lo que el moreno decidió tener al menos un día más o menos productivo e invitar a un viejo amigo suyo.

Inició sus planes, despertando a Suga de manera gentil, cosa que no logró al instante y prefirió dejarlo dormir al menos unos minutos más. Se cambió de ropas y se dirigió al baño a comenzar con su rutina de skincare. El cual no era tan complicado pero si un poco más laborioso que el de Suga. Consistía en utilizar un jabón especialmente para la limpieza del rostro, después cremas hidratantes y aclarantes, y aveces, si tenía suficientes ganas, utilizaba mascarillas para suavizar la piel. Cepilló sus dientes y roció un poco de loción sobre sus ropas, con el objetivo de oler bien.

Antes de si quiera dirigirse a la cocina, decidió lavar un poco de ropa y echar a andar la lavadora mientras preparaba el desayuno,de esa forma, no perdería el tiempo haciendo cada actividad por separado. Aunque siendo sinceros, no había muchas tareas domésticas por hacer, ya que al ser sólo dos personas que viven en una sola casa, no había tanto desorden en el hogar.

Esa mañana había decidido preparar Gyeranmari, algo sencillo y rápido que no era tan laborioso y ligero.

Comenzó picando los ingredientes mostrando una buena técnica en el manejo del cuchillo, NamJoon parecía tener tanta experiencia y fluidez para cortar los vegetales, que si no fuera porque él mismo lo contara, alguien jamás se hubiera imaginado que antes era un verdadero desastre en la cocina.

Mientras seguía haciendo su labor, notó a Suga entrando por la cocina con pasos pesados mientras arrastraba los pies.

―Buenos días ―saludó NamJoon.

―Buenos días ―se sentó Suga en el banco cerca de la mesa―, ¿no ibas a trabajar hoy? ―preguntó.

―No... ¿No te conté? Los chicos querían el día libre para una excursión, y les di el permiso.

―Mmm ―asintió en modo de comprensión.

―¿Puedes preparar el café en la cafetera? No puedo quitar mi vista del Gyeranmari ―pidió el moreno con su concentración en la comida.

Sin decir nada, Suga cambió el filtro de la cafetera y buscó a su alrededor la bolsa del polvo fino. Al ser el único delirio del mayor, acostumbraba a comprar el mejor café gourmet que pudiera encontrar, restandole importancia si costaba caro o no. Aunque según Suga, todos los granos de café sabían igual.

Agregó las cucharadas de la bolsa, vació el agua requerida para dos tazas, y encendió el aparato. Para el minino, puede que no le gustara el sabor a café, pero no podía negar el hecho de que el aroma era muy placentero por las mañanas frescas.

―Ah, hoy vendrá un amigo a almorzar. Su nombre es Hoseok, trabaja en la Universidad. ―soltó de repente NamJoon mientras servía los rollos de huevo en el plato.

Suga sintió incomodidad al escuchar que alguien vendría a su hogar, auque no acostumbrara a recibir constantes visitas, no le agradaba demasiado la idea de que un extraño estuviera cerca suyo. Pues aparte de que, NamJoon nunca antes había mencionado tener un amigo llamado HoSeok.

―¿También es maestro de filosofía? ―preguntó Suga queriendo distraerse del sentimiento.

―Oh, no. Él es un antiguo amigo de secundaria  pero trabaja como profesor de baile, nos volvimos a encontrar en una junta de docentes. Es muy agradable.

―Uhm ―asintió Suga sentándose de nuevo.

Después de algunos minutos de silencio, el aroma de la comida comenzaba a hacerse presente en la cocina, poco después NamJoon sirvió el desayuno dirigiéndose al comedor con ambos platos de Gyeranmari, mientras que Suga lo ayudaba llevando las tazas con café y chocolate (bebida que calentó en el microondas).

NamJoon como todo adulto promedio, encendió las noticias para estar informado de lo que pasaba alrededor del mundo y de su propio país.

―¿Por que te gustan las noticias aburridas? ―preguntó Suga llevándose un rollo de huevo a la boca.

―No son aburridas, te puedes informar de mucha cosas.

―Mmm. 

Ambos prosiguieron con su desayuno sin intercambiar más palabras de lo necesario, era una costumbre que tenían al estar en silencio cuando no había algo interesante de que hablar. Los únicos sonidos que predominaban era la comida siendo masticada, más la televisión en comerciales.

Que en parte, si no fueran por esos comerciales, Suga no habría recordado la conversación de días atrás que tuvo con NamJoon, donde, después de tantas súplicas y arañazos, el moreno accedió a pagarle clases de piano. Pero todavía no sabía que día iba a empezar, y la emoción lo comía vivo casi todos los días. Aquel comercial promovía el consumo regular del agua natural, comparando la sensación placentera de estar hidratado con la sensación de escuchar el piano siendo tocado por alguien profesional.

Suga observó al moreno con ojos fijos, como si quisiera saber lo que pensaba en ese momento. Necesitaba saber si al menos aquel comercial le había refrescado la memoria.

Pero no hubo respuesta alguna, así que decidió que él mismo se encargaría de recordarle. Aclaró  su garganta mientras buscaba las palabras adecuadas para hablar. Sabía que su deseo era comenzar a tocar el piano, pero a veces se preguntaba si no estaba siendo una molestia al insistir constantemente con lo mismo.

―NamJoon...

―¿Mmm? ―se giró a verlo mientras masticaba el último trozo del rollo de huevo.

Sin embargo, Suga no respondió , aún no sabía con exactitud que palabras utilizar para iniciar la conversación, por lo que después de unos segundos más, se armó de suficiente valor

―¿Cuándo comenzaré las clases?

―¿Clases? ―arrugó el ceño.

―Las de piano... ―contestó bajo con obviedad.

―¡Oh! Si, si... ―aclaró su garganta― Aún no he encontrado un buen profesor que quiera prestar su propio piano, tú sabes... los pianos son costosos.

―Uhm ―asintió desanimado.

Suga consideraba que solo se podía limitar a ser paciente y comprensivo, por un lado se sentía ansioso por tocar las teclas del piano con sus propios dedos, pero por el otro, sentía que estaba fastidiando con el mismo tema cada vez que hablaban, y él no quería ser de esa forma.

Después del desayuno, NamJoon le pidió a Suga que le ayudara lavando los platos y vasos, después también le ayudaría en colgar la ropa una vez que estuviera lista. Más tarde, luego de unas cuantas tareas domésticas, NamJoon decidió ordenar pollo Yangnyeom, ya que como era su día libre, no lo quería gastar haciendo comida, prefería solamente relajarse y conversar con su amigo.

Quien no tardó en llegar cuando escucharon sonar el timbre.

Cuando NamJoon abrió la puerta, Suga pudo visualizar a Hoseok con una sonrisa de oreja a oreja, para después observar a detalle sus labios delgados que hacían ilusión a la forma de un corazón, y que combinaba muy bien con sus ojos en forma de media luna.

Suga por un momento pensó que se quedaría ciego de ver tanta luz que irradiaba el amigo de NamJoon.

🌻🌻🌻

Originalmente tenía planeado que Hoseok y Suga fueran buenos amigos, amigos supeeer cercanos, pero hubo cambio de planes en la historia:D

𝙲𝚊𝚝 𝙱𝚘𝚢 [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora