NO SOMOS NADA

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JUAN PABLO VILLAMIL

No pude contener mi emoción y solté un enorme grito, el mismo que provocó un ataque al corazón de mis tres amigos y entraron corriendo a mi habitación con cara de haber visto un fantasma

-¿Qué demonios te pasa Juan Pablo Villamil Cortes?- gritó Simón 

-Nada- dije con voz de niño pequeño recién regañado haciendo un puchero

-Casi se me sale el corazón por la boca por su culpa, perro- dijo Martín llevando una mano a su pecho

-Le aceptó la cita ¿verdad?- Isaza era el único que logró entender la causa del grito

-Sí- volví a gritar y comencé a celebrar

Los Vargas se miraban confundidos mientras observaban como Isaza se unía a mi celebración 

-Lo que pasa es que Papo tuvo el valor suficiente de invitar a salir a Leilani- explicó a los hermanos

- Esa no es razón suficiente para provocar nuestra muerte, Juan Pablo- dijo Martín

-Perdón, pero estaba muy feliz- volví a mi voz de niño

-Que felicidad, Papo ¿cuándo van a salir?- preguntó Simón tomando asiento en mi cama

-Quedamos para el sábado- dije sin parar de sonreír

-Ay pero mire que tierno es Papo, parece niño con juguete nuevo- Martín comenzó a molestar

-Sí Papo, que bien que está así de feliz, pero no por eso vaya a tratar a Leila como juguete- advirtió Isaza

-¿En serio me cree capaz de eso?- me hice el ofendido

-No, pero nunca está de más advertirlo-

-Está bien papá, te juro que la voy a cuidar bien- dije en tono de burla

Seguíamos conversando hasta que Martín comenzó a bostezar y decidimos que ya era hora de dormir

Llegó el tan esperado Sábado, en toda la semana no pude pensar en otra cosa más que en cómo me vería para hoy, incluso los chicos llegaron a molestar en que estaba peor que una niña escogiendo outfit para salir.

Las palabras de los chicos eran muy alentadoras y siempre me daban ánimos para llegar con la mejor actitud, había quedado en pasar por Leila a las 5 y eso me ponía de nervios

-Vamos, Papo con esa camisa se veía muy bien, hasta me dieron ganas de salir con usted- dijo Martín tirando un beso al aire a lo que yo comencé a reír

-No, Marto. Estaba pensando en que si voy con camisa se va a ver muy formal, mejor una playera cualquiera ¿no?- estaba demasiado nervioso y pensaba en cualquier detalle que pudiese asustar a Leila y que ya no quisiera salir otra vez conmigo

-Pero si siempre usa camisas, Papo- Martín estaba muy confundido

-Entienda que tiene mucho tiempo que no salgo con una niña y no quiero arruinarlo- me senté a su lado y recargue mi cabeza sobre mis manos

-Le juro que va a salir espectacular ¿que niña no se enamoraría de usted?- dijo intentando tranquilisarme

-Es increíble Martín, ya veo por qué Lau lo ama tanto- despeiné su cabello y comenzamos a reír

Una vez terminé de bañarme comencé a vestirme con la ropa que escogimos con Martín

Una vez terminé de bañarme comencé a vestirme con la ropa que escogimos con Martín

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