ES TU CULPA

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LEILANI CANELA

Pasaron unas horas hasta que el doctor salió a indicarnos que podíamos pasar

Entré a la habitación con cuidado y cerré la puerta

-Hola, Lei- dijo Alonso en un susurro

-¿Por qué estás aquí?- estaba al borde de las lágrimas

-Eso no importa- intento restarle importancia

-Alonso, estás en el hospital, obviamente importa ¿Qué pasó?- solté unas lágrimas

-Fue Bryan- soltó un suspiro

En cuánto escuche eso no pude contenerme más, estallé en llanto, necesitaba salir a romperle la cara a ese idiota, pero no quería hacer eso en el hospital y menos frente a Juan Pablo

-Alonso, todo es mi culpa- tomé su mano

-Esto no es tu culpa, pequeña. Nadie puede obligarte a querer a alguien, y eso es lo que no entiende Bryan- Alonso intentaba tranquilizarme

-Pero, si las cosas siguen así, los problemas cada vez serán más grandes y no quiero que lastimen a las personas que quiero por mi culpa-

-Bien lo has dicho, las personas que te queremos estamos dispuestas a soportar cualquier cosa por verte feliz- tomo mi cara entre sus manos

-No te merezco- dije mientras secaba mis lágrimas

-Nadie en este mundo me merece, pero tengo que acostumbrarme a eso- dijo con una pequeña risa

Seguí un rato con él hasta que una enfermera me indicó que debía irme. Nos despedimos y me hizo prometer que no cedería ante Bryan

Al salir pude ver a Juan Pablo dormido en un sillón de la sala de espera y no pude evitar sonreír, se veía adorable.

Me acerqué a él con el fin de despertarlo y poder ir a casa, pero como siempre, algo lo impidió

-Vamos a casa, Leilani- la mano de Jos me tomó por el hombro e impidió mi camino hacia Juan Pablo

-Ve tú, yo venía con él y planeo irme de la misma manera- respondí enojada y soltandome de su agarre

-No seas necia y vámonos- tiró de nuevo

Si bien, Alonso sólo había mencionado que Bryan lo había mandado al hospital, sabía que Jos estaba involucrado en todo esto y no lo iba a perdonar

-Deja de meterte en mi vida e intentar ordenarme qué hacer, ya estoy harta de ti y no quiero que te me acerques- aparté su mano de mi bruscamente y me dirigí a los sillones en los que Juan Pablo dormía 

-Sabes que esto es tu culpa, Leilani, y las cosas pueden empeorar si así lo decides- amenazó Jos y se fue

Esas palabras me estremecieron, no entendía a qué se refería, pero su voz sonaba seria y eso no era bueno. No quería que las personas que me rodean sufran más, pero por otra parte, no pienso ceder ante Bryan, pues es algo que también le prometí a Alonso

Una vez estuve a lado de Juan, me incliné para quedar a la altura que él se encontraba, es muy extraño ser más alta que él por unos instantes. Susurré su nombre y este al instante abrió los ojos.

Me perdí en su verde mirar, nuestras miradas chocaron y por acto seguido mis mejillas comenzaron a arder, generalmente odio el contacto visual, pero en este caso lo estaba disfrutando al cien por ciento, su mirada parecía querer decifrar algo en mi interior, algo que lo confundía, pero a la vez se tornaba tierna y con un brillo espectacular.

Causa Perdida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora