UN AÑO

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LEILANI CANELA

-¿Puedes creer que ya llevemos un año aquí?- preguntó Cami con cierta nostalgia

-No, siento que no ha pasado ni una semana- digo riendo

-Que exagerada- dice y suelta una carcajada

Camila y yo nos habíamos hecho muy buenas amigas desde aquel día que nos conocimos. Ambas pensamos que fue el destino, pues las dos estudiamos en la misma universidad y vivimos en el mismo edificio.

Esto facilitó todo para ambas, pues optamos por compartir departamento y así reducir los gastos, porque vivir aquí es algo costoso.

-Me emociona conocer México y a tus amigos. Siempre hablas de ellos y parecen ser bastante agradables- sonrío

-Lo son. Sé que te va a encantar- me senté a su lado

Cuando Cami mencionó esto, el miedo me invadió. Si bien, ya no me dolía el hablar de Juan Pablo, las heridas aún no sanaban por completo y el regresar a México y correr el riesgo de verlo, me aterraba

-Aún lo quieres- afirmó Cami al verme

No podía mentirle, en estos últimos meses ella era todo lo que tenía. Mi confidente, mi nueva mejor amiga, mi familia. Me conocía a la perfección y yo a ella

-Leila ¿por qué no intentarlo una vez más? Digo, yo sé que las cosas fueron difíciles, pero ambos se aman y que lo dejen perder, sería una desgracia- dijo tomándome de las manos

-Es que fue él el que no quiso seguir. Yo volé a Colombia por recuperarlo y él se negó. No ha llamado ni una sola vez en un año Cami.
Está más que claro que a él yo no le importo- dije al borde del llanto

Como ya había dicho, no estaba superado. Es como haber cubierto todo con una manta muy delgada, fácil de desgarrar

-No sabes cómo está él. Sus amigos les han dado el espacio suficiente a ambos para que no se lastimen. Date cuenta y nunca lo mencionan, e incluso las veces que se escucha su voz, finalizan la llamada- Camila estaba en lo cierto

-Pero eso no quita que él no me haya buscado- volví a renegar

-Tú le dijiste que te ibas. Tal vez está respetando tu decisión de alejarte- suspiró- Leila, no dejes que su orgullo termine con algo tan bonito que tenían. Sí, ambos cometieron errores, pero aún pueden enmendarlos. Y si no se vuelven a encontrar, que sea la mala suerte que el destino les depare, pero no por la cobardía de ambos. No dejen que el haberse conocido sea una causa perdida-

Flashback

-Mira, tú me gustas demasiado, se supone que esto lo diría en muchas citas más adelante, pero viendo lo que puede pasar, creo que no es buena idea esperar más, quiero estar contigo y voy a hacer hasta lo imposible por que sea así, o me dejo de llamar Juan Pablo Villamil Cortés- tomo mi mano libre con la suya y depositó un beso en la punta de mis dedos

-También quiero estar contigo Juan, vamos a pelear por esto y nos aferraremos a que esto no sea una causa perdida- sonreí

Fin del flashback

Las palabras de Cami trajeron esos recuerdos a mi mente. Él y yo no íbamos a ser una Causa Perdida

Él haría hasta lo imposible por mi, eso dijo y me voy a asegurar de que lo haga o de lo contrario, que se cambie el nombre.

JUAN PABLO VILLAMIL

Ya era tarde, pero al fin el último día de clases. Este año fue muy agotador, pero al fin obtendría el descanso que tanto merecía

Causa Perdida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora