"Cartas a un Alien" [ZaDR]

Carta 14. Sólo un sueño (2/2)

El muchacho con aire de grandeza se acercó a la ventana posando su pie arriba de un pequeño librero cercano, sin dejar que sus manos saliesen de los bolsillos del pantalón.

Desconcertó un poco al alien después de que le preguntase algo inesperado.

- ¿Todo bien Zim?...

No es que los compañeros - que se aclara, no sobrepasaban la cantidad de 10 alumnos - les importase lo que ellos hacían, ni antes ni mucho menos ahora; así que Dib podía tener esa oportunidad de hablar de cierto tema con el alien.
El mundo sólo podía centrarse en ellos dos y ya.

Vaciló asimismo aquel "chico" de tonos verdosos antes de responderle.

- Si, todo tranquilo... - giró su cabeza a manera que sólo viese al muchacho humano por el rabillo del ojo - ¿y tú?

- Bien gracias... Sigo realizando mis investigaciones y ya....

- Que gusto me da...

Podrían llevarse bien como amigos - no muy unidos pero simplemente que se hablaran de manera casual - sin embargo, parecía que a cada uno les ganaba su orgullo, terminando en aquellas "miradas" y ciertas "disputas silenciosas".

Parecía como si fuesen dos bloques
diferentes: La Esperanza de la Humanidad por un lado y El Caos y Destrucción Alienígena por otro.

Y no cambiarían en nada.

- Si te hiciese una pregunta, ¿la responderías con toda la verdad?...

- Si no está relacionada con la forma más rápida de dominar el mundo, adelante.

- Tal vez cuente con poca experiencia en mis años de estar en la tierra pero sigo sin entender ciertas cosas - el muchacho de ojos marrones no sabía cuál era el punto que quería llegar éste, dejándolo proseguir - por ejemplo que los humanos sean tan hipócritas con ciertas personas las cuales les dicen ser "especiales" y al final las botan como si fueran basura espacial... Y la otra es...

-"¿En qué soy especial yo para ti?"

El contrario abrió los ojos de una manera sorpresiva. Sin siquiera voltearse, el del cuestionamiento supo su reacción, a lo que soló una pequeña risa.

- Es gracioso que las demás masas humanas observen el aspecto físico de una persona al igual que si objeto se tratase...

Tragó saliva, le era más rasposa su garganta de Dib que nunca.

- Y bueno, con ello no cuento... Así que tu explícame el porqué te llamé la atención...

El corazón le palpitaba de forma rápida, tanto que estaría a punto de un paro cardiaco, sin embargo, no podría regresar a un inicio y correr cual presa de su cazador.

Se encontraba otra vez atrapado en ese ciclo sin fin: si no era descuartizado por las patas metálicas, eran puñaladas con oraciones.

- A primera vista no sería tanto tu vestimenta ni nada, si no, el interior que tienes y no me refiero a algún compuesto orgánico es mejor dicho... - el muchacho se giró para que quedasen cara a cara los dos - Tu forma de ser.
Uno no puede decidir a quién va a querer ni mucho menos, obligarse a reprimir ese sentimiento porque... Porque va creciendo hasta abrumarte y pensar cosas equivocadas.

Confusión y claridad tenía el alien, ahora comprendía ciertas cosas.

- Y tomándote como compañero de clase o más bien conocido, empezaste a formar algo parte de mi lo que me hacía sentir reconfortado y animado todo el tiempo... - bajó la mirada - tanto así que me enamoré de eso...

Sonó el timbre que finaliza la primera clase del día.

- Sólo era eso... - el de ojos marrones se alejó para tomar su mochila y salir del salón para matar clases no sin antes voltear para hecharle una última mirada - ... I'll see you tomorrow

Y así, sin más, salió para caminar entre pasillos desolados.

Sin embargo ese "evitar" le hizo tener mala suerte.

- Vaya... ¿a quién tenemos aquí?... - un grupo desconocido de jóvenes se acercaba al chico de ojos marrones - Un cuatro ojos.

Sin otra cosa más que se dijese, sabía que en ese momento tendría que correr...

O quedará con otra cosa más rota aparte que su corazón...