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Caminaba por las calles de Barcelona con mi cámara en la mano, capturando la belleza de su paisajes y cualquier otra cosa que pudiera inspirarme para mi próxima exposición. Hace más de un año llegué a esta ciudad como turista y solo me tomó un par de semanas enamorarme de esta ciudad, deseando quedarme en ella para siempre.
Este día en particular recorrí las calles de Trafalgar impresionada de su arquitectura, los hoteles y de un estudio de tatuajes con un diseño excepcional. Tomé un par de fotos desde diferentes ángulos dejándome llevar por la curiosidad de un hombre que posaba fuera del lugar y que sin duda llamó mi atención por sus tatuajes, presencia y su vibra.
Él no llevaba más que unos jeans ajustados y unas zapatillas, dejando lo más importante a plena vista y debo confesar que pocas veces había visto tal detalle en los tatuajes de alguien por lo que estaba embelesada con ese hombre. Sin querer verme como un bicho raro tomé un par de fotos más y volví a mi apartamento para ver las fotos con más calma y elegir las mejores.
En casa, frente al computador con una copa de vino blanco reviso cada foto que tomé durante el día, no están mal pero cuando llego a la fotos de aquel estudio de tatuajes la diferencia fue realmente notoria. Las fotografías del chico tatuado tiene tanto detalle y enfoque que mi creatividad se dispara el momento que toco el lienzo con el pincel, trazando con delicadeza lo que recuerdo de memoria de cada tatuaje sin siquiera pestañear.
Los primeros rayos de sol se asoman cuando trazo la última línea en el lienzo completo. No me siento agotada, solo satisfecha y feliz de lo que logré.
Es la primera vez en años que termino un lienzo en menos de tres meses y que decido el tema de mi exposición sin dudarlo o cambiarlo cada que respiro. No sé quién sea este hombre pero le debo mi inspiración completa.
Con mi trabajo completamente terminado y con mi amiga Allison insistiendo en salir, me tomo una noche libre para despejarme y disfrutar de mi juventud como lo dice mi amiga, no sin antes mostrarle lo que he hecho.
―Esto es increíble Mar―Allison susurra
―Lo sé―suspiro―aún tengo una idea más por realizar y es la que no me deja dormir pero la que me impide olvidarlo a él― le digo
Una de mis fotos captó su rostro, sus facciones y lo más deslumbrante, su mirada.
―Vas por buen camino, si esto lo hiciste en menos de una semana es claro que quiero ver lo demás y más importante todavía quiero conocer a tu numen―yo niego haciendo una mueca
―No creo que sea lo ideal, además sería...raro―me cruzo de brazos
―No pensemos en eso ahora, estoy feliz de que hayas aceptado salir esta noche así que es mejor que nos vayamos ya antes de que te arrepientas―Allison me agarra del brazo llevándome hasta la puerta donde solo tengo oportunidad de tomar mi bolso y una de mis cámaras de bolsillo.
