capitulo 8 ✔️

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—Te juro por lo más sagrado que esto no se queda así Kara –dice la impecable madre de David.

La veo pasar frente a mí sin darme oportunidad de contestar o mejor dicho yo no dije nada, una vez más no soy capaz de tener voz propia, de vez en cuando aún creo que David sigue con vida y que en algún momento aparecerá, pero hoy gracias a Dios y Kevin puedo seguir libre.

—¿Qué piensas? –dice Kevin interrumpiendo mis pensamientos.

—En lo grandioso que eres como abogado –digo y ambos reímos.

—Está por llover, ven te llevare a casa y te explico todo para que mañana comiences a trabajar ¿de acuerdo?

—Me parece bien.

Kevin es un chico que de vez en cuando puede ser el más dulce de todos es muy diferente a cuando está ejerciendo su trabajo, conmigo es muy diferente a lo que cualquier hombre pudo haber sido, incluso que David cuando estaba en su fase de conquista.

No quisiera saber o reconocer que el abogadito comienza a gustarme, ¿y si tiene novia? O peor si es casado, lo mejor sería no hacerme ilusiones y dejar de verlo como lo estoy viendo desde que Salí de la cárcel.

Kevin me trajo a mi casa y ni cuenta me había dado de lo rápido que habíamos llegado, estaba tan sumergida en mis pensamientos y en mi manera de negar que me está empezando a gustar, que me olvidé por completo que iba en su coche y de camino a casa.

—No suelo ser experto en los sentimientos ajenos pero si puedo decir con exactitud qué te pasa algo –dice tomándome de las manos, miro de mis manos hacía él, y él me mira con confusión —¿te molesta? –negué.

—Lo único que me molesta es que aún me siento atada –me limite a contestar sin pensar en si podría confiar en el –me siento cargada.

—¿Me dejas ayudarte? –dice y asiento.

Kevin pone su auto en marcha y no digo nada, no digo nada porque en realidad no quiero estar en casa, no quiero estar en un lugar donde sé que en vez de traer paz traigo más problemas conmigo.

Mamá quiere hacerse la fuerte, pero sé que está muy mal pensando en cómo pagar todas las deudas y ahora Claudia no podrá ayudarla más, esta jodidamente embarazada de un estúpido perro infiel, si pudiera demostrárselo si tan solo hubiera sido un poco inteligente como lo fue samanta conmigo y lo hubiera  grabado hablar por celular, pero no esa no es mi realidad.

Justo ahora estoy empezando a odiar cada parte de mi vida, cada recuerdo que me sigue atormentando, cada cosa que está sucediendo, estoy al borde de perder la fe en que algún día lograre alcanzar la felicidad personal.

—Llegamos –dice Kevin interrumpiendo una vez más mis pensamientos.

—¿Y esto es...?

—Mi lugar más favorito de todos –dice y aun no entiendo nada –fue el lugar donde descubrí que mi pasión por ayudar a las personas no podía quedarse estancada, así que descubrí cual sería mi futuro, estudie para ser un gran abogado.

Me ayuda a salir del auto y me guía a un lugar que es súper hermoso, no hay persona alguna, estamos solo él y yo, al fondo del lugar puedo visualizar un lago y eso hace que me paralice.

Una de las cosas que más me aterran es el agua, solo soy feliz con la de ducharme y la de tomar, pero no suelo ser amiga de estos lugares, una de las causas es que no sé nadar y cuando pequeña veía muchos documentales de muertes en el agua.

—Kevin.

—Dime Kara ¿estás bien? –dice con su cara de ángel que lentamente me está volviendo loca.

juzgame tú [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora