capitulo 19 ✔️

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¿podía pedir más que amanecer con el hombre que amo? Él estaba rotundamente dormido, su rostro era tan angelical, tenía todo lo que una mujer buscaría en un hombre.

A regañadientes Salí de la cama sin hacer mucho ruido, busqué la ropa que Katherine me había prestado y me dirigí al baño.

La imagen mía durmiendo con Kevin desnuda me hacía estremecer, sentía que mis mejillas ardían, no soy chica de estar con las mejillas coloradas, pero él ha descubierto eso en mí.

Luego de ducharme y cepillar mis dientes me dirijo a la cocina donde me encuentro con una radiante Katherine, tiene una hermosa sonrisa y está preparando algo, fue ahí donde recordé las palabras de Kevin anoche:

—No debía traer a ninguna chica, ella por igual no debía traer a ningún hombre después que creciera, construimos nuestra propia barrera, pero tu Kara, tu eres especial –no podía creer lo que estaba diciendo, sus ojos estaban llenos de amor y al mismo tiempo de tristeza –eres la primera mujer en mi vida Kara, mi primera novia, y la primera por la cual esperaría hasta el fin del mundo.

Katherine levanto su cabeza y nuestras miradas se juntaron, le conteste con una sonrisa al igual que ella.

—Buenos días Kara.

—Buenos días Katherine –dije entrando a la cocina en su totalidad.

— ¿Cómo amaneciste? Estoy haciendo algo de desayuno —su voz denotaba entusiasmo, pero sabía que debía de hablar con ella.

—Katherine yo ...

—No digas nada, sé que Kevin te dijo algo –dejo lo que estaba haciendo y se coloque en mi frente –te quiero mucho Kara, has cambiado rotundamente a mi hermano, y solo has traído alegría para él, eso es lo único que puedo pedir, y antes de hacerlo ya tú lo has hecho.

—Katherine lo amo –solté.

—Lo sé, y él te ama a ti, quizás no lo entiendas ahora, pero él puede que actué de vez en cuando como un estúpido chico dolido por su pasado, pero es un buen chico, solo necesita que lo escuches y le des tiempo.

—Gracias –es lo único que puedo pedir –gracias por apoyarnos, a pesar de ser una niña eres muy madura he inteligente.

—De nada Kara –nos dimos un abraso el cual no sabía que necesitaba hasta que ella lo hizo, fue corto pero necesario –y por cierto no soy una niña –dice y ambas reímos.

Compartir con Katherine es agradable, en el trabajo y donde quera que nos encontramos nos reímos mucho mutuamente, se podría decir que es una adolecente madura pero muy risueña, eso no le quita nada a su madures.

Luego de desayunar Kevin me ofreció ir a comer a un lugar, según él me gustaría la idea de ir a ver funcionando el restaurante que está en la azotea del edificio literalmente abandonado.

Y no se equivocó, es fantástico, creo que se convertirá en mi restauran favorito, aunque no trabaja todos los días ni a todas horas.

—Kevin quiero preguntarte algo –digo mirándolo fijamente a los ojos.

—Soy todos oídos –su sonrisa no podía ser más sincera de lo que ya era.

—Quisiera mudarme –el rostro de Kevin cambia a un semblante de confusión –o sea, me siento bien con mi madre y todo, pero esto ya sería por mis hermanos.

—¿Sucede algo que no sepa?

—En realidad aun nada –mis ojos viajan a todos los lugares menos a el –escuche a Adán hablar con su padre, no podrán estudiar este año, él no quiere llevárselos, y ellos solo querían irse por la comodidad de estudios –lo miro nuevamente y su rostro aun es indescifrable –quiero mudarme cerca de la zona estudiantil.

— ¿Hablaste con tu madre sobre esto?

—No solo es mi decisión, sé que ella me apoyaría, y además mis hermanos me necesitan, faltan solo un mes para comenzar las clases de un nuevo cuatrimestre y ellos aún no saben dónde pararan.

—Bien, venderemos la casa al mejor postor y si quieres hoy mismo salimos en busca de una casa nueva ¿te parece?

—No puede ser mejor –digo entusiasmada.

—Además, ya dentro de poco puedes utilizar el dinero que se depositó a tu cuenta, no tienes que esperar vender la otra casa para comprarla.

—Gracias Kevin, eres el mejor novio que he tenido –sus ojos se iluminan y lo entiendo a la perfección, nos amamos.

—Sabes que siempre estoy aquí para ti.

Así como Kevin lo prometió así lo hicimos, y fue más fácil de lo que había pensado, me enamore de una casa no muy grande y con un excelente jardín, gracias al cielo se ajustaba excelente mente en mi presupuesto y estaba en un lugar céntrico a todas las escuelas y universidades del lugar.

Lo más emocionante de la tarde no fue buscar la casa perfecta, lo más emocionante fue ver como Kevin hablaba con cada uno de los directores de los institutos al fin todos nos abrieron la puerta.

Teníamos la casa y los cupos en los institutos, ahora era elección de los gemelos de elegir cual quiere.

No podría estar mejor.

¿ya dije que amaba a Kevin? Pues lo AMO.

Al llegar a casa, todos estaban sentados en la sala con su cara de preocupación, mamá había estado llorando, Claudia estaba ¿enojada? Si, estaba enojada y ¿los gemelos? Pues los gemelos no levantaron su rostro.

—Creo que llegue en un mal momento –digo serrando la puesta luego de que Kevin pasara.

— ¿Todo bien? –pregunta Kevin preocupado.

—En realidad no –Claudia se pone de pie de donde estaba sentada y comienza a dar vueltas por toda la sala.

—¿Mamá? –digo esperando una respuesta de ella.

—¡Maltido hijo de perra! –Claudia rompe su silencio he interrumpe a mamá todos nos quedamos sorprendidos porque ella no utiliza esos términos –ya estoy harta de que todos hagan con nosotros lo que le vengan en gana, ese maldito hizo de nuestras vidas un infierno y ahora quiere dañar la vida de sus propios hijos, no les importa su educación ¡NUNCA LE IMPORTO!

—Claudia cariño –mamá intenta calmarla, pero es imposible, la rabia en sus ojos es evidentes.

—Claudia nada mamá, ese hijo de perra me va a escuchar –ella camina rápidamente hacia la puerta y me le cruzo en su camino, ella me da una mirada de pocos amigos –será mejor que te quites del medio Kara Smith.

— ¿Ahora puedo hablar yo?

A pesar de todo el enojo que se estaba presentando frente a mi yo estaba serena, sabía que ya todo eso se iba a solucionar, aunque sé que el hecho de que todo se resuelva no quita que Víctor sea un hijo de perra.

Él fue la razón de muchos de nuestro sufrimiento, Claudia tuvo que salir del país sin pensarlo dos veces y yo me fui con el primero que me dijo te amo.

—Los chicos no dejaran de estudiar este año –digo entrando un poco más a la sala.

—¿Qué rayos dices, no acabas de escuchar? –ahora fue el turno de Mike hablar –mamá no tiene los recursos de pagar un instituto privado y mucho menos para pagar trasporte o estancia en donde se encuentran las universidades públicas.

—Yo me mudare con ustedes –suelto de golpe –ya había escuchado a Adán hablar por teléfono con Víctor, así que hoy Kevin y yo buscamos una casa cerca de la zona estudiantil.

—Ya que importa, no tenemos cupo.

—Si lo tenemos –Kevin hablo dejando a todos confundidos –también hicimos los trasmites en cada una de los institutos del lugar, solo tienen que elegir.

—Y no se preocupen si es privada o no, yo me encargo de lo demás –digo con una sonrisa lo cual todos me devuelven.

Amo a mi familia, y más amo ver a mis gemelos sonreír con esperanza, a mamá con su rostro iluminado de alegría y a Claudia, bueno a ella aun molesta pero más relajada.




posdata: aun no soy experta escribiendo, las cosas con practicas se perfeccionan.

instagram: Mariiannyafro

juzgame tú [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora