Parte 2

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Al llegar fuimos hacia el campo directamente. Nos sentamos bastante cerca del césped. Todas comenzaron a hablar y a hacer comentarios sobre el aspecto y las habilidades de los jugadores.

Por mi parte yo saqué de vuelta mi libro. Seguí leyendo por donde lo había dejado, al principio era difícil concentrarme con tanto cacareo por parte de mis compañeras. Luego conseguí adentrarme en mi lectura, en mi mundo.

Hasta que alguien grito y llamó mi atención.

Otra vez interrumpida... - Fue lo que pensé

- ¡Cuidado!

Levanté la vista y lo primero que vi fue un balón que se dirigía a mi cara. No me dio tiempo a reaccionar y me dio de lleno, justo en la nariz.

- Auch.- Escuché por parte de Jie Qiong que se encontraba a mi lado.

Noté como las lágrimas salían por el dolor y la sangre brotaba por el golpe. Mi primera reacción fue agachar la cabeza, el pelo cubrió mi cara.

- ¿Estás bien?- Escuché de repente.

Entonces alguien deslizó uno de mis mechones por detrás de mi oreja y se agachó posicionándose en frente de mí. Yo no pude hacer más que taponar mi nariz con mi mano izquierda y alzar un poco la vista para ver de quien se trataba.

Vi a un chico que no había visto antes. Este llevaba la vestimenta del equipo , un jugador.

- No.- Pude formular al fin.

El muchacho agarró el libro que se encontraba en mi regazo, lo guardó en mi mochila y a continuación se la colgó. Iba a espetar, pero habló primero.

- Lo siento mucho, te llevaré a la enfermería.- Me agarró de la mano libre, y tirando suave me hizo levantarme del sitio. - ¡Ahora vuelvo, seguid sin mí!- Gritó hacia el campo.

No podía pensar con mucha claridad, me dolía la cara y cuando quise darme cuenta, estaba siendo arrastrada por un chico que no conocía por todo el instituto hasta la enfermería.

Notaba las miradas y escuchaba algunos comentarios por parte de los comapañeros que nos íbamos cruzando, pero decidí no darle importancia.

Llegamos a la enfermería sin haber dicho palabra por el camino. En una situación así hubiese estado quejándome todo el trayecto, pero en serio, no sabía que me pasaba. No podía reaccionar.

El chico habló con la enfermera, la cual se veía molesta porque al parecer era su descanso.

- Yo puedo curarla y ocuparme de ella. Si usted me da permiso.

Ella dudó un poco, pero accedió. Me quedé patidifusa. ¿En serio que la señora me iba a dejar a solas con este, que a saber como era, por irse a fumar?

Y sí. Se fue.

Tras cerrar la puerta, él me sentó en una de las camillas y al lado soltó mi mochila. Quité mi mano de la nariz y la vi completamente llena de sangre. Odiaba la sangre, sentía que me mareaba. Puse mi otra mano en mi cara.

Él se lavó las manos y se acercó a mí con agua oxigenada, algodones, papel y toallitas húmedas. Se sentó a mi lado.

- ¿Puedo?- Me dedicó una sonrisa, yo asentí. A lo que él quitó mi mano de mi rostro despacio. Como ya no sangraba, se dispuso a limpiar mi nariz, mis labios y mi barbilla.

Lo hacía tan delicadamente, deslizaba el algodón por mi rostro sin presionar. Se veía concentrado. Me quedé absorta observando todo de él; sus gestos, cada facción de su rostro, sus labios... Se veían bonitos. Alcé los ojos encontrándome con los suyos que me miraban.

Mierda.- Pensé.- Me ha pillado.

Solo sonrió. Y yo desvié la mirada.

Comenzó a limpiarme las manos. -Siento mucho lo que te he hecho.

Yo negué con la cabeza. - No pasa nada, ya estoy bien.- Sonreí.

-Me llamo Zhang Yixing.- Me miró a los ojos y yo miré a mis manos.

-Yo soy...-

- (TN). Lo sé.- Me interrumpió.

- ¿Cómo, lo sabes?

- Compartimos algunas clases.- Rió levemente.

Lo vi agarrar una toallita húmeda y dirigirse a mi camiseta. Miré esta y estaba manchada por la parte del pecho. Inmediatamente paré su mano.

- Ya lo hago yo.- Dije algo nerviosa esperando que no se notase.

- Puedes llamarme Lay si quieres.

- Vale.- Empecé a limpiarme.

- Entonces, ¿estás mejor?- Volvió a preguntar.

- Sí, puedes dejar de preguntarme. Ha sido un balón, no una roca.- Reí, él también se rió.

Tiré la toallita y me levanté para irme. Entonces noté como me agarró de la muñeca.

Zhang Yixing & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora