Zhang Yixing & Tú

Parte 4

- Hoy empezaremos con un nuevo proyecto. Haremos una casita de pájaros. Poneos con vuestras parejas.-Se giró a escribir unas cosas en la pizarra y al volver a darse la vuelta habló.

- Bien. -Me miró.- (TN), ¿y tu compañero?

- La habrá dejado. Seguro que no la soportó más. - Escuché detrás de mí por parte de Mark.

Él se burlaba de mí amenudo, parecía que era su hobie favorito. Podría ser como su compañero Jackson, un muchacho simplemente encantador.

- Bueno parece que tendrás que trabajar so...- Fue interrumpido por alguien que entró en clase.

- Perdón por llegar tarde.- No. Esa voz. Zhang Yixing...

- Zhang, ¿dónde te habías metido? ¿Y tu compañero?- Dijo el profesor con los brazos en jarra.

Mierda, ¿en serio estaba en esta clase? No me había dado cuenta nunca.

- Mi compañero Kim Jong-dae se ha lesionado durante el entrenamiento profesor. Hoy no vendrá.

Eschuché algunas quejas por parte de algunas chicas admiradoras del antes mencionado.

- ¿Y tu excusa?

- He estado con él hasta que un familiar ha podido venir a recogerlo.

Había decidido no darme la vuelta en ningún momento. A lo mejor así no se percataba de mi presencia.

El profesor hizo una pequeña pausa antes de hablar.
- Vale, te la doy por válida. Siéntate.

Genial, no se dió cuenta. Mantenía una sonrisa que el profesor borró rápidamente de mi cara.

- Espera, siéntate aquí mejor. Con la señorita (TN).- Señaló mi mesa. - Trabajereis juntos puesto que ninguno tiene pareja.

Cuando abrí la boca para quejarme, él ya se estaba sentando junto a mí.

- Hola.- Dijo sonriendo.

- Hola.- Respondí por educación, pero sin mirarlo.

- Parece que trabajeremos juntos.
Decidí no contestar.
El apuñalador por las espaldas/el profesor, comenzó sus explicaciones. Treinta minutos después nos dejó comenzar.

- Bien, ¿por dónde empezamos?- Preguntó.
- Por el principio.- Contesté seca. Pero el rió.
- Hummh, me parece bien.

Saqué la tabla de madera y tracé unas medidas. Por el rabillo del ojo veía como apoyaba su cabeza en sus manos, sus codos sobre la mesa y se quedaba viéndome.
Terminé de trazar líneas y lo miré.

- Toma.- Le acerqué la tabla.- Ve y córtala por donde he marcado.

- Sí jefa.- Se levantó agarrando la tabla y se fue.

Un rato después decidí ir a ver como lo hacía, no me fiaba. Me acerqué colocándome a un lado.
Me miró un segundo y siguió
- ¿Qué haces aquí? ¿Ya me echabas de menos?- Preguntó con aires egocéntricos.
- Sí, mucho.- Dije sarcástica.- Ten cuidado, no lo hagas mal.
- Vale vale. ¿Me castigarás si lo hago mal?
- Te espero en la mesa.- Me fuí, preferí no contestar a esa estupidez.
¿Qué le pasa a ese idiota?