💔 En Lo Profundo Del Corazón. 💞

Pasado y su destino ( 2 parte)

Los personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad.

Lenguaje y contenido fuerte.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadaksu.

Historia con derecho de autor.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

Capítulo con alto contenido sexual.

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" La amistad  sincera , no siempre viene de las mejores personas o de las más onestas."

Midoriko era la patrona, tendría suerte si volvía a llevarlo a su recámara, la complacería si volvía a llamarlo, eso era lo que le habían enseñado a hacer.
Midoriko lo observaba, su rostro no cambio ni un apice, su semblante sin emosion, sólo se limitaba a estar ahí con los ojos cerrados, mientras ella lo acariciaba, no se imaginaba que podía estar pasando por su cabeza. Lo noto tensarse un poco y sintió la humedad del semen en la mano, en vez de gritar como ella, se limitó a suspirar, y le soltó la mano.

- No usas protección?

Sesshomaru la miró.

- Si, siempre lo hago, pero como no querías que te penetrara, no fue necesario.

Midoriko, lo miro de manera interrogante mientras se limpiaba, estuvo a punto de preguntarle dónde había aprendido tanto, pero, por un breve momento,vislumbró algo de dolor en sus preciosos ojos y extrañamente le provocó un peso en el corazón, un corazón que estaba cerrado a cualquier sentimiento.

Era extraño, no se veía en absoluto avergonzado por mostrarse desnudo, ni por lo que acababa de suceder. Era cómo un animal, salvaje y poderoso, sin un gramo de vergüenza ni pudor, alguien muy atrayente y magnífico para el negocio, sabía que un ejemplar como éste muchacho, daría a ganar muchísimo dinero, en estos momentos se mostraba dócil, pero sabía que su poder era innegable. Le faltaba más confianza.

- Tienes amigos?

Le pregunto.

Nego.

- Por qué no?

- Sólo tengo a mi hermano.

- No puede ser, pero te creo, yo tampoco tengo amigos, talvez los dos tengamos el mismo problema.

En ese momento lo medito, por primera ves era consciente de lo sola que estaba.

- Quieres ser mi amigo?

La inesperada pregunta, dejo a Sesshomaru confundido.

- Quiere mi amistad?

- Bueno, si. Haber, no dejaremos que nadie sepa, pero me gustaría tu compañía, no sólo por tu disposición, pero, puedo enseñarte mucho más y que aprendas a disfrutar un poco, ésto es un negocio, pero fuera de él, puedes visitarme, aquí cuando yo te lo diga, vendrás y hablaremos, te invitaré a comer conmigo, y cuando descanses, te enseñaré algunos trucos para que vuelvas locos a los clientes, y así, te ganarás un extra.

Sesshomaru la miró con desconfianza.

- Que pasa, no me crees? Se que lo más seguro es que te han explotado mucho, y no te han valorado, pero te enseñaré a quedarte con dinero sin que nadie se de cuenta, me refiero a quiénes te manejan. Yo sé el potencial que puedes alcanzar, ¿cuántos años tienes?

- Diecisiete.

Contesto.

Midoriko se sorprendió, la verdad sabía bastante, para ser tan joven y tenía una cara y un cuerpo, envidiable, ¿ Desde cuando lo traerían en el negocio? Sabía que a muchos los llevaban desde temprana edad, para vender su virginidad, eso valía mucho dinero, sabía que pagaban mucho por un virgen, ya fuera mujer u hombre. Claro que lo sabía, su primera vez, había Sido a los 13 años, fue muy doloroso, pero por lo menos no fueron bruscos ni la golpearon, pagaron muy bien y después de eso, bueno, fueron días malos y buenos. Algo en este muchacho la atraía a ayudarle  y mostrarle, el mejor lado de esta vida, por lo menos era hombre  no tendría el problema del embarazo y aprendería pronto, si llegado a la mayoría de edad, quisiera irse, bueno, el tiempo lo diría. Ella no era una mujer de sentimentalismos, pero algo le decía, que este joven estaba destinado a algo más grande, si se le apoyaba y permitía, y ella estaba dispuesta a ayudarle, quizás esté acto de buena fé, podría recompensarla con una mejor vida, y mitigar la culpa por el tipo de vida que llevo, era una mujer de 27 años, Sola, aún era joven pero sabía que se acercaba el tiempo en que su edad ya no sería buena para seguir en este negocio, quizás pudiera buscar pareja y dejar todo ésto, pero primero ayudaría a este muchacho, tenía un buen presentimiento con él, y nunca, sus instintos la habían engañado, ya había ayudado a otros menos afortunados, y sabía que en algún momento, los necesitaría.