💔 En Lo Profundo Del Corazón. 💞

Enfrentamiento, dolor.

Personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.

Lenguaje y contenido fuerte y explícito.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadakatsue.
Una disculpa por la redacción.

©® Historia con derecho de autor.
No se permite, copiar, adaptar ni tomar prestada.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

🚫 Aviso de Lemon.

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"La vida, tiene una forma retorcida de convertir los sueños en . . . pesadillas"

Sango ya tenía ocho meses de embarazo y con la ayuda de Demetrius superaba poco a poco sus traumas, Bankotsu pasaba tiempo con su tío y daba gracias a quien fuera por haberle dado una familia propia, Había aceptado asociarse con Demetrius y dejar la agencia, necesitaría horarios regulares y tiempo para ayudar a su mujer después del parto. Ayudaría en la temporada de París pero eso sería todo, kagome lamentaba perderlo pero, su amiga y su futura familia eran primero, ya habían quedado en que kagome y Demetrius serían los padrinos, Sesshomaru simplemente se apuntó con kagome de ser el padrino de uno de los niños.
Raizo, finalmente pudo hablar abiertamente con su madre, Midoriko abrumada se disculpó por su comportamiento y con lágrimas le aseguro que siempre sería muy importante en su vida por ser su hijo mayor, que jamás permitiría que nada se interpusiera entre ellos, y que no había decidido nada con respecto al padre de uno de sus bebés, de lo único que estaba totalmente descidida era de conservar ambos bebés y pedir el apoyo de ambos, Naguna y Raizo, para protegerlos.

- Madre, estás completamente segura?

Midoriko con cariño, acariciaba el cabello y rostro de su hijo quién con calma y tranquilidad reposaba en las piernas de su madre con los ojos cerrados. Midoriko ya tenía cinco meses y su embarazo lo llevaba sin dificultad.

- Lo estoy, pero quiero que ustedes estén a mi lado, son, lo más importante, nadie ocupará el lugar que cada uno tiene en mi cariño, ambos son mis hijos también, esto es . . . como agrandar la familia, los cinco, somos familia.

Raizo posó su mano en la barriga de su madre recibiendo una patada en la palma, Midoriko sonrió acariciando las mejillas de su hijo mayor.

- Tus hermanos te saludan.

Naraku parado en la entrada escuchaba las últimas palabras de Midoriko. « por supuesto que este mocoso engreído jamás será hermano de mi hijo, mucho menos la chiquilla trastornada.»

- Qué haces en el piso? Puedes hacerle daño al niño y a ti misma.

Midoriko volteó a mirar a Naraku sin pasar por alto la palabra niño, en singular, eran dos, y más valía que se fuera acostumbrando si quería ocupar un lugar en su vida.

- No me pasa nada, estoy perfectamente, además el tiempo compartido con mi hijo es algo que siempre he disfrutado.

Raizo intento levantarse, pero Midoriko lo retuvo con una leve caricia en el hombro. Volvió a cerrar los ojos dejándose llevar por las rítmicas caricias de las manos de su madre.

- Estás loca? Él ya es un muchacho como para que aún lo trates cómo un niño. Vamos, levántate para llevarte a descansar a tu recamara, quiero hablar contigo.

Sin moverse ni un poco,ella siguió en lo que hacía, Raizo se tensó ante el modo en que le hablaba a su madre.

- Naraku, no estoy cansada, si quieres hablar, hazlo, no tengo ningún inconveniente en que mi hijo escuche lo que tengas que decir, y . . . a mí me gusta pasar el tiempo con mi hijo de ésta manera.