La cena.

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Los Personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.

Lenguaje y contenido fuerte y explícito.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadakatsu.
Una disculpa por la redacción.

©® Historia con derecho de autor.
No se permite, copiar, adaptar ni tomar prestada.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

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" Te destruiré, de la manera más hermosa posible.
Y cuando ya no esté,
Tal será el desastre,
Que pasarás toda una vida buscando el mismo sabor de mis labios."










Midoriko, dejó a Naraku dormido descansando, después del episodio del dolor en el brazo y pecho, la asustó un poco, pero, el médico había dicho que fue a causa de un disgusto y estrés. Por supuesto que lo cuidó y consecuentó un poco pero, siguió firme en su descición, cenaría con el señor Thalassinos y llevaría a Raizo con ella. Había pospuesto su salida de la casa de Naraku para no alterarlo pero dentro de una semana tendría que regresar para hablar con Toga. Otro tema pendiente y peligroso, aún y cuando no sabía a ciencia cierta por qué, pero algo le decía que no podía ignorar lo que sus instintos le avisaban.

- Madre, ya estás lista?

Midoriko tomó un chal que había comprado en la India, a juego con un enterizo abierto en ambas piernas y entallado en la cintura delineando su figura, como siempre su madre se veía muy bien, era una mujer muy bella por eso Naraku estaba loco por ella. Iría con su madre para conocer al pariente del señor Bankotsu, no dudaba que su madre obtendría lo que había venido a buscar, sus verdes ojos relampagueaba y eso Raizo lo reconoció de inmediato, su madre se preparaba para ganar.

La casa era espectacular, de varios niveles entre la Naturaleza con una vista preciosa del mar Mediterráneo. El anfitrión los esperaba en las escaleras de la entrada, vió llegar el coche y bajar a un muchacho y luego a la hermosa mujer, ¡vaya!! Era más hermosa de lo que recordaba y con su larga melena rojisa se veía muy joven, su cuerpo era una delicia, su caminar era elegante y sensual. Ahora se daba cuenta por qué Naraku la había celado tanto, por cierto su amigo no se veía por ningún lado.

- Bienvenida, es un honor que viniera a mi hogar.

Tomo su mano y besos el dorso deteniéndose un poco más, para admirar esos bellos y enigmáticos ojos, que brillaron con picardía, y coquetamente movió sus largas pestañas acompañando este gesto con una sonrisa de sus labios rojos.
Se enderezó y paso la mano a su brazo en un gesto caballeroso, Midoriko se detuvo para presentarle a su hijo.

- Señor Thalassinos, le presento a mi hijo Raizo.

El muchacho inclio la cabeza en forma de saludo, Demetrius reparó en él, ¡¡un hijo!! No sé hubiera imaginado que tuviera un hijo adolecente, podría juras que no tenía más de Treinta años, y el muchacho se veía como de diecisiete, tendría más hijos? Cómo le hubiera gustado tener aunque fuera uno. Le extendió la mano con cordialidad.

- Bienvenido, espero estés disfrutando de las bellezas de mi tierra, tengo un yate, los puedo llevar a dar un paseo para que aprecien mejor todo lo que pueden visitar.

Raízo lo saludo de regreso, este hombre le caía mejor que el tal Naraku a leguas se veía que era un tipo cordial, muy abierto y franco, extraño que se pareciera al carácter del señor Bankotsu, además del físico. Eran cómo dos gotas de agua, definitivamente su madre encontró lo que bino a buscar.

💔 En Lo Profundo Del Corazón. 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora