La fiesta ( parte final)

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Los personajes y las imágenes utilizadas en la historia no son de mi propiedad. Todos los derechos a sus creadores.

Lenguaje y contenido fuerte.

Agradezco las portadas de yan_skiblue y de Mónica tadakatsu.
Una disculpa por la redacción.

©® Historia con derecho de autor.
No se permite, copiar, adaptar ni tomar prestada.

<<>>, " ": Son pensamientos del personaje.

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" Quiero ser, lo que esperas de mi"


Ahago, volteo a ver quién había interrumpido, sin soltar a Sango la tomo de la cintura y la puso frente a él.

Un jovencito, alto, delgado, con unos extraños lentes estaba recargado con los brazos cruzados en el marco de la puerta.

- Quien eres? No deberías interrumpir a las personas mayores, mi novia y yo estamos tratando un asunto, así que, nos dejas solos?

Sango intento separarse, pero Ahago la tomo con más fuerza de la cintura. Y le habló al oído.

- No te muevas, o soy capaz de hacer un escándalo, y no creo que quieras que todos se enteren de lo que hubo entre nosotros.

Sango con impotencia se sintió como la niña de 16 años en aquella biblioteca, atrapada.

- Lo siento, pero . . . Creo que me iré , sólo, si la señorita viene conmigo.

Se enderezó y extendió una mano, dirigiéndose a Sango.

- Señorita?

Sango con los ojos llenos de lágrimas, volteo a ver a ese joven que le ofrecía una salida, le propinó un codazo en las costillas y soltándose tomo la mano del chico, quien la saco del kiosco.

- Váyase señorita, le aseguro que está a Salvo, ya no la lastimara.

Sango con ojos asustados, temió por ese chico era muy joven y Ahago era un hombre grande y fuerte, ella sabía que era buen combatiente y que no le gustaba perder, además de poderoso, encontraría la manera de hacerle daño, a ella y a ese muchacho.

- Por favor, ven conmigo, no quiero que te lastime!!!

La voz gruesa llena de ira de Ahago se escucho desde adentro.

- MALDITA MUJER!!!, ven acá ahora mismo, sabes de lo que soy capaz!!!

El joven sonrió, Sango pudo distinguir que era una sonrisa siniestra, le entró un escalofrío en todo el cuerpo, algo, su instinto de supervivencia le decía que este muchacho era, extraño. . . ¿quién era? Lo vio cuadrar los hombros y un aura de peligro lo rodeó, casi podía tocarla.
Instintivamente, dió un paso atrás.

- Váyase, señorita.

Sango volteo a ver la cara crispada llena de ira de Ahago, y luego al chico, su entrenamiento en artes marciales y su instinto la obligaron a dar media vuelta y correr a la mansión.

Ahago, respiraba de manera rápida por la ira y la frustración, le enseñaría a ese niño a no entrometerse, Sango lamentaria el haberlo dejado.

Bajo los escalones dispuesto a darle una paliza al muchachito, el primer golpe fue esquivado de manera elegante, el segundo nunca llegó . . . El hombre tenía los ojos muy abiertos y se desplomó con el rostro desfigurado por el dolor tan intenso en sus partes bajas, sus manos cubrían su parte afectada mientras lágrimas salían por el intenso dolor, no supo en que momento lo atacó sólo sintió un dolor en las costillas y otro en sus testículos, como si tuviera algo clavado en ellos, mientras jalaba aire para mitigar el dolor, el chico se agachó hablándole de forma baja y pausada.

💔 En Lo Profundo Del Corazón. 💞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora