"Tú me dejaste.
Tú rompiste mi corazón.
No voy a pedirte perdón por la forma en
que decidí reparar lo que tú rompiste."
Donde Margaret Leda Dixon sólo quiere morir, pero Paul Lahote y Jasper Hale s...
Nota: el narrador en éste capítulo es un narrador omnisciente.
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PAUL LAHOTE no conocía el mundo. Nunca, en sus dieciocho años de vida, había salido de La Push y, a pesar de que este hecho puede sonar deprimente, no le molestaba en absoluto. En su pequeño hogar era Paul Lahote, el increíble deportista, "conquistador de mujeres", conocido por todos, odiado por muchos, miembro muy presente en la comunidad. Pero, ¿quién era Paul Lahote fuera de La Push? Él no era nadie. No era extremadamente interesante o inteligente, no era ni remotamente fantástico. Bueno, eso si no consideraban el hecho de que puede convertirse en un gran lobo gris, correr a una velocidad sobrenatural y tiene la fuerza suficiente para levantar un auto.
A él le gustaba, sorprendentemente, ser un hombre lobo, de hecho, le encantaba. Ser una criatura sobrenatural le quitaba un gran peso de encima, el cual era la incertidumbre de tener que decidir qué iba a hacer con su vida, de qué iba a trabajar, dónde iba a vivir. Al ser un hombre lobo todas esas incógnitas se habían resuelto: estaba comprometido a quedarse toda su vida en La Push, el lugar que más amaba del mundo, su trabajo se basaba en proteger a las personas del pueblo y dedicarse a reparar automóviles para mantenerse económicamente, pero, sobre todo, pertenecía una familia, su manada. Se podía decir que Paul Lahote se encontraba eufórico con su estilo de vida, el cual encontraba raramente simple. Sin embargo, había solo un aspecto de ser un hombre lobo que lo perturbaba: imprimirse.
Paul Lahote nunca se había enamorado y, si su memoria era correcta, sólo le había dicho "te amo" a una persona: su madre. Su nombre era Joyce y era una de las mujeres más hermosas, en todos los sentidos, del mundo; su cabello olía a vainilla, sus ojos eran de claro tono de marrón y brillaban bajo el Sol, era pequeña, pero feroz y audaz. Era la superhéroe que su hijo admiraba, no había mejor persona ante sus ojos. Además, el padre de Paul desapareció inmediatamente después de enterarse de que su pareja estaba embarazada de su hijo, por lo tanto, Paul creció solo con Joyce a su lado, pero eso era más que suficiente para él. De pequeño siempre pensaba que si tuviera que elegir entre tener dos padres amoroso, pero una madre diferente, o no tener padre, pero seguir teniendo a su madre, él elegiría miles de veces a su vida como era en ese momento, junto a la mujer que más amaba en el mundo.
