"Tú me dejaste.
Tú rompiste mi corazón.
No voy a pedirte perdón por la forma en
que decidí reparar lo que tú rompiste."
Donde Margaret Leda Dixon sólo quiere morir, pero Paul Lahote y Jasper Hale s...
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Durante el viaje, hubo un momento de silencio, el cual Margaret aprovechó para preguntarle a Bella la razón por la cual estaban yendo a la casa de Jacob Black. El interés de la rubia se disparó al escuchar que había motocicletas involucradas en el asunto. Se podría decir que las motocicletas eran una manía de Margaret, le encantaba como se veían y como se veía ella sobre una; además, se sentía extremadamente atraída hacia las personas en motocicletas (al enterarse esto meses después, Paul se apresuró a pedirle a Jared su moto para dar un paseo junto a ella). Sin embargo, no podía dejar de preguntarse cuál era la razón por la que la morocha podría estar interesada en esas cosas, pero decidió no preguntarle al ver que sus ojos se iluminaban levemente con emoción cuando las mencionaba y no quería arruinarle la poca felicidad que tenía.
Margaret comenzó a golpear su uñas contra su asiento, intentando calmar la ansiedad que comenzaba a formarse dentro suyo como una bola de nieve. No podía negar que dejar de consumir estaba siendo más difícil de lo que pensaba que sería y se encontraba continuamente en situaciones donde deseaba con fuerza una pastilla que la tranquilizara, pero quería ser más fuerte que su adición. Quería seguir viendo esa mirada feliz en los rostros de Paul y su hermano, la cual se formaba cada vez que la veían sonreír.
Antes de que pudiera dedicarle más pensamientos a su adición, el auto se detuvo cerca de una pequeña casa con un gran terreno verde a su alrededor. Margaret se sorprendió al ver que la casa era muy similar a la suya, pero esta, en cambio, tenía un aspecto alegre y hogareño. Su casa tenía una pintura vieja, que se despegaba de las paredes por la humedad, y siempre hacía demasiado frío o demasiado calor ya que no tenían ni calefacción o aire acondicionado. Margaret había tratado múltiples veces de arreglar la apariencia de la casa, pero no era posible hacer un gran cambio. Lo único que la joven podía hacer era seguir trabajando y ahorrar el suficiente dinero para que Anthony y ella se fueran de allí.
