Capitulo 9: Mi ultimo deseo

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         Sin Lucy mi mundo se había caído a pedazos, decidí enterrarla a la sombra de aquel gran samán en el que por las tardes cuando aún tenía ánimos se recostaba bajo la sombra del árbol y pasaba horas leyendo a maestros como FitzGerald, Borges e incluso Descartes, en si Lucy era una chica deslumbrante, recuerdo esa noche cuando termino de leer el Gran Gatsby y me contó la historia a detalle hasta el amanecer, ahora solo me quedan recuerdos de esa grandiosa mujer.

La enfermedad no le dio tiempo a Lucy de hacer amigos en el pueblo, a pesar de eso le hice un gran funeral, adorne su altar con rosas blancas y amapolas, sus flores favoritas, yo era bastante conocido en el pueblo y la noticia de que estaba viviendo con otra mujer ya se había esparcido, Rita se había encargado de difamarme todo ese tiempo y sinceramente no entiendo el porqué, pues ella estaba haciendo lo mismo y fue ella quien empezó ¿Celos? ¿Odio? ¿Resentimiento? Yo no le había hecho nada malo, estaba convencido de que al funeral asistirían mis amigos de Riss Hill pero lo cierto fue que nadie a excepción de Josh fue, eso ligado a su muerte me hizo entrar en depresión, pasaba muchas horas llorando frente a su tumba, nunca quite los arreglos y las flores pero se mantuvieron mucho tiempo, ahora el único consuelo que tenía era el alcohol, bebía mucho, incluso más que en la guerra, también volví a fumar, eso al igual que en la guerra disminuía mi dolor. La muerte de Lucy me había causado un gran daño emocional y no tenía idea de cómo remediarlo.

Pase varios días llorando, zumbido en una gran depresión, acurrucado en los amargos brazos del alcohol, una vez más tenía la vida hecha pedazos, la solución a todos mis problemas estaba en el armario de mi cuarto, ahí estaba mi recuerdo de la guerra, un revolver italiano cargado, subí a la habitación saque el revólver y me quede unos segundos mirándolo, quebré en llanto, le quite el seguro y lo volví a guardar, comprendí que en uno de esos ataques de depresión lo único que tenía que hacer era jalar el gatillo para acabar con todo ese dolor.

Las botellas de alcohol estaban regadas por toda la casa, me quedaba poco dinero, pues desde que llegue de la guerra no había trabajado y estaba viviendo de mis ahorros, el alcohol y los cigarrillos me estaban dejando en la quiebra, una tarde en la que la depresión me ataco, me encerré en mi habitación, me puse el revolver en la cabeza, estaba seguro, estaba a punto de jalar el gatillo, cuando tocaron a mi puerta, era Josh, le impresiono mi aspecto, a pesar de eso sentía que me comprendía. A pesar de mi mal olor, mi cara llena de lágrimas y mi desagradable aspecto Josh me abrazo fuertemente, me sentí protegido, me sentí como un niño.

· -Te hará bien pasar unos días en tu casa.

Deje su hombro lleno de lágrimas, lo mire a los ojos, le sonreí y asentí con la cabeza.

La casa de mama me hacía sentir mejor, Josh me recomendó que dejara de pensar en Lucy y que pensara en mi madre, al principio me costó, pero lo logre, empecé recordar los buenos momentos, las dulces y ricas comidas que mi mama me hacía, sus chistes y su melodiosa voz con la que antes de dormir me narraba historias, sus consejos y aquel fuerte abrazo que me dio el día que partí a la guerra.

Josh realmente no era mi familia, a pesar de eso era el familiar más cercano que tenía en ese momento, fue a él a quien le conté todos mis problemas una y otra vez, Josh me escucho durante muchas horas, me presentaba muchísima atención, no me interrumpía, Josh no decía ni una sola palabra, el sabía que solo quería desahogarme. Josh era quien me cocinaba, planchaba e incluso me lavaba la ropa, Josh era diferente era como mi madre y lo empezaba a querer realmente.

Un día estaba en el cuarto de mama, desde que ella murió Josh no ha vuelto a dormir más allí dice que le trae recuerdos y no le hace bien ponerse triste, me dio por revisar sus cosas y encontré en una de sus viejas gavetas una carpeta llena de fotos, la mayoría de ellas era de su madre en su trabajo, se veía tan feliz, no me sentí mal ni triste, sus fotos tenían el poder de transmitir sentimientos y emociones, sin duda alguna mi madre es y será siempre mágica, a medida que pasaba las fotos me topé con una hoja de papel doblada al parecer era una carta para Josh.

Mi último deseo

Querido Josh no sabes el esfuerzo que hago para escribirte estas palabras, estoy enferma y quiero darte las gracias por lo bien que me has cuidado todo este tiempo al parecer si lo merezco, tu y yo ya asimilamos la idea de que me quedan solo unos pocos días de vida. A sido una bendición haber pasado todos estos años junto a ti, hemos reído, hemos llorando, nos hemos acompañado en la salud y en la enfermedad, pero lo más importante es que nos hemos amado, son tantas cosas no las menciono porque sé que en tu mente perduraran. Antes de partir quiero pedirte un último deseo Josh, no podre despedirme de Rick sé que pronto volverá de la guerra sano y salvo, tendrá problemas, lo sé, soy su madre se todo de él, quiero que los escuches y lo comprendas es un hombre que vale oro pero la vida lo ha tratado como estiércol, ayúdalo a superar sus problemas es mi último deseo Josh.

Te amo

La carta se me fue de lasmanos, tenía que asimilarlo en otro lugar lejos de allí, salí corriendo de lacasa de mi madre, me subí a mi auto y emprendí un viaje a la ciudad, ya nopodía llorar más

Rick PatersonWhere stories live. Discover now