𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐋𝐚𝐬 𝐒𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚𝐬; 𝐄𝐦𝐢𝐥𝐢𝐚𝐜𝐨 [COMPLETA]

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|El gran día que creí iba a ser totalmente feliz|

•Emilio•

Ya han pasado varias desde que Joaquín y yo habíamos conectados, nos habíamos sentido, entendido, siento que estoy amando por primera vez.

Estoy seguro de lo que soy y lo que quiero, y lo necesito a él.

Le pedí un poco de ayuda a su hermana para que lo distrajera d3 cualquier cosa, yo estaba en el estudio pidiéndole permiso a mi padre que me dejara el día libre.

—Anda pa–dije casi de rodillas.

—¡Ay esta bien! ¡Vete de una vez!–dijo mi papá cansado de todo lo que le rogué.

Salí del estudio y me fuí a un parque algo lejos de la cuidad, mi madre me llevaba junto a mis hermanos y hacíamos picnics, siento que seria un lugar muy especial para mi.

Había decorado con flores un columpio que estaba frente a un lago, llevaba dulces y uvas, tenia planeado esconder pequeños papelitos que llevaran pistas a su sorpresa.

Llevaba una chaqueta color morado obscuro y una camiseta negra abajo de ella, jeans negros y zapatos básicos.

Nada podía salir mal, tenía todo fríamente calculado.

Recibí un mensaje de Nikolas que ya estaba afuera del parque esperándome.

Era mi cómplice en esta locura.

Le dije que se acercara hasta donde me encontraba y llegó con una caja de los chocolates favoritos de Joaco, le pedí que, comprara los que comía de pequeño, como ellos han sido amigos desde la infancia quería que recordara su niñez.

—No sabes cuanto hice para conseguirlos–dijo Nikolas dramáticamente.

—Ay no seas exagerado–dije revisando la caja.

—Neta te digo la verdad, a el le gustaba uno de edición limitada y los tuve que buscar por internet–dijo poniéndose las manos en las caderas.

—El punto es que los conseguiste–dije dándole un abrazo.

—Todo esta muy bonito, se nota que te esforzaste–dijo Niko viendo todo el panorama.

—Quiero que todo salga perfecto, ¿Puedes buscarlo?–dije un poco apenado por los favores que le pedía.

—Esta bien, pero luego de todo esto me tienes que pagar de alguna manera–dijo Niko mirándome fijamente.

—Lo prometo–dije con mi mano en mi pecho.

Nikolas se fue del parque a buscar a Joaco y yo esperaba ansioso.
Después de unos minutos Nikolas me escribió avisandome que estaba a punto de llegar, le mandé una nota de voz pidiéndole que le vendara los ojos al llegar, quería sorprenderlo.