57. [Final Pt. 2]

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Jadeos y chasquidos se escuchaban en la habitación. ChenLe soltó un gemido, el mayor le habia mordido fuertemente en el hombro, para luego descender hasta sus clavículas y succionar la piel, haciendo que se escaparan pequeños suspiros de placer al menor.

Sin poder resistir más, ChenLe bajó su mano hasta su miembro, el cual gritaba por atención. Se acarició por sobre la tela de su ropa interior, mientras el mayor descendía a sus pezones, comenzaba a lamer uno, haciendo que su pequeño gimiera de placer. Ya no aguantaba más, comenzó a bajarse la ropa interior. Sin embargo, justo cuando iba a bombear su sensible intimidad, el mayor se detuvo.

—Espera—dijo grave, observando con aquella oscura y penetrante mirada a los ojos de ChenLe—. No te toques hasta que te lo diga—ordenó, para luego alzar su mano hasta la mesita de luz, abrir el cajón y sacar de ella una cinta de color azul oscuro.

—¿Para qué es eso?

Sin embargo, Jisung no respondió, solamente acercó la cinta a los ojos de ChenLe y los cubrió.

—Solamente disfruta—jadeó contra su oreja, mientras hacía un nudo para que la cinta no se cayera. ChenLe tragó saliva e hizo caso a lo que dijo el mayor.

Una vez que quedó completamente privado de su visión, Jisung procedió a quitarse la ropa, tirarla en cualquier parte de la habitación y acercarse al menor. Lo tomó de las caderas, girándolo y haciendo que quedara boca abajo, con su trasero un poco alzado y su miembro goteando contra su vientre.

ChenLe apretó las sábanas y tragó un jadeo cuando sintió la cálida respiración de de Jisung contra su entrada. Quería tocarse, quería que Jisung lo tacara, sentía su piel arder por la vergüenza.

Gimió fuerte cuando el mayor le dio una lamida, apretando las sábanas y hundiendo su cara en la almohada. Alzó su trasero al sentir como la húmeda lengua de Jisung comenzó a lamer y chupar su sensible entrada, adornado la habitación con aquellos sucios sonidos que hacía al succionar.

—M-más—gimió.

Chilló cuando fue penetrado. Jisung enterraba su rostro entre las nalgas de ChenLe, chupando y penetrado su entrada, mientras sus manos acariciaban sus muslos. Bombeo reiteradas veces su interior, haciendo retorcer a su pareja. Gritó cuando su próstata comenzó a ser abusada con violencia, haciéndole ver las estrellas y gemir sin ningún pudor ni vergüenza.

Su lengua entraba y salía sin ninguna dificultad, saliendo únicamente para besar su trasero y volver a enterrarse, penetrando sin piedad su próstata reiteradas veces.

—Jisung~ v-voy a...—balbuceó, para luego hundir su cara y callar sus palabras por gemidos. Sentía su rostro arder, al igual que su vientre y unas lágrimas acumularse a causa del inmenso placer.

Jisung bombeo por última vez en su interior, para luego salir, dejando un hilo de saliva tras de sí. Mordió suavemente un muslo del menor, mientras dirigía su mano a su propio miembro y comenzar a estimularlo.

—Date la vuelta pequeño, quiero verte—gruñó mientras se masturbaba.

ChenLe hizo lo que le pidió, quedando bajo la atenta y hambrienta mirada de Jisung, con su erección dura como una roca, una capa de sudor cubriendo su pálida y delicada piel, la cual hacia que algunos mechones se pegaran en su frente, el rostro rojo cual tomate y las piernas levemente separadas. Era un hermoso desastre y Jisung estaba satisfecho con ser el autor de aquello.

Se tiró sobre su pareja, uniendo sus labios en un salvaje beso. Sus labios se amoldaban a la perfección, como si fuera el destino. ChenLe gimió cuando el castaño mordió su labio inferior, dándole paso a su húmeda lengua, comenzando así una danza entre ambos músculos. Enterró sus dedos en su castaña cabellera, mientras se comían la boca.

Cambiaron de posición, quedando Jisung sentado, apoyando su espalda contra el respaldo de la cama del hotel y ChenLe sentado sobre su palpitante miembro.

—Montame—jadeó el mayor, rompiendo el beso.

—Q-quiero verte~

Jisung besó por última vez sus labios, para luego desatar el nudo de la cinta y tirarla por algún lado de la habitación.

ChenLe se mordió el labio al ver el estado del castaño, como sus labios se encontraban hinchados, con el cabello despeinado y un brillo especial en su mirada. Debería ser un delito ser tan maldita mente sexy y ardiente.

Se levantó, alineando su mojada entrada con el miembro del mayor, para luego enterrarse lentamente, abriendo la boca en una perfecta circunferencia ante lo grande que era y lo jodidamente bien que se sentía. En especial con aquel piercing que había decidido hacerse. Si, un piercing, el cual le hacía gritar y gemir sin ninguna vergüenza ante lo bien que se sentía contra su próstata.

Jisung lo tomó del trasero, besando y succionando su cuello, dejando una que otra marca. Amasó sus nalgas, haciendo gemir al rubio contra su oído.

ChenLe se movió con suavidad una vez que se acostumbró, pegando un lindo saltito, haciendo que Jisung gimiera. Se aferró a sus hombros, hundiendo sus uñas y comenzando a montar cada vez más rápido y con más necesidad.

—¡M-más!—chilló.

Jisung le embistió con salvajismo, levantando al rubio para que solamente se volviera a hundir en su miembro, haciéndole gritar y ver las estrellas.

Cambiaron de posición nuevamente, quedando la espalda de ChenLe apoyada contra el firme pecho del castaño. La diestra de Jisung apresó su miembro, comenzando a masturbarlo mientras le continuaba bombeando el interior sin compasión. ChenLe gimió y hechó la cabeza hacia atrás cuando Jisung tocó su próstata, haciéndole morder el labio inferior para intentar callar sus balbuceos sin sentido.

—Ahí~ ¡J-Jisunggie!

El mayor mordió su hombro, penetrando varias veces aquel dulce y sensible punto, aún masturbandole con fuerza y rapidez. Gimió alto cuando las paredes del castaño lo atraparon, avisando un orgasmo.

—Vente para mí, amor—susurró en su oído, dejando en paz su erección y tomando sus caderas para darle salvajes embestidas—. Juntos.

Unas cuentas estocadas más bastaron para que ChenLe explotara soltando en tiras todo lo que estaba aguantando, acompañado de un fuerte grito. Jisung gimió ante lo apretado que se encontraba el interior de su pareja, pero solo le bastaron unos segundos para que el también soltara todo su contenido dentro.

Se quedaron así por minutos, recuperando el aliento. El castaño salió de su interior y se recostó, soltando un gran suspiro de satisfacción.

ChenLe mordió su labio al sentir como el líquido de su pareja corría por sus muslos. Luego se limpiaría, ahora se encontraba demasiado cansado como para moverse. Se recostó al lado de Jisung, siendo abrazado por el mismo.

—Te amo—habló Jisung, dejando un tierno beso en su frente.

—También te amo—respondió el rubio, con una dulce sonrisa y besando el cuello del mayor, para luego apoyar su cabeza en su pecho.

No pasó mucho tiempo cuando ambos quedaron profundamente dormidos.





[Fin. 🍭]




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¡ Sunggie !《JiChen, NCT》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora