03

848 87 4
                                    

Al día siguiente de la gran fiesta.

Park Hyunck tuvo que salir de viaje. Al ser un comerciante famoso, su trabajo le pedía dejar a su hijo y casa totalmente solos.

Ese fue un principal motivo para volver a casarse. Su principal motivo.

"No dejar a JiMin solo"

-¡No vaya a olvidar mi parasol! - Jennie gritó, la carroza del Señor Park estaba partiendo por fin.

-¡Ni mi encaje!. - Suran también gritó, Tanto el parasol como el encaje sería para crear una de sus próximas combinaciones para sus conjuntos.

Sonni con su precioso vestidos verde, despedía a su marido. Esta no era su manera favorita. Ella se quería casar para no estar sola o solo por conveniencia propia.

No quería quedarse cuidando al estúpido hijo de su esposo. Más no le quedaba opción .

-Padre, por favor regresa pronto. -JiMin gracias a su buen condicionamiento físico seguía corriendo a la carroza qué transportaba a su padre.

-¡CLARO JiMin! Prometo regresar pronto mis bellas doncellas y Mi niño.

JiMin tenia sus ojitos mieles acuosos, desde que se despertó sentía su interior un presentimiento realmente fuerte qué le decia qué su amado padre tal vez no regresaría. A pesar de todos sus esfuerzos no logro convencer a su padre de quedarse.

El doncel siguió corriendo hasta que ya no podía seguir. Dentro de si mismo rezaba qué su padre regresará con bien.

Para cuando la gran carroza tirada por un caballo, desapareció por el gran camino qué conducía a las a fueras del gran pueblo. La "Familia Park" entro a la casa.

JiMin entro también, mientras sorbía su naricita haciendo que se arrugara. Viéndose muy tierno.

-JiMin, ¡JiMin!. - El nombrado volteo a ver al de quien venía la voz. - Ven aquí lindo niño, no no llores. - Sonni abrió sus brazos para que JiMin corriera a darle un abrazo desasiéndose a llanto.

Como si de alguna manera su presentimiento se es fumara con cada lágrima qué derramada.

-Ya ya.... No más lágrimas niño bonito.

-Si madrastra Sonni.. - JiMin realmente quería guardarle respeto.

"Aunque no lo mereciera"

El estruendoso ruido de las puertas siendo fuertemente golpeadas se escucho. Suran y Jennie salieron del cuarto gritando fuertemente y agudo. Muy agudo.

-Ya te dije que quites tus estúpidos calzones de mi parte del maldito cuchitril. - Suran era una muchachita linda, sin embrago su actitud era algo que alejaba a todo aquel que se le acercara.

-¡No es mi puta culpa qué el maldito cuarto sea tan pequeño!

-¡Y tampoco es mi culpa que no sepas guardar tu mugre ropa! - Entre gritos y empujones volvieron a entrar a la habitación.

- Su cuarto es mas estrecho de lo era antes. Sin embargo son muy cariñosas entre ellas...

-¡Sabes que Kim Jennie! Púdrete en el puto Infieno

-¡Sabes que Kim Suran! Algún día te voy a matar maldita. - Ambas sabían que la sangre siempre llama y jamas se atrevería a atentar contra la vida de la otra.

"Sin embargo no era para nada difícil amenazar entre si"

-Oh... Mi habitación es la segunda más grande después de la habitación de mi padre y usted. - JiMin quería ayudar a sus hermanitas, y que mejor que ofrecer su habitación. Sonni posó su oscura mirada en JiMin. - Pueden compartirla si gustan y yo me quedaré en....

- Claro, claro, es una maravillosa idea y tu te podrás quedar en el Ático. ¡SI! En el Atico. - Madame Sonni brinco del sillón donde se quedaban. Todos salían ganando.

"Ella se desaria del estúpido mocoso de su hijastro"

-¿El ático? - Más bien el joven peligris se refería a quedarse en la habitación qué actualmente sus hermanastras se quedaban. No planeaba irse al Ático ubicado totalmente lejos de las habitaciones principales.

-¡Si! En Atico es grande y cómodo. Y lo harás más acogedor si te llevas todas estas cosas inútiles. - Madame le entrego una charola donde estaban los mejores tesoros de JiMin. El peligris alzó una ceja, lejos de verse imponente o reclamarle a su madrastra. Estaba confundido.

-Esta bien... - JiMin sin más opción, tomo la charola para empezar a dirijiste a las interminables escaleras.

Una vez que llego al ático, un escalofrío le recorrió. El ático era frio, oscuro, grande y vacío...

-Bien no es tan malo... - El niño de ojos bonitos, encontró una cama decente, la acomodo frunciendo su naricita tiernamente a causa del polvo qué la vieja cama soltó. Su fiel compañera, su cobijita amarilla fue usada para taparse del frío que estaba haciendo en el ático.

JiMin empezó q sacudir las polvolsas sabanas que están tiradas, dando un pequeño brinquito al ver a sus fieles compañeros, sus amigos ratones.

Los ratones también se espantaron empezando a correr a la mesa mas cercana.

–JackJack, Jacklin ... Al parecer ustedes se refugian aquí ¿no es así?. –  Un ratonsuelo murmuro un leve “Si”.

–Al parecer nuestro hermanito charla con los sucios animales allá arriba.

—Tengo un hermano estupido.

—Y yo tengo dos.

—Te escuche Kim Suran, camina. — Jennie jalo a su hermanita querida. Ambas se fueron entre risas burlonas.

Mientras tanto Jimin seguia jugando y acomodandos sus cosas.

—JiMin, JiMin. Aquí aquí.. — El nombrado voltreo a ver a sus pequeños aligos, dandose cunta que rn una parte del suelo estaba levantando.

Se arrodillo posando sus manitas en aquella pieza de madera levantandola. Dentro era un pequeño compartimento, donde una linda cajita de madera pintada de un hermoso color azul cielo con manchitas blancas. Al parecer la caja pertenecía a su muy amada madre.

También se ayaban unas pequeñas notitas que por privacidad JiMin no quiso leer mas que una.

“Hola! Bebé, aquí puedes jugar tus pensamientos. O cosas muy importantes ¡Para ti!”

JiMin sonrió recordando a su parlanchina madre.

En el pequeño cajón coloco la cajita con la mariposa que su padre le regalo, al igual que un pequeño diario que ocupaba para contarle sus días a su amada madre.

El cajón quedo relleno de cosas valiosas para JiMin.

El ático dejo de ser un oscuro sitio, para convertirse en el hogareño cuarto de JiMin.

«Un lugar mágico para olvidarse del mundo»

“Un lugar para los tesoros de JiMin”

R. A. R

Valiente y Bondadoso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora