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Las cosas eran confusas, Jungkook no sabía si de verdad era él o no, los besos le solían dar escalofríos, no se creía capaz de besar a alguien de la forma que lo había hecho con Minhyuk, y peor, no sabía que significaban, los que le daba a Yutaro eran inocentes, llenos de cariño, los que había dado en ese sofá eran un completo misterio.

También tenía una duda de ese extraño lado sumiso que tenía, producto del prostíbulo, era una actitud que había adoptado para cualquier momento íntimo, pero realmente no le gustaba ser así, pues solo lo dejaba indefenso y hacía que regresaran esos momentos desagradables donde solo podía llorar y forcejear para que no le hicieran nada, aunque al final fuera en vano.

Pero ahí fue diferente, ahí Minhyuk no le hizo nada, no le pegó, no le gritó, no lo tocó a pesar de que Jungkook sentía como perdía su autocontrol, lo trató bien y no fue tan brusco en los besos, ¿para que mentir de que no le gustó que lo besara?

Y dormir con él era como abrazar un peluche, pero uno gigante, cálido y guapo, se abrazó a él cual koala sin saberlo y así se la pasó toda la noche, hasta que la luz del sol entró por la ventana y le dio en la cara, lo que lo obligó a despertar, cuando vio la posición en la que había dormido se rió de si mismo, estaba casi sobre él. Lo empezó a mover para que despertara.

-Minhyuk, despierta... -recibió como respuesta un quejido y seguido el chico parpadeó unas cuantas veces para luego mirarlo.

-Buenos días Jungkook...

-Hola Min, un gusto verte despierto...-miró hacia el despertador y vio la hora, 8:42 AM- creo que te desperté algo temprano...

-Ni tan temprano, Jisung suele despertarme a la misma hora -acarició su suave y fino cabello, fue bajando su mano desde su cabeza hasta su mejilla, tenía la piel hecha de seda, el menor solo se sonrojaba y reía ante el tacto.

Antes de que alguno de los dos volviera a decir algo, se dieron un pequeño beso, beso que formaba parte de la confusión de Jungkook, y de la preocupación de Minhyuk, él sabía de los sentimientos de su amigo por el chico, y sabía del peligroso terreno en el que se estaba metiendo, pero a la vez era tan hermoso.

Después de verse por unos segundos y que la incomodidad empezara a aparecer, Minhyuk se levantó y le tendió la mano.

-Vamos a desayunar.

El chico tomó su mano y ambos bajaron a la cocina, donde, mientras Minhyuk hacía el desayuno, Jungkook decidió ir a cambiarse, y en vez de ser una persona normal y ponerse su ropa, le pareció lindo un suéter de él y se lo puso, le quedaba gigante pero era cálido y cómodo.

Así volvió a la cocina, donde en su lugar había un vaso con leche de fresa, y unos hotcakes en un plato, ambas cosas le hicieron agua la boca, así que fue cuestión de unos minutos para que se lo devorara todo, mientras el mayor lo veía con una boba sonrisa, ese niño le parecía tan tierno, y a la vez tan tentador.

Ternura y lujuria en un mismo cuerpo.

Sabía que no debía pensar así, pues se escuchaba muy mal, se guardó esos pensamientos en lo más profundo de su cabeza y decidió solo cuidarlo en ese fin de semana. Para él lo que había hecho su hermano, se veía a kilómetros que era solo para conquistar a Yutaro, y para que él se decida por tener algo con Jooheon o calmarse e irse con ese niño.

Jisung era astuto.

−¿Ya terminaste de desayunar? -dijo mientras se sentaba enfrente de él.

−Si, todo estuvo muy rico, gracias por el desayuno -sonrió mostrando sus dientes, esa llamada ¨sonrisa de conejo¨ enterneció a Minhyuk, el cual solo podía caer más por ese niño lindo de ojos gigantes.

Learn To Live; JK Bottom.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora